ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
A las reuniones del delegado con sus electores debe dársele el mismo valor que se da a la Asamblea Municipal, a la Asamblea Provincial, e incluso, a la Asamblea Nacional. Foto: Jorge Luis González

Del próximo mes de octubre a diciembre se desarrollará en todo el país el último proceso de rendición de cuenta del delegado a sus electores correspondiente al actual mandato. La ocasión resulta propicia para reflexionar sobre el Poder Popular, en momentos en que se multiplican las ideas, las opiniones y los cuestionamientos sobre el accionar del sistema político cubano, y cuando se acaban de cumplir cuatro décadas de la elección de los primeros representantes del pueblo como parte de la experiencia de Matanzas.

Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha reiterado en varias ocasiones la importancia del vínculo con la población. Foto: Tony Hernández

Como principio esencial de nuestra democracia socialista, aquellos pasos fundacionales de la nueva institucionalidad, en 1974, convertían jurídicamente en realidad la participación de las masas en el ejercicio del poder estatal en todas las instancias.

Eran el resultado del desarrollo de una cultura cívica superior luego de 15 años de participación popular en la defensa de la Patria, la edificación de la obra revolucionaria y una práctica democrática basada en el diálogo permanente del pueblo con sus principales dirigentes. Fue una etapa en la que muchas palabras recuperaron su significado y otras surgieron para expresar nuevos sentimientos.

Quedaban atrás los prejuicios y el rechazo de las mayorías hacia todo lo que podría recordarles el régimen político que se hundió con la tiranía en 1959, caracterizado por la marginación y el engaño generalizados, los privilegios de una élite explotadora y la subordinación de Cuba a los intereses de la potencia extranjera que se apoderó de nuestras riquezas. Junto a una soberanía castrada, los cubanos heredamos de la ocupación militar yanki, no sin resistencia, el accionar de ma­quinarias politiqueras profundamente corrup­tas, que “legitimaban” periódicamente el es­quema político existente en los Estados Unidos, que José Martí desnudó en sus Escenas Norteamericanas.

Al clausurar el seminario impartido a los primeros delegados en Matanzas, el compañero Raúl Castro expresó:

“En la circunscripción electoral la máxima autoridad no la tiene el delegado elegido, sino el conjunto de los electores: son estos los que le otorgan el mandato para que los represente en sus problemas, quejas y opiniones: son estos los que pueden revocarlo en cualquier momento cuando no responda a sus intereses. Por ello, es el delegado el que rinde cuenta ante los electores y no a la inversa. Son las masas de la circunscripción las que tienen el máximo poder, el poder primario; el poder del delegado es derivado, otorgado por las masas”.

Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional. Foto: Tony Hernández

Minutos antes, les había orientado: “De­ben ustedes, como les planteara Fidel, crear, en todas las dependencias administrativas del Poder Popular y en todos los centros de producción y servicios del Poder Popular, el hábito de tratar esmeradamente, exquisitamente al público y tomar todas las medidas que sean necesarias para lograr este importante propósito”.

Premisa de esos principios, entre otros, ha sido el perfeccionamiento permanente del sistema de órganos del Poder Popular, como muestran las reformas a la Constitución, la adopción de nuevas divisiones político-administrativas, el surgimiento de los Consejos Populares y su ley correspondiente, así como otras leyes, acuerdos, reglamentos y normativas que precisan funciones y dan respuesta a cambios en la realidad social.

Más recientemente, con el experimento de Artemisa y Mayabeque, que entre otras cosas separa las funciones de los presidentes y vicepresidentes de las asambleas municipales y provinciales, de las correspondientes a los jefes de los consejos de la Administración en esas instancias, se busca hacer más estrechas y efectivas las relaciones con la población y asegurar el precepto constitucional según el cual “las masas populares controlan la actividad de los órganos estatales, de los diputados, de los delegados y de los funcionarios”.

