ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

De gran utilidad para el conocimiento de la historia del Ballet Nacional de Cuba, desde su costado más íntimo y cercano, resulta el libro de memorias de la primera bailarina Marta García que acaba de publicar Ediciones Cumbres en Madrid.

Danzar mi vida es el título que da Marta a un formidable desfile de anécdotas y experiencias en las que se juntan la visión fresca de los más arduos procesos creadores con matices personales en los que se incluyen dos elementos tan atractivos como el humor y el amor. El primero en virtud de una narración que no escatima detalles humanos y plasma situaciones graciosas. Lo amoroso recorre todo el texto. El sudor y hasta el dolor físico de los entrenamientos; el rigor del repertorio, la tensión ante los retos artísticos se matizan y dimensionan con el estallido de la pasión en su costado más entrañable.

El libro que se presentó este lunes 28 de abril en la prestigiosa librería+Bernat de Barcelona es además un objeto hermoso. El diseñador Carril Bustamante ha sabido combinar con gracia y equilibrar con acierto el gran número de fotos que van más allá de las intensas etapas de la vida de Marta García. Sabemos de la protagonista pero también de buena parte de los grandes espectáculos de nuestro Ballet Nacional; están las calles de la legendaria Guanabacoa de la infancia de Marta y hasta alguna imagen de la antigua televisión cubana en la que nuestra protagonista dio sus primeros pasos artísticos con muy pocos años.

Cuenta Danzar mi vida con un prólogo —sabio, como todo lo que escribe su autor con relación al arte del movimiento— de Roger Salas. El escritor cubano abre con estas palabras su reflexión: “¿Por qué son necesarias las memorias escritas por las bailarinas y los bailarines? Hay muchas respuestas a mano, pero pienso que la imprescindible es que nos aportan un punto de vista diferente por cercano, carnal, donde cualquier objetividad es suplida heroicamente por la vivencia”.

Aunque no pretende un lenguaje especialmente elaborado desde el punto de vista literario, Marta García transmite sus experiencias con gracia, excelente ritmo y en su apasionada entrega artística y humana llega hasta la escritura de algunos límpidos versos. Me emocionan y me parecen sintetizar en pocas palabras sus muchos premios, los rotundos elogios de la crítica (que el libro recoge), los muchos roles protagónicos que ha bailado. Anoto este breve fragmento del poema que le dedica a su maestra Alicia Alonso: “Pequeñas gotas de agua que terminan siendo/ un río/ el que con sus limpias aguas, nos alimenta y nos guía”.

Cuba, La Habana, el formidable público de ballet con el que contamos son presencias constantes en Danzar mi vida. Es de esperar que pronto tenga su presentación en la isla. Los que la siguieron entre tantos roles —desde Bodas de sangre hasta Tarde en la siesta—  estarán en ese momento para aplaudir de nuevo a Marta García.

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MARCOS dijo:

1

30 de abril de 2014

07:48:57


SE APLAUDE EL ACTO DE ESCRIBIR EL LIBRO AUNQUE PREOCUPA LA ALTA "ESTATURA" DE LOS VERSOS DEL POEMA DEDICADO A ALICIA, SON HORRIBLES... MARCOS