ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El maestro Guido López- Gavilán en una de las ocasiones especiales en que ha dirigido la Orquesta Sinfónica Nacional. Foto: cortesía de la autora

Cuando aún permanecen los ecos del Festival Les voix humaines del maestro Leo Brouwer y el Mozart-Habana 2015, llega impetuoso el Festival de La Habana, de Música Contemporánea(14 al 22 de noviembre).

Se trata de la 28 edición de un encuentro que ha propiciado la presentación de miles de obras, en estreno mundial o por primera en Cuba, comentó el presidente del Festival, el maestro Guido López- Gavilán.

“Nuestro interés es dar a conocer lo que se está haciendo en el mundo y en Cuba en el desarrollo musical, que se escuche lo más reciente del siglo XXI”.

El compositor y director de orquesta confirmó que nuevamente se ha conformado un programa que dedicado a la música contemporánea incluya los mas diversos formatos de cámara, vocales e instrumentales.

Los escenarios de los conciertos serán los espléndidos del Centro Histórico de la Ciudad (la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís; el Oratorio San Felipe Neri y la sala Ignacio Cervantes) y de El Vedado (Casa del ALBA; Casa de las Américas, la Sala Covarrubias del Teatro Nacional y la sala Villena de la Uneac).

De una extensa relación de invitados adelantamos nombres como Mikkel Andersen (guitarrista / Dinamarca), Ada Gentile (compositora/ Italia); el Trio italiano de Música de Cámara integrado por Adriano Ambrosini (piano), Anne-Sophie Freund (violín) y Tommaso Benciolini (flauta); la pianista argentina Daniela Campisi (Argentina), y el Ensamble Hansori (Corea del Sur).

Ilmar López-Gavilán Junco, violinista de sólida técnica e impresionante virtuosismo, hace maravillas en la pieza de su padre, el maestro Guido, titulada Por el mar de las Antillas anda un violín, (para Violín Solo y orquesta). Foto: CUBARTE

López- Gavilán destacó la presencia de un grupo numeroso de músicos norteamericanos, unos del American Componer Forum, “quienes hicieron una convocatoria para traer obras a La Habana y recibieron 400, de ellas escogieron de diez compositores”, y además el Ensamble Third Sound.

El maestro López Gavilán (1944), quien conduce el Festival desde hace años y lo ha convertido en un prestigioso evento internacional, accedió a un breve diálogo en el Hurón Azul de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) con nuestra publicación.

P: ¿Puede ofrecernos algunas claves de la música contemporánea actual en el mundo y desde Cuba?

R: Es una pregunta amplia y difícil de responder. Quizás lo más característico es que es válido que se utilice todo lo que se ha compuesto hasta el momento. Ha habido etapas en que el consenso mundial se enfocaba hacia una determinada estética, digamos el dodecafonismo, el aleatorismo, el post romanticismo. Se ponen de moda determinadas tendencias. Hace algunos años que se usa lo que yo siempre he hecho, valerse de todo lo que existe y expresarlo a la manera propia del creador. Nunca me he aferrado a una tendencia determinada. Yo te diría que prácticamente hay tantas tendencias como compositores. Es muy libre la utilización de elementos actuales. Se suma por supuesto la posibilidad de la electrónica, de la electroacústica, ahora se ha dado en llamar musica electrónica a lo que hablan los Dj, las combinaciones de músicas persistentes, puesto en boga sobre todo en sectores juveniles y también es valido, amplía el horizonte de la musica actual. En ese contexto se mueven nuestros compositores. Te diría que en Cuba hay una fuerte tendencia, de la cual participo, de reflejar lo nacional de una forma o de otra, desde esta amplitud de mira.

La Camerata Romeu, bajo la batuta de Zenaida Romeu, hace una magistral interpretación de la trascendente pieza de López-Gavilán Camerata en Guaguancó. Foto: CUBARTE

P: ¿Maestro cuando usted dice lo nacional, que implica…?

