ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El escritor Miguel Barnet confiesa orgullosamente que escribe a mano. Foto: Mireya Castañeda

Miguel Barnet, poeta, etnólogo y escritor cubano, sedujo al lector desde que publicó, hace ahora medio siglo, Biografía de un Cimarrón, la primera de sus novelas-testimonio.

Barnet (La Habana, 28 de enero, 1940) tiene una extensa trayectoria. Es presidente de la Fundación Fernando Ortiz y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y ocupa el Sillón B como miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua.

En 1963 publica su primer poemario, La piedrafina y el pavorreal al que siguen, en este género, títulos como Isla de güijes (1964); La sagrada familia (1967); Orikis y otros poemas (1980); Carta de noche (1982); Poemas chinos (1993) y Con pies de gato (antología, 1993).

Ha publicado además Autográfos cubanos y “La fuente viva” (crónica, ensayo); Akeké y la jutía (fábulas cubanas), y el cuento Fátima o el Parque de la Fraternidad, Premio Juan Rulfo de Cuento 2006.

Con Biografía de un cimarrón (obra de gran repercusión y mundial, traducida al inglés, francés, y a otros idiomas como el japonés, danés, alemán, koreano y griego) se convierte enprecursor de la novela testimonio. Publica después en este género Canción de Rachel (1969), Gallego (1983), La vida Real (1986) y Vida de Ángel (1989).

Portada del libro. 

Ha recibido numerosas distinciones en Cuba, el Premio Nacional de Literatura (1994) y la Distinción por la Cultura Nacional, y numerosos reconocimientos internacionales, entre otros Premio García Lorca, de Andalucía, España; OrdreNacional du Mérite. Republique Francaise 2003; Cruz Oficial de la Orden del Mérito de Primer Grado, de la República Federal de Alemania, 2004 y la Orden Al Mérito Della Repubblica Italiana, Cavaliere, 2011.

Con ese multifacético Miguel Barnet conversa Granma Internacional en su despacho de la UNEAC.

--A 50 años de Biografía de un Cimarrón, un clásico de la literatura cubana, que sigue interesando, se sigue leyendo…

--No puedo decir que mi libro es un clásico. Lo dirán otros cuando sea un clásico. Para mí ahora es un libro que sigue motivando interés en los editores y en el público. Ahora va a salir una edición nueva en Turquía donde no se había publicado nunca. Otras nuevas en Inglaterra y Estados Unidos, que viene siendo como la octava. También en Eslovenia. En Japón y en China me decían, que exótico, que exótico. Figúrate tu, una cosa que para nosotros es tan normal, tan natural y tan orgánica porque es un hombre que vivió en la esclavitud cubana y con ese libro de alguna manera se contribuyó a una definición de la cosmogonía del cubano y de las guerras de independencia, del mundo del imaginario popular, de la religiosidad. Todo lo que hay en el libro que es un compendio de factores y valores de cubanía en su quintaesencia.

--Próximamente va a presentar un CD donde lee fragmentos de Biografía… ¿Puede hablar de cómo surge la idea, y detalles donde grabó, la música, sus expectativas?

--Va a salir el CD por Areito, de la EGREM, una idea original de Ana Llerena. Creo que puede ser interesante, yo leo pasajes del libro con música de Merceditas Valdés y también música de guitarra de Héctor Angulo, unos cantos yoruba preciosos. Es novedoso, el escritor está vivo, el libro tiene 50 años. Hace 60 publiqué La piedra fina y el pavo real, pero la gente no olvida El Cimarrón. Fue un libro que me dio y sigue dando muchas satisfacciones, sobre todo en Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, y aquí en Cuba he perdido cuantas ediciones tiene, alrededor de diez. Siempre se agota, nunca está en las librerías.

--¿Tiene contradicción entre el poeta y el narrador?

--No, yo no creo en los géneros. Nunca el pueblo creyó en los géneros tampoco, el pueblo cantó en décimas, en cuartetas, en silvas, las interpretó, las leyó, las cantó, las dramatizó. El teatro tiene música, literatura, narración. Yo veo una gran fusión y ahora cada vez mas las fronteras se han hecho invisibles. Biografía…nació con una característica muy propia. Ahora dirían que nació postmoderno. ¿Por qué? Nació una novela, con una base testimonial, con prólogo, epílogo, con notas al pie, un vocabulario. Eso es muy raro en una novela. Todo eso le dio al libro un cariz propio y yo tuve que esforzarme en tratar de definir que era lo que estaba haciendo, el híbrido que yo había creado. Le di el nombre de novela-testimonio y se quedó así. Se ha quedado como un binomio.

--¿Cómo ve el libro impreso frente alas nuevas tecnologías, el iPod o el tablet?

--El libro permanece, como las manos del hombre permanecen para tallar una madera, cincelar una piedra, o moldear el barro. Las manos prodigiosas del hombre nunca desaparecerán. Yo estoy a favor de las nuevas tecnologías. Soy un acuariano estoy con el futuro, pero son un arma de doble filo también porque dan mucha información, pero poca hermenéutica. La gente tiene mucha información, sabe quien es Jean Paul Sartre, quien es Milan Kundera, te pueden decir nació en tal fecha, pero no han leído su obra. La gente lee menos. Toda la información está en el aparatito ese, en la pantallita tan útil y a la vez tan peligrosa.

