En la segunda jornada del X Congreso de la UJC, la comisión En nuestras manos la bandera, r@zones.cu, presidida por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros abrió el intercambio en torno al papel de la organización en la defensa del país.
Entre los principales temas que se llevaron a debate sobresalieron la importancia de la enseñanza de la historia, el enfrentamiento a los nuevos rostros de la contrarrevolución, los retos ideológicos del escenario que impone el restablecimiento de las relaciones con EEUU y la responsabilidad en la formación patriótico- militar desde los centros educacionales.
“Subversión es también la inercia, la desidia, quedarse quieto, callado ante las malas aptitudes, el delito, la estafa…”, “hay que convertirse en jóvenes 2.0, alfabetizar tecnológicamente, informatizar la juventud, tenemos que llevar a las redes las grandes y pequeñas obras de este sistema”, “los dirigentes de la UJC deben ser líderes de opinión en las instituciones y la sociedad”, “la cultura, la historia y los valores son la mayor arma contra la derecha internacional”, fueron estas, ideas medulares defendidas por los delegados juveniles en su sesión matutina.

Jorge Jerez, estudiante de Periodismo de la universidad de Camagüey, se refirió al impacto de la subversión ideológica en la sociedad y las formas en se debe hacer frente a esta. “En el combate ideológico no tenemos permitido cometer ninguna imprecisión, si no somos ágiles le damos ventaja a nuestro enemigo que es muy hábil para aprovechar nuestros errores. La mejor manera de enfrentar la subversión es haciendo bien lo que nos toca. Hay que enfilar los cañones a esos jóvenes que no saben lo que quieren, a los que están confundidos porque son blancos por donde intenta penetrar la contrarrevolución”, subrayó.
También señaló que el trabajo político ideológico no puede ser dogma, no puede ser esquema. No es llegar a un comité de base y dar un discurso —dijo— porque no puede seguir enclaustrado en ese formalismo, tampoco es una responsabilidad solo de la organización juvenil sino de toda la sociedad, actor en la misión del trabajo político.
“A los héroes hay que bajarlos del pedestal, y presentarlos como hombres comunes y corrientes, para lo cual los medios deben desempeñar un papel importante papel”, acotó.
“La mejor manera de combatir en las redes sociales es poner ejemplos claros de cubanía, de nuestra realidad. A veces las utilizamos para diversión y eso no está mal, pero no podemos perder de vista que su función esencial es mostrar a Cuba. El principal teatro de operaciones contra Cuba está ahí, por ello hay que informatizar nuestra juventud, hacer una juventud 2.0. Lo principal es mostrar que la obra de Fidel y Raúl se ha multiplicado”, manifestó además.
“A los símbolos hay que ponerles mucha atención, tenemos que recuperar estos espacios. Quiero pedirles que cuando piensen por qué hay que enfrentar a la subversión, piensen que detrás de cada uno de ustedes hay personas como yo… Eso es lo que tenemos que llevar a las redes las grandes obras de este sistema”, concluyó.
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