
Gertrudis Gómez de Avellaneda anda por todas partes. La presencia de esta encomiable escritora, poeta, dramaturga y periodista cubana en su Isla amada es un hecho, justo cuando al cumplirse ayer 200 años de su natalicio no cesan los honores en torno a esta mujer colosal, que ocupa un sitial privilegiado no solo en nuestra literatura, sino también en las letras universales.
Para honrar a Tula el Instituto Cubano de Libro no ha escatimado esfuerzos. La recién finalizada Feria Internacional del Libro la contempló entre sus autores ensalzados y con el evento se iniciaron las actividades para celebrar el bicentenario de la insigne intelectual que brilló en aquellos tiempos —a pesar de los prejuicios de todo tipo que pretendieron opacarla— y sigue deslumbrándonos en el presente, como si el onomástico marcara una edad de eterna juventud.
Hasta la capitalina Calle de Madera de la Plaza de Armas llegó este fin de semana un nutrido público convocado por el espacio Sábado del Libro del ICL, en el que cinco títulos y la Multimedia Gertrudis Gómez de Avellaneda, de ediciones Cubarte, fueron presentados por la doctora Cira Romero, compiladora y prologuista de tres de ellos, y autora de varios contenidos de la edición digital; Ernesto Sierra, director de Cubarte y Pedro Simón.
Tres Novelas, Gertrudis Gómez de Avellaneda 1814-2014 (Letras Cubanas); Gertrudis Gómez de Avellaneda, autobiografía y cartas de amor (Ácana); Obras, Ensayos, artículos, crítica literaria e impresiones de viaje (UH); Lecturas sin fronteras (Ensayos sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda 1990-2012 (Ediciones Unión); y Poder y sexualidad: el discurso de Gertrudis Gómez de Avellaneda, de Evelyn Picon Garfield, con prólogo de Ivan A. Shulman, suman los libros introducidos en la ocasión.
En los tres primeros está de cuerpo presente La Peregrina —como tantas veces firmó sus obras— por medio de una buena representación de su escritura, mientras que en Lecturas… y Poder… hallará el lector la visión sobre ella de reconocidos estudiosos de su creación artística.
Sab, con argumento que apunta contra la discriminación de la mujer y el esclavo; Dos mujeres, mordaz crítica de la institución del matrimonio, y uno de los primeros discursos feministas en lengua castellana, y El artista barquero o Los cuatro cinco de junio, escenario de confrontación de un artista con la sociedad, rezan entre las novelas que están ahora a disposición de los lectores.
La Autobiografía y cartas de amor, prologado por Olga García Yero, viene a liquidar una deuda con el lector de hoy al restaurársele su título original a esa obra conocida como Diario de amor, incorrectamente titulada desde su edición de 1928, además de ofrecer casi totalmente restituido el epistolario amoroso de la autora. Los Ensayos, artículos… por su parte nos la devolverán en el esplendor de una prosa a veces no bien valorada pero igualmente atrayente de su literatura.
La multimedia tiene la ventaja de concentrar en un único soporte su biografía; una selección de los géneros que cultivó; la reproducción de la revista Álbum Cubano de lo Bueno y de lo Bello (1860), fundada por Tula en La Habana; criterios sobre su factura literaria así como una galería de imágenes, entre otros materiales.
Pero no solo serán estas las obras desde donde podremos revisitar a la Avellaneda en pleno siglo XXI. El mundo editorial reserva aún otras entregas que verán la luz más avanzado el año y entre las que están su teatro, sus escritos referidos a los viajes que realizó y el Devocionario íntimo, que nunca antes se publicó en el país.
Durante todo el 2014 estarán acaeciendo coloquios; concursos; exposiciones —como la recién inaugurada en la Biblioteca Nacional José Martí—; la develación de una estatua y la cancelación de un sello postal en su Camagüey natal —que ya tuvieron lugar—; la próxima reposición de Tula, por el Ballet Nacional de Cuba, con coreografía de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso; y la puesta escénica de Sab por el Conjunto Folclórico de Camagüey.
El audiovisual de cinco capítulos Gertrudis, Tula o amiga, reseñado en la pasada edición de este diario, y la función del BNC, celebrada ayer, justo el día de su natalicio, en la sala del Teatro Nacional de Cuba que lleva su nombre —y en cuyo vestíbulo se exhibió excepcionalmente el afamado óleo de Antonio María Esquivel, con la imagen de la escritora— constituyen otras de las acciones importantes del festejo.
Al decir de Cira Romero, Tula “fue voz siempre y nunca coro. Tampoco fue caótica o fragmentada. El duende que siempre la acompañó, a pesar de que a veces le jugó malas pasadas íntimas y artísticas, la hizo portadora de una identidad propia, cuyo fundamento no atenuó en modo alguno el valor trascendente de sus creaciones”.
Hagámosle saber hoy a esta auténtica cubana que la verdad de sus ideas y la fuerza con que las defendió son bien acatadas por sus coterráneos dos siglos después de su nacimiento, y que su palabra sigue sonándonos hoy tan útil como lo fue entonces cuando combatió discriminaciones y soberbias sociales y políticas. Ella está de nuevo en los libros y en todas partes.












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ROBERTO dijo:
1
24 de marzo de 2014
08:12:13
LG dijo:
2
24 de marzo de 2014
15:30:50
Madeleine Sautié dijo:
3
24 de marzo de 2014
17:10:10
Héctor Ramírez de la Torre dijo:
4
27 de marzo de 2014
12:45:54
Madeleine Sautié dijo:
5
1 de abril de 2014
15:40:57
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