
Veracruz, México.— La rumba es poesía. Si bien aquella es un fenómeno humano de total sinergia, socializada en auténticos sentimientos humanos, esta no lo es menos. Con esa certeza, el proyecto internacional Timbalaye, con sede principal en Roma y creado esencialmente para difundir el ritmo cubano por el mundo, consideró oportuno inaugurar, en el entorno veracruzano donde también funciona —denominado Centro Cultural Latinoamericano Timbalaye— un espacio para los versos, que con el nombre de Casa de la poesía, será un recinto que la acogerá con beneplácito.
Enclavada en el bulevar Manuel Ávila Camacho, esquina Valencia, de esta ciudad, la sede, antes ubicada en otro inmueble, se reinaugura al mismo tiempo que este espacio poético. La Casa, cuyas actividades tienen como fundamental propósito difundir la cultura cubana y estrechar los vínculos culturales entre ambos pueblos, resulta un acogedor sitio en el que se respira cubanía, no solo por los textos que ilustran sus paredes, en los que se alude a tragos típicos de la Isla u otras recetas culinarias criollas, sino también por las ilustraciones que las adornan y la música que permanentemente la anima.
El coreógrafo y bailarín Ulises Mora, director del proyecto que ya tiene 16 años, considera que con esta iniciativa no corta cintas, sino abre puertas a la poesía, para que la unidad de la cultura cubana y veracruzana, con tantos lenguajes compartidos, como el bolero, el son y el danzón —entre otros— se haga aún más fuerte.
Dirigida en esta región por la promotora cubana María Elena Mora, la propuesta busca satisfacer la carencia de espacios de este tipo en el entorno veracruzano y realizar un trabajo con niños, jóvenes y personas de la tercera edad, para que en tertulias y encuentros con poetas de la región y de otros puntos del continente, la Casa empiece a sentirse como un verdadero recinto donde quienes la visiten puedan experimentar que han acudido a una verdadera cita con este género mayor.
Muchas expectativas tiene el nuevo propósito que pretende ir engrosando cuanto antes sus acciones, como la de celebrar próximamente el encuentro de Patrimonio industrial de Cuba o la de organizar veladas alegóricas a fechas significativas de la cultura cubana en la que participen no solo los poetas que se lleguen para leer su versos, sino todos aquellos veracruzanos que quieran expresar su sentir por medio de la poesía.
Sobre estas perspectivas hablan algunos de los participantes a la velada inaugural. Ana Almoncid, veracruzana de 49 años, refiere que hacía tiempo estaba haciendo falta un espacio así en Veracruz. “Estar cerca de la poesía nos deja en un estado de paz. No creo que muchos se resistan a asistir a lugares donde se escuchen poemas y canciones. Creo que venir aquí me dará la posibilidad de conocer a poetas de mi ciudad que no conozco”.
“Lo que deberá pasar de ahora en adelante aquí me parece muy bien. La poesía es sensibilidad y estamos muy necesitados de que se ponga de moda. La poesía toca las almas y ayuda a hacer mejores a las personas”, opina Jesús Escobar, veracruzano de 48 años, quien además considera que se están “perdiendo valores en el mundo y la poesía puede mejorar a las personas porque les toca el espíritu”.
“Un lugar como este en el que se defienden los valores de la cultura cubana me hace sentir como en mi tierra”, asegura Carlos Muñoz, cubano residente en Veracruz. “Ahora que le dará un espacio a la poesía, tendrá más visitantes, porque la poesía llama hasta a los que no son poetas. Confío en que se llenará de gente porque lugares así no son muy frecuentes por aquí a pesar de que nos hacen mucha falta”.
COMENTAR
Responder comentario