ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, junto a Alicia Alonso en la Gala del Ballet Nacional de Cuba por el aniversario 57 del triunfo de la Revolución, ocasión que sirvió para la reapertura del Gran Teatro de La Habana. Foto: Ismael Batista

Meca del arte escénico en Cuba. Uno de los iconos arquitectónicos de la ciudad. Lleva ahora el nombre de la excelsa ballerina Alicia Alonso. Es el majestuosoGran Teatro de La Habana.

Coronado en sus esquinas por victorias aladas, y ubicado entre las calles San Rafael, San José, Consulado y Prado, abrió sus puertas este primero de enero de 2016 luego de tres años de intensa restauración.

El momento fue ideal, la Gala que por el triunfo de la Revolución ofrece desde hace años el Ballet Nacional de Cuba por disposición de su directora, la prima ballerina assoluta Alicia Alonso.

El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros presidió la reinauguración del majestuoso edificio acompañado de la eximia Alonso.

En la reapertura del Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso, Alicia saluda al público. Foto: Ismael Batista

Antes de la función, el ministro de Cultura, Julián González, reconoció la trayectoria de Alicia como ballerina y coreógrafa, la calificó de “una de las mujeres más importantes de la historia de Cuba" y recordó que tras triunfar en Estados Unidos regresó a su Isla y ayudó a fundar la escuela cubana de ballet, hoy referente mundial.

Después del programa concierto, y desde las tablas mismas donde regaló su arte durante décadas, Alicia, a la altura de sus 95 años, recibió amoroso homenaje del público y de su propia compañía. Ya lo había escrito el poeta Eliseo Diego, ella es “fiesta de Cuba”.

Precisamente uno de los cambios más significativos de la restauración es la ampliación del vestíbulo de la sala García Lorca, espacio donde será develada una escultura de Alicia Alonso, en fecha no anunciada aún, obra del escultor José Villa Soberón.

TEATRO DE ABOLENGO

Es un hecho de singular delicadeza que el Gran Teatro de La Habana (GTH) lleve el nombre de Alicia Alonso. Sus historias de glorias se complementan. El imponente coliseo ofreciendo sus espacios a supremos artistas, la assoluta regalando su baile inmarcesible.

La genealogía del teatro de Prado comienza en 1836 cuando asume la Capitanía General de la Isla Miguel Tacón, quien con celeridad solicita permiso real para construir un teatro, lo que le fue concedido dos años más tarde.

Cuenta Miguel Tacón con el apoyo financiero del empresario Francisco Marty, quien convoca al arquitecto Gerónimo de León y para el 15 de abril de 1838 se realiza la inauguración oficial con la obra Don Juan de Austria por la Compañía Dramática Española de Gregorio Duclós.

En su libro Viaje a La Habana, María de las Mercedes Beltrán Santa Cruz y Montalvo, más conocida por la Condesa de Merlín, una de las primeras escritoras cubanas, describió así al Tacón: “…es rico y elegante a la vez […] el telón y las decoraciones ofrecen un brillante punto de vista […] El patio está poblado de magníficos sillones, lo mismo que los palcos, en cuya delantera hay una ligera reja dorada que deja penetrar la vista de los curiosos […] Solo los primeros teatros de las grandes capitales de Europa pueden igualar al de La Habana en la belleza de las decoraciones, en el lujo del alumbrado, y en la elegancia de los espectadores…”.

Tal llegó a ser el lujo del teatro que por la época se cantaban unas coplas en las que se decía  “tres cosas tiene La Habana que causan admiración: el Morro, La Cabaña y la araña del Tacón” refiriéndose a una enorme y llamativa lámpara de fino vidrio,  importada de París, que colgaba sobre la platea (la actual es nueva y hecha con cristal de Bohemia).

Desde su apertura y hasta 1899, en que es vendido a la Tacón Realty Company con sede en Nueva York, por su escenario pasan compañías italianas y francesas de ópera y estrellas mundiales, como la bailarina Fanny Elssler, el pianista Leopoldo Meyer, las sopranos Teresa Parodi y Adelina Patti, el pianista y compositor Louis Moreau Gottschalk, los violinistas cubanos José White y Brindis de Salas, el pianista cubano Ignacio Cervantes y la actriz Sarah Bernhardt.

En 1906 la Sociedad de Beneficiencia de Naturales de Galicia compró el teatro originario, que sería demolido, y la manzana entera en la cual estaba ubicado. Entre 1907 y 1915 se construyó el edificio actual para albergar la sede del Centro Gallego de La Habana. El arquitecto, seleccionado en un concurso, fue el belga Paul Belau y la firma constructora fue la norteamericana Purdy & Henderson.

Comenzaba otra etapa para el ahora Gran Teatro Nacional. La función de apertura fue el 22 de abril de 1915, con la ópera Aída, por la compañía de Adolfo Bracale y luego…Antonia Mercé, la Argentina, el pianista Ignacio Paderewski, la ballerina Anna Pavlova, vuelve Sarah Bernhardt, Arturo Rubinstein, Serguei Rachmáninov el violinista Misha Elman, el tenor Enrico Caruso, Esperanza Iris, los cubanos Ernesto Lecuona, Jorge Bolet, Amadeo Roldán y Rita Montaner, Eleonora Duse, Margarita Xirgú, José Mojica, Jorge Negrete, el cellista Pablo Casals, el violinista Jascha Heifetz, el guitarrista Andrés Segovia, Carmen Amaya y otros muchos.

Como detalle histórico hay que mencionar otro cambio de nombre. En 1961, al ser intervenido el Centro Gallego, recibió el de Federico García Lorca, en homenaje al poeta granadino en ocasión del vigésimo quinto aniversario de su asesinato, pero a partir de 1985 el edificio completo pasó a denominarse Gran Teatro de La Habana, reservándose el nombre de García Lorca para su sala principal.

Alicia Alonso había llegado por primera vez al escenario de Prado en 1950 con las obras Las Sílfides y Las bodas de Aurora y luego de 1960 será sede principal, y hasta la actualidad, del Festival Internacional de Ballet de La Habana, prestigioso encuentro de danza en el que han participado bailarines de todos los continentes, entre ellos Maia Plisetskaya, Vladimir Vasiliev, Carla Fracci, Antonio Gades, Maurice Béjart y Julio Bocca y grandes compañías o sus figuras: Royal Ballet de Londres, de la Scala de Milán, el New York City Ballet, del Ballet del Teatro Colón, de Argentina, Ballet Bolshoi y el Ballet del Teatro de Kirov.

Las tablas del gran auditorio vieron a la Alonso estrenar su versión completa de El lago de los cisnes, en la magia de Giselle, Carmen, en Un retablo para Romeo y Julieta, Edipo Rey y tantas otras…

Se complementan. El majestuoso teatro y la assoluta, en toda la gloria de sus historias colmadas del mas puro arte.

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