El cumplimiento de lo aprobado en el VI Congreso del Partido y que mediante el Acuerdo 60/VII de la Asamblea Nacional el pueblo hizo suyo, implica estudio y aplicación, impensables sin la participación del pueblo, que es el protagonista principal de la materialización de los cambios.

Pero es innegable que las nuevas tareas que deben asumir los delegados como parte de la responsabilidad inherente a su cargo y a la dinámica de las transformaciones en curso, les demandan un enorme esfuerzo y un tiempo del que a duras penas disponen, toda vez que por sus servicios a la colectividad no cobran salario y todos —excepto los jubilados— cumplen diariamente su jornada laboral.

A ello se suma el desgaste por las presiones que desde abajo reciben por parte de algunos electores que les reclaman la solución de disímiles asuntos, mientras ciertas visiones administrativas desde arriba los describen y tratan como mensajeros problemáticos.

Los presidentes de las asambleas muni­cipales y provinciales, los miembros de los consejos de administración y demás cuadros y funcionarios, por su parte, se ven enfrentados a un cúmulo creciente de realidades que impactan en la vida de las personas. Ello implica más consagración, planificar y organizar mejor su labor, trazar estrategias de comunicación hacia lo interno y externo e innovar y cambiar estilos de trabajo.

Esa realidad debe estudiarse de forma multifactorial para modificar lo que sea necesario; sin embargo, la labor actual de los órganos locales del Poder Popular sería más efectiva si todos: electores y elegidos, autoridades políticas y administrativas conocieran en profundidad, y cumplieran e hicieran cumplir lo que está vigente para asegurar el funcionamiento del sistema en sus distintas instancias.

Burocratismo, subestimación o desatención a la autoridad de los delegados y diputados, y sobre todo del pueblo, provocan disgustos en la ciudadanía, lo cual se suma a la política de mortificación permanente del im­perialismo y sus fuerzas monumentales lanzadas de manera minuciosa, permanente y criminal contra Cuba, en distintos formatos.


LAS ASAMBLEAS DE RENDICIÓN DE CUENTA DEL DELEGADO

Roberto Armas, quien se ocupa del análisis de los planteamientos en las Oficinas Auxiliares de la Asamblea Nacional. Foto: Tony Hernández

En los contactos sistemáticos en los territorios con electores, delegados, presidentes de Consejos Populares, de asambleas municipales y provinciales y con directivos empresariales de organismos y organizaciones, el diputado Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha reiterado la importancia del vínculo con la po­blación, cuestión que se recoge en los Ob­jetivos de la Primera Conferencia Nacional del Partido.

Lazo aprovecha cada oportunidad para precisar conceptos sobre el papel de los representantes del pueblo y en especial el de la máxima autoridad de la circunscripción, que son los electores, pues si esto no se reconoce, desvirtúa o ignora, entonces ellos no se sentirán en el disfrute pleno de sus derechos ni de participar y trabajar en la solución de muchos de los problemas que les atañen o afectan.

Esos electores tienen la gran responsabilidad, además, de elegir o revocar en su circunscripción a los integrantes de las asam­bleas municipales del Poder Popular —dos de los cuales ocuparán los cargos de presidente y vicepresidente—, de aprobar al Consejo de la Administración local, el plan económico-social y el presupuesto, y proclamar a los candidatos para las elecciones de diputados y delegados provinciales.

Por eso debe darse a las reuniones del delegado con sus electores, el mismo valor que se da a la Asamblea Municipal, a la Asamblea Provincial e, incluso, a la Asamblea Nacional. Si eso no se logra, los cimientos sobre los cuales descansa el edificio de nuestro modelo, erosionados por la rutina y el formalismo, no tendrán la solidez requerida.

Las causas de un descenso en los reportes de asistencia a las Asambleas de Rendición de Cuenta —sin hablar de las suspensiones o posposiciones de estas— tienen varias razones, entre ellas una convocatoria apresurada, pobre divulgación y accionar de los llamados factores de la circunscripción, un espacio no adecuado para el encuentro, y sobre todo la ausencia de vecinos de los cuales la comunidad espera una actitud más consecuente.