--¿Usted escribe en computadora?

--Yo jamás me he sentado ante una computadora. No la he necesitado. Escribo todo a mano. Yo necesito saber, oler el papel, tocarlo, me gusta ver la palabra cuando se forma o se deforma. Incluso corrijo en el papel. A mi me gusta pensar mucho lo que escribo. Escribo por ejemplo un texto y me acuesto un ratico, vuelvo otra vez. Un poema lo mismo. Escribo unos versos, digo esto no funciona aquí, tengo que cambiar esto y voy y me siento en otro lugar y vuelvo otra vez. La computadora me exige presencia, es muy autoritaria. Solo me siento en la computadora para ver una fotografía o mandar un mensaje. Yo respeto a los que escriben en computadora, yo escribo todo a mano y me gusta ver los manuscritos. Voy a las bibliotecas y museos y me fascina ver los manuscritos. Pensar que se han perdido los manuscritos, ¡que horror! Que crimen de lesa cultura. Una cosa tan hermosa como ver el manuscrito de cualquiera, de Miguel de Cervantes, de Lope de Vega, de Lezama Lima, de la gente que uno ha querido y admirado.

--Desde Biografía de un cimarrón ha conocido el éxito literario. ¿Qué significa el éxito para usted?

--Yo no se lo que es el éxito. Me has dejado perplejo. Yo soy un escritor cuyos libros se leen. Éxito tuvieron los Beatles, Renata Tebaldi, Luciano Pavarotti. Yo soy un escritor leído, por muchas personas es verdad, tengo que decirlo, pero es que esas palabras éxito, triunfo no me gusta oírlas, porque si algo puede perder al ser humano es la vanidad. Y también lo puede perder, y he sido testigo de eso en mi vida, la envidia, y son dos sentimientos que no quisiera sentir nunca. Gabriel García Márquez ha tenido éxito, yo he tenido reconocimiento en algunos lugares de Cuba y fuera de Cuba. No hay que ir más allá. Si me creyera que soy un hombre de éxito no podría salir por la noche, como salgo, a tomarme un helado en Coppelia. La gente me conoce y me saluda, pero eso no es el éxito, eso es el cariño y cierta admiración que puede tener el público por un escritor, por un artista.

--¿Usted escribe todos los días? ¿Qué nuevos libros prepara?

--No tengo nada preparado, ni se lo que escribo. No escribo todos los días. Yo siempre digo, espero que no se vea como una pedantería, que yo no soy un escritor profesional, yo soy un promotor cultural, que escribe. Próximamente voy a publicar una antología de mi poesía porque me la han pedido. Cuando cumplí 75 años (en 2015) se llama Una botella al mar, y van a salir nuevas ediciones de mis novelas. Yo no escribo todos los días, lo que si hago todos los días es soñar, y fabular y trabajar mucho en la Fundación (Fernando Ortiz) y en la Uneac y eso me da placer, que nadie piense que yo estoy sacrificando mi obra por dedicarme a dirigirlas, yo lo hago con profundo placer. Creo que la distinción mas bella que yo he recibido, después de todos esos premios internacionales, es la que me dio (2006) la Sociedad José Martí, La utilidad de la virtud. Quiero seguir siendo útil a mi país y seguir empujando un país. ¿Hacia donde? Hacia donde siempre, hacia donde nunca jamás, hacia el infinito.

   Medio siglo de Biografía de un Cimarrón, novela-testimonio de Miguel Barnet celebrada y definida así en su edición inglesa (Pantheon Books, New York, 1968)por Graham Green:“Cimarrón, por primera vez, la palabra "único" adquiere un sentido más cabal. No ha habido un libro como éste antes y es muy poco probable que pueda volver a repetirse".

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HUGO LABORICE MONROY dijo:

1

9 de junio de 2017

12:54:32


QUERIDO MIGUEL CON EL AFECTO Y CARIÑO QUE TE GUARDO DESDE QUE TUVE EL PRIVILEGIO DE CONOCERTE Y CONTARTE COMO MI AMIGO,SOLO QUIERO FELICITARTE UNA VEZ MAS POR TODO LO QUE TU HAZ HECHO EN TU MARAVILLOSA CARRERA.RECIBE UN FUERTE Y CARIÑOSO ABRAZO Y ESPERO VERTE MUY PRONTO EN CUBA.

Hugo Laborice Monroy dijo:

2

9 de junio de 2017

13:12:25


MI QUERIDO Y RECORDADO MIGUEL TAN SOLO PARA ENVIARTE UNA VEZ MAS MI ADMIRACIÓN POR TU PERSONA Y COMO POETA Y ESCRITOR, TU SABES CUANTO TE ADMIRO Y LO FELÍZ QUE SOY DE HABERTE CONOCIDO AQUI EN SAN MIGUEL ALLENDE, FELICIDADES POR TODO LO QUE NOS HAZ DADO,TANTO COMO PERSONA Y AMIGO,COMO POR TU "CARRERA".UN ABRAZO MUY CARIÑOSO Y ESPERO VERTE MUY PRONTO EN CUBA.