ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Anabel Díaz Mena

"Creo que mi padre estaría muy feliz por el homenaje, aunque francamente no le gustaban esas cosas. Y con toda seguridad no creo que estuviera en esta sala, sino recorriendo la Cabaña y diciéndoles a los jóvenes de hoy: ‘Bienvenidos, mis siete lectores de poesía’".

De este modo definió a Granma Adamelia Feijóo, hija del insigne intelectual cubano, poeta, narrador, periodista, pintor, etnólogo, editor y promotor cultural Samuel Feijóo —cuyo centenario se celebra este año y a quien honra también la Feria del Libro— la supuesta actitud de su padre, de haber podido este imaginar el coloquio celebrado esta mañana, en la Sala Nicolás Guillén del recinto ferial, en recordación de su vida y obra.

Un panel integrado por los poetas Alpidio Alonso, y Virgilio López Lemus; y las editoras Anette Rodríguez (a cargo del libro El sensible Zarapico, parte final, inédita) y Eliset Godínez, (de la multimedia Mitología cubana), presentados ambos junto a otros títulos, en la velada, esgrimieron sólidos argumentos que reseñaron los singulares méritos de uno de los más versátiles escritores nuestros.

La necesidad de recolocar la obra y la figura de Samuel Feijóo, por un elemental sentido de justicia y de responsabilidad, debido a que se trata del creador de una de las mayores y más originales realizaciones espirituales en el ámbito literario que conoció el siglo XX cubano, fueron razones esgrimidas por Alonso, quien además, consideró que "no es poco lo que todavía debemos hacer para conseguirlo".

"Aprovechando su prestigio y resonancia, la Feria puede contribuir considerablemente a ello, no solo ayudando a resituar a Feijóo, entre nuestros lectores, sino haciendo todo lo posible para darle una proyección continental, como lo amerita su obra", apuntó, y consideró que aún "estamos muy lejos de haberle hecho justicia no solo al poeta, sino al lírico por excelencia —como lo llamó Cintio Vitier— dueño de una obra poética monumental, de hondísimas resonancias humanas".

En Feijóo no solo hay miel, hay cera y toda la parafernalia creativa de una colmena, refirió Lemus, quien defendió apasionadamente el hecho de que muchos hubieran llamado loco al prolífero artista. Un loco que organizó una poética, se anticipó a la poesía coloquialista, —sobre todo en su poema Faz, uno de los capitales de la literatura cubana de todos los tiempos—, que se fue por encima de la medianía. "Fue el loco que creó una extraordinaria poética de la naturaleza cubana, capaz de crear un método de escritura y de crear un sistema creativo, que organizó y logró publicar 72 números de revistas y mantenerlas, un curioso caso de loco, que era el diseñador, el escritor, el ilustrador, de sus propios libros y que escribió siempre para los humildes.

Recordó también la cantidad de prosas artísticas, que son la parte de Feijóo más ignorada, donde están las prosas más hermosas que se hayan escrito en el siglo XX cubano. Tocó también la naturaleza del Feijóo filósofo, creativo y pensador, excepcional como artista plástico, que pintó la naturaleza y la gente dentro de la naturaleza.

También fueron presentados junto a la multimedia, los títulos Feijóo o la colmena, (editorial Pablo de la Torriente), de Virgilio López Lemus; y de letras cubanas Beth-El, de Samuel Feijóo, y El sensible Zarapico, parte final e inédita, que constituye la autobiografía del escritor.

Una lluvia de pensamientos de este hombre increíble, considerado una de las figuras más emblemáticas e incomprendidas de nuestra cultura, cerraron el coloquio, en la voz de López Lemus. "A nadie espera el tiempo" y "La luz de la vida me restaura" rezaron entre aquellas que nos devolvieron al zarapico cubano entre anécdotas, fragmentos de poemas y libros.

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