Si se tiene en cuenta que quienes integran las fuerzas más activas de la sociedad, de cuyo ejemplo depende en gran medida la actitud de los demás, vemos que todos viven en la comunidad: los militantes del Partido y la Juventud, los cuadros de las organizaciones políticas, de masas y sociales, los jefes y funcionarios de los organismos de la administración central del Estado, los combatientes y oficiales de las instituciones armadas, los directores de empresas, los profesionales, intelectuales, periodistas, profesores, científicos y otros vecinos destacados.

Es lógico que esa presencia en esos en­cuentros en los barrios —que ocurren dos veces en el año— enriquece el de­bate, refuerza el papel del delegado, de las propias asambleas, de los consejos populares y el accionar de las masas en el barrio para enfrentar importantes desafíos como las manifestaciones de indisciplina social e ilegalidades, sin desdeñar el valor de lo que son capaces las masas que siempre tienen presente aquello que Cervantes puso en boca del Quijote, hace 400 años: “no es un hombre más que otro si no hace más que otro”.

No es justo generalizar las reuniones de rendición de cuenta como tediosas e insustanciales, o los reportes inaceptables de asistencia “inflados”, en el convencimiento de que una concurrencia alta es sinónimo de calidad, pues abundan ejemplos de seriedad e iniciativa, donde esos encuentros son una fiesta de civismo, que se aprovecha para reconocer a niños, jóvenes y ciudadanos más destacados de la comunidad, promover el diálogo sobre los problemas colectivos y concretar la búsqueda de la unidad, el consenso, la identidad y el sentido de pertenencia de los ciudadanos por la comunidad, el territorio y el país.

“Construir ese consenso —en opinión de la diputada Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la Asamblea Na­cional—, significa llegar, mediante la expresión clara de las ideas, después de escuchar diversas opiniones, a una decisión para la solución o identificación de un problema, subrayando que apoyar esa decisión es lograr la disposición de todos, sin que de inicio haya sido lo exactamente pensado por algunos. En otras palabras, es la posibilidad de escuchar e intercambiar diversos argumentos expresados de modo transparente y realizar análisis colectivos de aquellos para llegar a consensos que beneficien a todos, que como se sabe no significan unanimidad”.


LOS PLANTEAMIENTOS DE LA POBLACIÓN
El delegado tiene la responsabilidad de escuchar, recepcionar y viabilizar las opiniones y propuestas de las personas, pero no es un administrativo y por lo tanto no es quien tiene que tapar los huecos, ni hacer el pan u otra tarea; pero lo que sí le corresponde es exigir que todo se haga bien, como gobierno que es en su área, junto con los electores, ha reiterado Lazo.

Una de las insatisfacciones de la ciudadanía está relacionada con las respuestas a muchos de sus planteamientos, porque no se le dan, no resultan convincentes, quienes las dan no las explican bien, no dominan la materia o sencillamente no se apegan a la verdad.

Según datos de la Asamblea Nacional, más del 40 % de los planteamientos de los electores tiene solución, y muchos los puede resolver el director de una empresa, de una unidad presupuestada o el jefe de cualquier institución, puesto que detrás de un planteamiento suele haber una deficiencia administrativa. Si se garantizara la calidad de los servicios y productos, si se redujera el exceso y lentitud de los trámites, y las administraciones trabajaran bien, desaparecerían muchas quejas irritantes.

Con frecuencia, ciertos debates suelen enredarse en la discusión de algo que para materializarse demanda millones de dólares o pesos, que conllevan inversiones o recursos. Una parte sustancial de los reclamos de la ciudadanía —que son necesidades reales de las personas o las comunidades, solo pueden realizarse con aumentos importantes y sostenidos de la producción, de la eficiencia económica o de ahorros sustanciales.

