Si existe un asunto de crucial impacto en la educación de los jóvenes es precisamente la enseñanza de la historia. En un escenario de transformaciones en la educación, donde prevalece la necesidad de elevar la calidad y rigor del proceso docente educativo, la formación y superación del personal docente, el papel de la familia en la educación de los hijos, entre otros puntos neurálgicos, el intercambio generado entre los delegados de la comisión encargada de abordar la formación de las nuevas generaciones, puso especial atención en el análisis de ese tópico relacionado con la pasado y presente de la Patria.
Yadira Ochoa, de la delegación de la provincia de Holguín, llamó la atención sobre el papel que desempeñan los maestros en la enseñanza de la historia. “El presidente Obama ha dicho que aunque haya cambiado la estrategia, el objetivo sigue siendo el mismo”, dijo al referirse a la importancia de no olvidar lo ocurrido y conocerlo bien para enfrentar el presente de relaciones diplomáticas que se avecinan entre Cuba y Estados Unidos.
“Tenemos que potenciar las salas de historia, las investigaciones científicas, el rescate y profundización en la vida de figuras como Félix Varela, José de la Luz y Caballero. La juventud debe acercarse a esos hechos que se han alejado de ellos en el tiempos”, fundamentó.
Susanne Santiesteban, delegada de la provincia de Granma, expresó que los resultados de las pruebas de ingreso a la Educación Superior constituyen un buen medidor a tener en cuenta. “El número de estudiantes de notas bajas en Historia de Cuba, es el número de jóvenes vulnerable a la subversión ideológica. Es importante fomentar la preparación de cada docente. Una clase de Historia puede ser el lugar para canalizar las inquietudes de los dirigentes (…) el conocimiento de los documentos rectores también forma parte de esa Historia. Necesitamos que nuestras clases sean cada vez más profundas y los profesores estén más preparados”.
Liuska Fernández, ingeniera geóloga del Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa, en Holguín, expresó que la clave del éxito está en “hacer cada vez más atractivos los contenidos, polemizar” y volvió a insistir en las herramientas con las cuales puede contar el maestro.
Por otro lado, los integrantes de la comisión reconocieron el papel que corresponde a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en la valorización del magisterio, y cómo desde la estimulación moral y material, y los medios de comunicación, puede lograrse ese necesario reconocimiento que tanto requiere la profesión.
“No es solo convocar las puertas abiertas y el trabajo que se realiza en duodécimo grado. Este es un tema de todos los días, de estrategia, y tiene que hacerse de forma creativa y diferente”, apeló Claudia Proenza, estudiante de Derecho de la Universidad de Camagüey y delegada por esa provincia, al abordar los cambios de estilo que deben ir perfeccionando el trabajo de formación vocacional y orientación profesional. Asimismo, se conocieron las experiencias en esta materia de provincias como La Habana, Guantánamo y Holguín.

Los delegados debatieron además sobre temáticas relacionadas con la ubicación laboral de los egresados en correspondencia con las demandas de la economía, el rescate de los sitios históricos, el fortalecimiento de los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas, la vinculación estudio-trabajo, así como el incremento de matrículas en carreras agropecuarias, pedagógicas, tecnológicas y de ciencias básicas.
En cuanto a la formación del personal docente, Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación, comentó que existen en el país 22 escuelas pedagógicas con más de 20 000 estudiantes de matrícula; sin embargo, “es todavía mucho el trabajo que queda por hacer para potenciar la formación vocacional hacia carreras pedagógicas, y la UJC debe desempeñar un papel preponderante en esa labor”.
Velázquez abogó por “hacerlo de forma más novedosa, no solo con los alumnos, sino también con la familia. Pero estamos conscientes de que Educación es el máximo responsable”.
“El director de la escuela tiene la responsabilidad de planificar, crear convenios, atraer a los organismos y las instituciones. Los politécnicos deben hacerlo de igual forma con las enseñanza primaria y secundaria, y también corresponde una parte importante a los profesores”.
En ese sentido, Olga Lidia Tapia, miembro del secretariado del Comité Central del Partido, declaró que existen más 4 000 militantes de la organización juvenil en dichas escuelas pedagógicas. “La educación forma parte de todos los procesos en la sociedad. Para lograr ese joven próspero la educación es una tarea de todos, y la dirección del país confía en ustedes para lograrlo”.
Sobre los temas debatidos en la jornada Rodolfo Alarcón, ministro de Educación Superior, explicó que las transformaciones más importantes deben hacerse en la mentalidad de los profesores y estudiantes, y llamó a enfrentar el cambio con un enfoque integrador, mirando siempre hacia el desarrollo y la aplicación del método científico en función de la solución de los problemas.
En estos momentos el Ministerio de Educación Superior trabaja en una descentralización de las decisiones —dijo— porque es en la base donde se materializa el proceso docente educativo y donde mejor se pueden examinar los problemas con creatividad y trabajar para solucionarlos. Hay que empoderar a los profesores, porque todavía están centralizadas muchas decisiones administrativas, científicas y académicas, afirmó.
Acompañaron también los intercambios Roberto Morales Ojeda, titular de Salud en Cuba y Leira Sánchez Valdivia, miembro del Buró Nacional que atiende la esfera educacional.
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