ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

“Por Shakespeare, la danza” es el lema del próximo 24º Festival Internacional de Ballet de La Habana, a celebrarse del 28 de octubre al 7 de noviembre próximos.

Alicia Alonso en reciente visita a la provincia de Artemisa. Foto: Luis Alberto Alonso

La prima ballerina assoluta Alicia Alonso, presidenta del Festival, decidió que este celebre los 450 años del natalicio del supremo dramaturgo y poeta inglés con el regreso a escena de algunas de sus inmortales obras que han sido llevadas al lenguaje del ballet.

Ya se conoció que la Gala inaugural incluye la reposición de Shakespeare y sus máscaras, versión de la propia Alonso del eterno drama shakesperiano Romeo y Julieta.

Gracias a una primera aproximación al programa, adelantada por el Departamento de Prensa del Ballet Nacional de Cuba, se sabe que volverán a escena la pieza Prólogo para una tragedia, del coreógrafo inglés Brian McDonald, desde 1978 en el repertorio de la compañía; Hamlet (escenas), de Iván Tenorio, estrenada en 1982, y la puesta de La pavana del moro, por la Compañía Ópera de Niza, invitada al Festival.

Como de costumbre, se podrán disfrutar de las versiones completas de grandes piezas del repertorio clásico tradicional, en especial de La bella durmiente del bosque, en el aniversario cuarenta de haber sido estrenada la versión de Alicia Alonso sobre la original de Marius Petipa.

Ese mismo 1974, Alicia realizó el montaje de la obra en la Ópera de París, y en 1983, su versión de este clásico le fue solicitada por el Ballet del Teatro alla Scala de Milán.

A propósito del estreno de La bella durmiente del bosque en la Ópera de París, el crítico Claude Baignères escribió: “El ballet de la Ópera ha terminado el año con un golpemaestro. Alicia Alonso ha resucitado esta coreografía, en lacual un indudable rigor nos garantiza la autenticidad”. Otrocrítico, René Sirvin, expresó: “Hallamos toda la maravilla yel fasto prometidos por el cuento de Charles Perroult. Laconcepción de la obra por Alicia Alonso es del todo destacada”.

Por su parte, el crítico italiano Luigi Rossi comentó sobre la puesta de la obra en la Scala: “El rasgo principal de esta coreografía es el virtuosismo académico, sin soslayar un lenguaje más moderno, y ha logrado de esta compañía el máximo de sus potencialidades”.

Para los balletómanos, el BNC les regalará además El lago de los cisnes y una Gala dedicada a las grandes bailarinasdel romanticismo en la que subirá a escena la antológica versión cubana del ballet Giselle.

Además se podrá disfrutar de La magia de la danza, espectáculo en el que se pueden apreciar escenas de Giselle, La bella durmiente del bosque, Cascanueces, Coppelia, Don Quijote, El lago de los cisnes y Sinfonía de Gottschalk.

La literatura está de plácemes, pues en el Festival igualmente se celebrará el bicentenario de la célebre escritora cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873), con una Gala especial en la cual se repondrá la obra Tula, con coreografía de Alicia Alonso, música de Juan Piñera, diseños de Salvador Fernández y libreto de José Ramón Neyra, estrenada en 1998 durante el 16º Festival, y en esta ocasión, sube a escena en la sala que lleva su nombre en el Teatro Nacional de Cuba.

En el hermoso programa de mano del estreno, se señala: De los numerosos textos teatrales creados por la Avellaneda, en el primer acto del ballet Tula aparecen algunos personajes que son representativos del conjunto de su producción dramática: Leoncia, La hija de las flores y Baltasar. Las tres piezas reúnen las principales modalidades que la célebre autora cultivó en el campo de las artes escénicas: el drama, la comedia y la tragedia. En el segundo acto se suceden tres episodios de su intensa vida amorosa, la tragedia de la maternidad trunca y el triunfal regreso a la Patria, que culmina con el homenaje que le ofrece la sociedad habanera en el Gran Teatro de Tacón, hoy Gran Teatro de La Habana (en restauración).

Alicia Alonso escribió para esa ocasión: “Gertrudis Gómez de Avellaneda, como escritora y como ser humano, es una de las más subyugantes personalidades femeninas del siglo XIX y constituye una gloria que compartimos los cubanos y los españoles. Sin dudas fue Tula una mujer de gran talento y de avanzados conceptos en temas que aún hoy mantienen su vigencia, como aquellos que se relacionan con la igualdad de posibilidades para la mujer en múltiples aspectos de carácter ético, social y cultural. La valiosa obra dramatúrgica de esta escritora, aún no suficientemente atendida en la actualidad, revela no pocas claves de su circunstancia personal. Es por ello que nos hemos basado parcialmente en esa zona de su creación artística al enfrentarnos a la personalidad de la poetisa, en este ballet que con afecto y admiración le dedicamos”.

