
Como cada 22 de enero se celebró el día del Teatro cubano en homenaje a los sucesos del Teatro Villanueva, que pasaron a la historia por ratificar la condición emancipadora de la escena nacional —hace ya 145 años— cuando en la representación de la obra Perro huevero aunque le quemen el hocico aquellos hombres y mujeres lanzaron el grito de ¡Viva Cuba libre!
La fecha, que tributa en especial al quehacer escénico —siempre en constante desarrollo y comprometido con su pueblo— quedó instaurada en 1980. Desde ese entonces el primer mes del año sirve de espacio a las Jornadas Villanueva, festejos teatrales donde se dialoga con nuestras raíces vernáculas y fundacionales.
Organizada por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, la celebración —que es-tuvo dedicada también a la publicación del poema Abdala, de José Martí— rindió tributo con una gala cultural a los Premios Nacionales de Teatro correspondientes a este año, en la sala Tito Junco del capitalino teatro Bertolt Brecht. Los dramaturgos acreedores, Nicolás Dorr y Gerardo Fulleda León, recibieron el agasajo de manos de Julián González, viceministro de Cultura y Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; rodeados de teatristas e intelectuales.
Una amplia programación artística conforma la cartelera de las jornadas, que culminarán el 31 de enero con la entrega de los premios de la crítica especializada a las mejores puestas escénicas cubanas y extranjeras exhibidas durante el pasado 2013.
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