
Aquel adagio martiano de que la sencillez es la grandeza le viene como a pocos a Fina García Marruz, a quien Casa de las Américas dedicó hasta ayer la Semana de autor.
La poetisa y ensayista, a quien debemos, entre muchos otros, poemarios como Las miradas perdidas y El libro de Job, llegó el primer día de homenaje a la sala Manuel Galich de la institución para recibir el calor de un público que disfrutó de su especial compañía y del regalo de sus versos en su propia voz. Las palabras primiciales de la celebración estuvieron a cargo del crítico Enrique Saínz.
Empeñado en resumir en una hora de disquisiciones la labor exquisita de Marruz, y repasando momentos puntuales de su creación poética y ensayística, Saínz se refirió a esta extraordinaria mujer, merecedora del Premio Nacional de Literatura, del Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, como “autora de una poesía que nos colma”, mientras que Jorge Fornet, moderador de la velada, la calificó como “una de las más agudas lectoras con las que han contado la crítica y el ensayo cubanos”. Junto al tributo a Fina la Casa quiso también honrar la revista Orígenes, cuya fundación, hace ya 70 años, guarda con ella y con Cintio, una estrecha relación.
La segunda jornada contó con la participación de los intelectuales Roberto Méndez, Luisa Campuzano y Milena Rodríguez, entre otros, que comentaron sus respectivos estudios sobre la obra de Fina en sintonía con la danza, algunas obras martianas, y con su poética en general. Para el viernes, la sala Che Guevara acogió a los poetas Roberto Fernández Retamar, Nancy Morejón, Pablo Armando Fernández, Roberto Méndez, Laura Ruiz y Sergio García Zamora, quienes ofrecieron una lectura de poesía como ofrenda lírica a la homenajeada.
Una de las sorpresas resultó ser la lectura comentada de un texto inédito de Fina, a cargo de Josefina de Diego: “Yo le pedí permiso a ella para escoger algunos fragmentos”, —explicó a este diario. “Son pequeñas memorias, el libro tiene unas 160 páginas y fue escrito en 1955. El tema principal es su familia. Ahí habla de las dos ramas que conforman su ascendencia: la Badía, muy optimista y luminosa, y la Marruz, más apagada. En el libro dedica un capítulo a Gastón Baquero, cuando lo conoció junto con Bella, mi madre, en el año 39. También está el poeta español Juan Ramón Jiménez y cuenta cuando lo vio por primera vez en el teatro Campoamor, donde también vio por primera vez a Cintio y a mi padre, Eliseo”.
La emoción expresada en el aplauso sincero de un público que la admira no concluyó con tales revelaciones, acompañadas con fotos de instantes únicos, exhibidas durante la exposición que hiciera De Diego. La presentación de los libros Ya yo también estoy entre los otros, publicado por Ediciones Vigía, y Créditos de Charlot, una nueva edición realizada por el Fondo Editorial Casa de las Américas, fue una excelente oportunidad para que los participantes adquirieran una parte de la obra de Fina, cuya lectura placentera será el auténtico fin del homenaje.
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MARCOS dijo:
1
8 de noviembre de 2014
08:20:44
Alex dijo:
2
8 de noviembre de 2014
21:38:10
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