
BUEY ARRIBA, Granma.— El cierre ayer del duodécimo Encuentro de Arrieros y Fabulaciones Serranas que anualmente acoge este municipio montañoso del oriente cubano, consolidó el proyecto comunitario como una exquisita simbiosis entre ciencia, cultura y autoctonía; capaz de demostrar cuánta utilidad espiritual y práctica puede haber en la preservación de tradiciones populares.
Único de su tipo en Cuba, el evento reunió esta vez a más de un centenar de participantes entre campesinos tenedores de mulos, herreros y artesanos, además de historiadores, museólogos, científicos y estudiosos de la cultura, quienes por tres días confluyeron en un rico espacio de constantes demostraciones de habilidades y debates teóricos sobre algunas de las más arraigadas prácticas de la cotidianidad en las serranías.
Exitoso, debido a los atractivos populares que animan el programa de principio a fin, el Encuentro de Arrieros inició en el poblado cabecera de Buey Arriba, en el cual se visitaron un singular taller de herrería y otro destinado a la fabricación artesanal de aparejos y accesorios característicos del arte arrieril.
Luego, una masiva cabalgata desde el citado poblado hasta La Otilia —donde radicara un histórico campamento del Che durante la última guerra de liberación— se convirtió en una especie de feria de tradiciones a cielo abierto, en la que se pudo observar y participar del lavado de ropa con paletas de madera sobre las piedras del río, del toque del órgano con todos los músicos de guayabera, del deslizamiento en yaguas por las lomas, de la explicación y ejecución del desmoche de palmas reales, de una exposición de ajuares campesinos y una zambullida final en el río Buey.
Sin embargo, el baño en las aguas de la corriente fluvial cobró mayor valor en el alba de este 24 de junio, fecha en que los lugareños celebraron el Amanecer a lo San Juan; una tradicional zambullida colectiva practicada por años como una “santiguación montuna” en la cual se entonaron décimas, sones y otros cantos “a lo mojado”.
El contexto del Encuentro —en el que además se celebraron desfiles y competencias de arrias, así como la llamada Noche de los Aparecidos, dedicada a las fabulaciones y el espiritismo—, también abrió opciones al diálogo intelectual y científico, que esta vez contó con la presentación de una treintena de trabajos con temas diversos en torno al oficio del arriero, la gestión cultural comunitaria, y un panel sobre las posibilidades de aprovechar el caudal de tradiciones serranas en el fomento del turismo cultural e histórico en la región.
Convocado desde 2003 por el museo Ernesto Guevara de Buey Arriba, el proyecto sociocultural Encuentro de Arrieros y Fabulaciones Serranas mereció en el 2012 el premio del Centro Regional para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial de América Latina (CRESPIAL), con sede en Perú, que reconoce iniciativas locales que promueven el estudio y preservación de tradiciones autóctonas.












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Robert Luis Espinosa dijo:
1
25 de junio de 2014
11:56:14
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