Habitualmente en los festivales de Ballet de La Habana se estrenan piezas coreográficas de autores nacionales y extranjeros.

En el sitio web del Festival se anuncian ya dos: Percusión para seis hombres y Valsette, una versión reducida del conocido ballet Nuestros Valses, del venezolano Vicente Nebrada. El montaje estuvo a cargo de Zane Wilson y Yanis Pikieris, directores de la Nebrada Arts Initiative, fundación que atesora el legado del multifacético bailarín y coreógrafo.

Y el segundo, Celeste, coreografía de Annabelle López Ochoa, con música de Chaikovski; vestuario de Dieuweke van Reij y diseño de luces de Michael Mazzola. La sinopsis indica: .”Celeste, una estrella que brilla moldeada en las frágiles siluetas de tres bailarinas que danzan en un cielo oscurecido por la noche, representado por las viriles figuras de diez bailarines”.

También se anuncian algunas compañías invitadas, como el Ballet de Camagüey, Pontus Lidberg Dance, Compañía Linga, de Suiza; Ballet de San José (Estados Unidos), Ballet Hispánico, de Nueva York; Compañía Ópera de Niza y Ballet del Teatro Colón (Argentina).

A pesar que la programación inicial señala programas conciertos y pas de deux, tanto en la Sala Covarrubias como en el Teatro Mella, no se anticiparon nombres, aunque en el mencionado sitio web aparecen los de bailarinas y bailarines como Maria Ricetto y Ciro Tamayo (Ballet Nacional SODRE, Uruguay), Juaquín de Luz (New York City Ballet), José Manuel Ghiso (Ballet Santiago de Chile) y Paloma Herrera y Xiomara Reyes (American Ballet Theatre).

Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba, apuntó en informal conversación que el Festival, fundado en 1960, ha mantenido su carácter bienal desde 1974 y que en ese lapso se han estrenado 922 obras y han participado representantes de 61 países.

Por el momento, solo un aperitivo para el 24 encuentro que prepara la eximia Alonso, lo que, ya se sabe, implica un sinfín de estrellas, estrenos y obras clásicas en solamente diez días.

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Mario Pasa Dávalos. dijo:

