ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Corina Mestre destacó la necesidad de preparar mejor a los guías de turismo. Foto: Anabel Díaz Mena

Hay una polémica ya de larga data en el tema turismo y cultura. Han sido muchas las interrogantes, las advertencias, las propuestas que se han venido haciendo desde la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), ahora unificadas en su Comisión Cultura, Turismo y Espacios Públicos.

Esta Comisión ha realizado numerosos encuentros con los ministerios de Cultura y Turismo, en especial en los últimos meses, y de ellos surge el informe presentado al Consejo Nacional Ampliado de la UNEAC el 4 de diciembre, y aprobado luego de un enjundioso debate entre los miembros de ese órgano de dirección.

Al iniciar la sesión, en el Centro Cultural Bertold Brecht de La Habana, el poeta Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, informó que además de los integrantes del Consejo fueron invitados una decena de funcionarios del Ministerio de Turismo.

Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, refiriéndose a que el turismo se considera la locomotora de la economía, agregó: “La cultura es una locomotora que va paralela, con un objetivo común”. Foto: Anabel Díaz

Ellos han contribuido al debate a lo largo del país y escuchado los criterios con atención y nosotros hemos reciprocado con mucho respeto a su trabajo y todo ello se refleja en el documento a discutir, afirmó Barnet.

El Informe, presentado por la musicóloga Alicia Valdés, quien encabeza la Comisión, se estructura en 14 temáticas, entre ellas la Imagen Cuba, el Patrimonio Cultural y el Turismo, y la Promoción Internacional.

Abrió la polémica la doctora Graziella Pogolotti quien felicitó a la Comisión al apreciar que se dan pasos hacia un entendimiento que favorecerá al país y significó que se trata de “una vieja aspiración de la UNEAC”.

Para la escritora hay un concepto fundamental y es el “no hacer una cultura para el turismo” y subrayó que cuando se habla de cultura, patrimonio, tradiciones populares, música “todos somos portavoces de nuestra cultura, los seres humanos que andamos nuestras calles”.

Otro de los puntuales señalamientos que hizo la doctora Pogolotti, miembro de la Academia Cubana de la Lengua, fue el referido a la tendencia creciente a utilizar nombres en inglés.”Uno de los elementos fundamentales de la identidad es el idioma que hablamos entre nosotros, el castellano a la manera cubana. Eso hay que defenderlo porque pensamiento y lenguaje están indisolublemente unidos”.

El economista Estaban Morales dirigió sus palabras hacia su especialidad y se refirió a la “utilidad económica del turismo”, que consideró fundamental, acotando de inmediato que “la prioridad es buscar la calidad cultural”.

En ese sentido, Eduardo Acosta, presidente de la Cadena de hoteles Gran Caribe, apuntó que tiene que haber un equilibrio entre economía y cultura y “el éxito está en buscar que el proyecto de la cultura y los ingresos se correspondan”.

La doctora Graziella Pogolotti significó que uno de los elementos fundamentales de la identidad nacional es el idioma que hablamos entre nosotros, el castellano a la manera cubana. Foto: Anabel Díaz

Varios actores, entre ellos Corina Mestre y Rolando Nuñez, se refirieron a la necesidad de preparar a conciencia a los guías de turismo, mientras el investigador Jesús Guanche advertía acerca de la riqueza de la diversidad cultural cubana y la innecesaria práctica de replicar nombres insignes como La Bodeguita del Medio, Tropicana o Floridita.

El ensayista Desiderio Navarro ponía el dedo en la llaga: no dar al turista estereotipos, ni aquello a lo que está condicionado, sino la cultura verdadera, lo mejor y lo más auténtico.

Abel Prieto, asesor del Presidente cubano Raúl Castro, hizo un comentario a esa intervención y al de la doctora Pogolotti sobre el tema del idioma y preguntó “¿por qué ponen los nombres en inglés? Porque creen es lo más moderno”, pero en realidad “estamos luchando contra estereotipos que distorsionan nuestra imagen como país. Hay que articular un pensamiento de vanguardia anticolonial porque se expresan signos de confusión” (gorritos de Santa Claus, festejar Halloween). “No hay nada más patético que disfrazarnos de lo que quisieran los turistas ver en nosotros. Una comunidad puede terminar siendo una caricatura para el consumo de esa aventura kitsch que se pretende que sea el turismo”.

La directora general de Mercadotecnia del Ministerio de Turismo, María del Carmen Orellano, recordó que si en los años 90 el primer desarrollo turístico fue de Sol y Playa, con unos 340 mil visitantes, “hoy son tres millones y llegaremos a otras cifras”, y se busca más “la vida cultural en las ciudades, más allá de los hoteles”.

Especificó la funcionaria que por ejemplo en La Habana no alcanzan las capacidades hoteleras y avanza mucho el turismo de circuitos a ciudades como Trinidad, Remedios y Cienfuegos.

La cultura cubana tiene mucho que ofrecer a los turistas foráneos que visitan la Isla. El Festival Internacional de Ballet de La Habana es un buen ejemplo de ese esfuerzo. Foto: Yander Zamora

El ministro de Cultura, Julián González, se refirió al documento suscrito con el titular de Turismo, Manuel Marrero, el cual calificó de estratégico para la labor conjunta.

En otra de sus breves intervenciones a lo largo del debate, Miguel Barnet reconoció que “hay un punto de giro cualitativo de las relaciones entre la UNEAC y el Ministerio del Turismo. Nuestras consideraciones son para ayudar, no para fiscalizar”.

Refiriéndose a que el turismo se considera la locomotora de la economía, agregó: “La cultura es una locomotora que va paralela, con un objetivo común”.

¿Qué busca el turista en la isla? Para esa pregunta hay varias respuestas, sol, playa, seguridad, ciudades coloniales, historia, cultura y Cuba, en cada una de ellas, tiene una riqueza extraordinaria.

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