R: No necesariamente implica una maraca o un tambor. Yo no estoy en contra de utilizar una maraca o un bongo, que por cierto fue Amadeo Roldan a quien se le ocurrió incluirlos por primera vez en una orquesta sinfónica en 1925. Cuando me refiero a lo nacional hablo de giros melódicos, determinadas atmósferas sonoras, determinadas células rítmicas y a veces hasta la propia manera de ser. Me recuerdo una obra de Juan Blanco que se llama Circus tocata donde utiliza una banda electroacústica, pero le suma una paila y un bongo, una controversia que le hacían Guillermo Barreto y Tata Güines, era un éxito dondequiera que se presentaba. Una obra muy cubana por los instrumentos, por la característica de la improvisación. Asi hay muchas maneras de reflejar lo nacional.

P: Se advierte que el público está como más atado a los sonidos digamos del romanticismo y tiene una cierta suspicacia hacia la música contemporánea. ¿Es así?

R: Si y no, es como todo. En primer lugar, por ejemplo Chopin es un gran músico, exponente del romanticismo, una música bella generalmente asociada al virtuosísimo del intérprete y llama mucho la atención. En segundo lugar una de las características de lo que se llama música contemporánea —que ya no es tan contemporánea, a veces se considera a Stravinsky o Schönberg que escribieron hace un siglo—, es justamente romper con lo establecido, sentar nuevos caminos, experimentar y todo esto equivale a que las personas prefieren ir por lo que ya conocen. Es una tendencia humana, siempre lo nuevo, esta experimentación sonora trae una cierta suspicacia, como tu decías. También hay que apuntar que en las primeras décadas del siglo 20 justamente se trataba de hacer cosas en contra de lo establecido, del gusto general. Fue una reacción a las guerras, una situación anímica y justamente se querían rebelar del mundo que existía, y una forma era romper con lo establecido y llegaron todas las corrientes, dadaísta, futurista, todos los istas. Era romper, molestar el gusto establecido. Eso ha variado mucho. Ya en este siglo 21 existe una amplitud de miras y se trata de conjugar elementos y de comunicarse. Yo trato de comunicarme con el público. Utilizar lenguajes que son los míos y al mismo tiempo son los de los que me rodean”.

El pianista italiano Adriano Ambrosini, uno de los invitados al Festival. Foto: CUBARTE

Esta última afirmación se apreciaen las obras del maestro López-Gavilán, su musicalidad, apasionamiento, elegancia, sentido refinado para el color de las sonoridades.

De su catálogo se desprenden obras como A modo de adivinanza; la emblemática Camerata en guaguancó; Habanera sensual y contradanza caprichosa; ¡Qué saxy! (para cuarteto de saxofones); Mambo y Danzoncello, que se escuchará en el Festival por la Orquesta Sinfónica Nacional, una partitura que prosigue esa lí­nea de su trabajo autoral, el enlazar las formas sinfónicas con las huellas de la tradición musical cubana.

El XXVIII Festival de La Habana, de Música Contemporánea envuelve nuevamente el espacio sonoro de la capital con valiosas obras interpretadas por virtuosos instrumentistas. Una perfecta ecuación para familiarizar al público con la producción contemporánea de música de concierto.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Barbara Rivero Parra dijo:

1

15 de noviembre de 2015

15:13:06


En el 2012 el maestro Guido Lopez-Gavilan se presento , con la orquesta sinfonica nacional de Cuba ,en la ciudad donde vivo y lleve a mi hijo , que por venir muy pequeno ,no conoce mucho de la musica cubana , pues le encanto la presentacion magistral que hizo . Si a el le gusto , yo la disfrute doblemente. Lopez- Gavilan , gran conductor de orquesta y muy humilde como ser humano y ,sobre todo , orgullo de mi linda provincia matancera . Felicidades y ojala lo veamos pronto por aca . B. Rivero .Gracias