1

28 de julio de 2014

01:05:22


Desde España. Madrid, 2014. Ballet Nacional de Cuba . La Actualidad Española. La Sublime Anette Delgado…… Por: Mario Pasa Dávalos. Haciendo referencia a las actuales primeras figuras femeninas dentro de “El Ballet Nacional de Cuba” e internacionales, y a lo que significa el arte del ballet dentro de lo que es realmente el universo de la danza, desde un punto de vista técnico y fidedigno, es Anette Delgado una digna integrante de dicha institución, y una resplandeciente artista. Toda bailarina sobresaliente ha de esforzarse en una disciplina inicial, para transfigurarse en un dotado instrumento, con el objetivo de confeccionar fantasía y belleza, es absolutamente indispensable un fuerte tesón, unido a una férrea conducta, si desea convertirse en una estrella del ballet, esto constituye la regla obligatoria de todo gran artista, ese es el principio de la perfección, solo así se adquiere la difícil técnica, a la que cabe considerar la gran portadora del posible brillante futuro, únicamente de esta forma se consigue la anhelada carrera. Una primera bailarina más que ninguna otra, está en la obligación de conocer la función de los pasos y su objetivo a conseguir, sí no quiere caer con facilidad en batallar en el callejón sin salida de mostrar lo mal hecho, la bailarina mal guiada puede transformarse en una criatura artificial repleta de vicios y manierismos, con la frívola y fútil intención de solo agradar al público, el básico cimiento de la técnica es indispensable, nadie osa discutir su imperiosa necesidad, sólo lo hará el excéntrico e inexperto, aún así, fracasará estrepitosamente por talento que tenga si no la posee. A veces por debilidad y mimó o para complacer al público, se crea en él artista un vicio que agrede soberanamente a la limpia danza clásica. El modesto y maravilloso trabajo de Anette Delgado, conllevó a que escribiera este minucioso artículo como demostración a sus valiosas ejecuciones, su danza gravita en una cadena de extraordinarios y excitantes personajes, que con justeza trataré de exponer con precisión. Primero refirámonos a “Giselle”, como ha sido titulada en Europa, La Delgado es la absoluta heredera del bordado personaje que antaño fuese propiedad de esa DIVA única e inimitable que es Madame Alonso, erigiendo cuando lo interpreta un impresionante efecto visual sobre el público, que invariablemente la contempla entre conmovido y extasiado, su auténtica sinceridad es realmente abrumadora, la correcta posición de su cuerpo durante toda la obra, unida a sus perfectos equilibrios, hace que ostente una asombrosa limpieza técnica, su tiempo prolongado encima de la puntas es una alusión a la poesía, infaliblemente siempre muy alejada de cualquier incorrecta colocación; el ballet es un arte sublime repleto de belleza, con una precisa, tradicional y concebida técnica, algo que Anette demuestra milimétricamente en todas sus actuaciones, trasmitiendo con sistematicidad al auditorio mensajes con resultados insólitos, no obstante, lo mejor se obtiene cuando la apreciamos alejada en la búsqueda del abaratado espectáculo circense, algo muy habitual hoy en día. Asimismo no puedo dejar de hacer referencia a su sublimes Odette-Odile, las cuáles he presenciado en varias oportunidades en España. En mi opinión existe una enorme diferencia entre moverte encima de un escenario, a la de efectuar una virtuosa coreografía como las instituidas por Alicia Alonso, con las posiciones, estilos adecuados y las precisas exigencias a que corresponde la época, perfiladas desde el comienzo de la obra hasta su terminación, así sucede con el desempeño de Anette durante la interpretación de “El lago de los cisnes”; ejemplo de esto son los dos pas de deux en el segundo y tercer acto, ambos ejecutados de forma soberbia, observarla respetando religiosamente semejante caballo de batalla, acompañada de un atento partenaire, es una delicia, jamás acude al facilismo de violar las pautas adecuadas que exige la tradición y el clasicismo con el objetivo de conquistar ponderaciones, cuando asistes al teatro en la actualidad, en la mayoría de los casos, las nuevas generaciones de bailarines crean una absoluta sumisión al fácil cumplido, siendo este su único objetivo, esto produce en el espectador la sensación de carencia profesional, como si percibieses danzar a alguien amateur. La Srta. Delgado durante sus impecables momentos nos proporciona la lección que el gran ballet sigue vivo. La última “Bella Durmiente” que presencie, fue filmada por un amigo asistente durante el transcurso del Festival de Ballet en La Habana, consistió en la nueva y magnífica versión de Alicia de esa joya con música del inmortal Tchaikovski, habituado estoy a observar por el mundo a diferentes compañías en esta obra; una vez más me topé con Anette como la protagonista de la princesa Aurora, como merito a exaltar diré, que fue una noche en mi casa de Valencia, rodeado de especialistas de la prensa, sin exceptuar a nadie, todos resultaron extasiados con la puesta y con Anette, a quien consideraron ideal para el rol por su candidez y dulzura. Si reflexionamos, su baile está caracterizado por un excelente buen gusto, durante la proyección hogareña, obtenida de forma pirata, notamos que fue aclamada delirantemente por el público, resultando imposible criticar el más mínimo detalle, admiré profusamente sus pirouettes, saltos y bellas extensiones, de sobra es conocido que la escuela cubana de ballet posee sus propias características, es Anette una máxima exponente de ella; algunos versados manifiestan continuamente, valorando como virtud a exaltar, que una adecuada ejecución de Aurora, con apropiado sentido dramático y coreográfico, es la consagración de una bailarina. Sin la menor duda, “El Ballet Nacional de Cuba” junto a Anette cumplen dicha profecía. Muy excitante la puesta, deslumbrante su princesa ¡FELICIDADES ALICIA! Como decimos en España, sé de buena tinta, que gracias a un gobierno consecuente y a Alicia Alonso, es que las figuras jóvenes han podido desplegar una esplendente carrera dentro del B.N.C, quizás parezca parcializado y chovinista al escribir solo sobre mi preferida, no ignoro que hay dentro de la institución excelentes valores a exaltar, prometo referirme a ellos en otra oportunidad, pero en esta ocasión, prefiero hacerlo con emoción y justeza, sobre la nueva gran bailarina de Cuba que es Anette Delgado.

Gonzalo Hernández dijo:

2

29 de julio de 2014

14:50:23


Si algo no nos ha faltado ni fallado hace 50 años, es el ballet. Cultura de la danza 'a pulso' como me expresara un amante del género hace muchos años. ¡Que lección para las actividades restantes!