ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Circuito interior, (2010), dibujo de Lázaro Saavedra. Foto: Internet

Con la entrega este miércoles,  de la mano de Julián González,  ministro de Cultura,  en el Mu­seo Nacional de Bellas Artes, del Premio Nacional de las Artes Plásticas 2014 a Lázaro Saavedra, parece confirmarse la tendencia prevaleciente de los últimos años  de resaltar el papel desempeñado por los artistas que representaron una ruptura en el discurso visual cubano de finales de los 80 y que a lo largo del plazo transcurrido desde entonces hasta acá han desarrollado las cualidades que tempranamente anunciaron.

No debe verse en esta distinción la señal de una pugna generacional ni la vuelta de página al mérito indiscutible de trayectorias artísticas precedentes y de permanente evolución que honran la vanguardia del movimiento artístico cubano en la actualidad. Ahora mismo estoy pensando en alguien como Salvador Corratgé, varias veces nominado al Premio, que culminó días atrás su ciclo vital sin que le llegara ese momento consagratorio. Pero como ha ocurrido en la historia del Premio Nacional de Literatura con el caso de Samuel Feijóo, ¿quién se atreve a negarle a Corratgé un sitio en la vanguardia de nuestro arte contemporáneo?

Saavedra, por su propio peso, ha dejado una impronta en la creación visual. ¿Controvertida? Sí. ¿Irreverente? Muchas veces. Pero representativa de un impulso renovador fecundo y persistente, que ha influido de manera directa o subterránea en la obra y actitud de quienes le han sucedido.

Su formación transitó, entre 1976 y 1988 por los tres niveles de la enseñanza artística: elemental, medio en San Alejandro y superior en el ISA. En esta última academia tuvo la suerte de contar como guía a Flavio Garciandía. Y fue en el seno de esta institución que se dio a conocer como integrante del grupo Puré, junto a Ana Albertina Delgado, Ciro Quintana, Adriano Buergo y Ermy Taño.

A partir de ese momento se multiplicó su presencia en exposiciones personales y colectivas fuera y dentro de Cuba, en tanto varias de sus realizaciones han sido adquiridas por el Museo Nacional de Bellas Artes, de La Habana; el Forum Ludwig, de Aachen, Alemania; el Museo de Fukuoka, Japón; y el Daros, de Zurich, Suiza, y ha desarrollado una vía muy particular de expansión de su obra me­diante la distribución por vía electrónica.

Considerado como uno de los propulsores del arte conceptual en Cuba, ha fijado sus propios códigos de expresión, en los cuales gravitan su interés por la comunicación gráfica, las referencias a la cultura popular, las frases y los comentarios del día a día, su propia experiencia personal y el diálogo polémico con otros modos de concebir el arte.

La curadora Corina Matamoros ha resumido la obra de Saavedra con las siguientes palabras: “Lázaro es un creador con una tendencia natural hacia lo instintivo, hacia la espontaneidad, hacia lo inmediato. Lo prueban todas sus obras deudoras del expresionismo, el desenfreno de Puré, los temas desbordantes de referencialidad cotidiana, la emotividad de sus comentarios, el apego al dibujo como apunte rápido, su uso del humor, la anarquía de sus reciclajes de obras.

Pero luego de esta inclinación primera sobreviene una corriente de sentido contrario donde se pone de manifiesto la poderosa capacidad analítica de su pensamiento. En una tendencia casi tiránica con su propia obra, Saavedra somete a disciplina rigurosa su propio instinto y despliega entonces, como contraparte, un enorme poder de reflexión, de discernimiento y de conceptualización sobre todos los temas que toca”. Un colega mayor, Antonio Eligio Fernández (Tonel) recuerda cómo, más allá de la aparente inmediatez de su discurso, “invita a la reflexión mientras avanza argumentos y dudas relacionados con temas universales, trascendentes, significativos más allá de un contexto social, cultural o histórico restringido”.

El próximo año, como parte del Premio, Saa­vedra expondrá en Bellas Artes, espacio donde se­guramente pondrá a prueba nuevamente su ingenio y capacidad para problematizar desde la creación los temas más acuciantes. Y demostrar que sigue siendo un hijo de la ruptura.

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Kafile dijo:

1

20 de diciembre de 2014

10:15:14


Hola,,Lázaro es familiar de un pintor muralista radicado en Gudalajara México cuyo nombre es Waldo Saavedra González, creo uno de los mejores pintores cubanos de esta época,,si alguien me contesta muchas gracias,,