Pero no es lo mismo una nueva red para extender el servicio eléctrico que cambiar una bombilla del alumbrado público, como tampoco es igual construir un acueducto que reparar un equipo de bombeo o eliminar un salidero. Entonces, si persiste un conjunto de problemas sencillos de la gente, y lejos de ser amables con ella y darle respuestas claras, se le maltrata o se le hacen promesas imposibles de cumplir, se le abre cauce al descrédito y se deteriora el estado de ánimo de la población.

“Si esta Revolución es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo —ha dicho el Presidente de nuestro Parlamento—, cuál otro debe ser el sentido de la existencia de una entidad o de un dirigente revolucionario sino el propiciar la mayor alegría y tranquilidad a ese pueblo”.

Roberto Armas, quien se ocupa del análisis de los planteamientos en las Oficinas Auxiliares de la Asamblea Nacional, considera que en esto se evidencia, con mucha frecuencia, falta de acometividad, organización y control en las direcciones administrativas.

“Por ejemplo, cuando leemos las actas de consejos de dirección, explica, a veces descubrimos que señalamientos que les atañen se examinan superficialmente, o no se precisa cuándo o quién se encargará de la solución o de dar una oportuna y razonada respuesta, eso sin contar que no hay que esperar a que se reúnan los directivos para actuar sobre un problema, ni esperar al periodo de rendición de cuenta para emprender un maratón de soluciones, ni olvidarse de que algo resuelto puede de nuevo convertirse en queja si persisten las causas que la motivaron”.

Para qué voy a plantear algo si no lo van a resolver es un pensamiento predominante en muchas personas; pero es útil que sepan y puedan exigir en consecuencia que el proceso de atención a lo que expresa la ciudadanía —tanto en las reuniones de vecinos, como en los despachos del delegado, en otros encuentros o en cartas—, está detallado en el Acuerdo 6560 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.

Ese documento norma los pasos a seguir por las administraciones a todos los niveles de dirección y del papel de cada cual en la tramitación y solución de los planteamientos de los electores, y los clasifica en quejas, sugerencias, solicitudes y denuncias. Es por eso que conducir adecuadamente ese proceso requiere preparación y dominio.

Para asegurar la solución de muchos problemas se ha decidido irlos incorporando al Plan de la Economía, mas cuando este se incumple suelen darse diversas excusas, como que faltó o no alcanzó el financiamiento, que no se recibió todo lo necesario, que no llegó a tiempo, que no había con quién ejecutarlo, etc. Lo real es que si ciertamente la inversión estaba incluida en el Plan es porque tenía aprobado ya el presupuesto y firmados los contratos para los recursos materiales y humanos.

No pocos planteamientos tienen raíz en indisciplinas de los propios ciudadanos, en la tolerancia de autoridades administrativas y de representantes del pueblo, que han propiciado la aparición de microvertederos o el surgimiento desordenado de barrios donde no se podía, y es allí cuando los moradores después empiezan a pedir agua, calles o carretera, ómnibus y teléfonos, sin las infraestructuras indispensables, pero costosas, para llevar esos servicios que necesitan primero la escuela, el consultorio, el comercio, etc.

La diputada Ana María Mari adiciona un factor decisivo y es la importancia de que quien asuma alguna responsabilidad social “debe poner empeño en su capacidad de comunicar, pues entre otras habilidades y competencias necesita cumplir las reglas para una buena comunicación: saber escuchar a los demás, saber expresar adecuadamente sus argumentos con fluidez, con un lenguaje apropiado y con palabras comprensibles a quienes lo escuchan, y de garantizar que los otros puedan expresarse y también sepan escuchar, pues es necesario comprender lo que cada parte, en lo individual o colectivo, desea expresar y argumentar”.

“La Revolución Cubana propicia espacios de infinitas posibilidades para eso, como son los mecanismos del sistema de órganos locales del Poder Popular en la comunidad, la circunscripción, el Consejo Popular, las asambleas y sus comisiones de trabajo, así como de nuestras organizaciones políticas y de masas, en los centros de trabajo, de educación, de investigaciones sociales y en las secciones de opinión en la prensa, entre otros”, explica la vicepresidenta de la Asamblea Na­cional.

Si a ello unimos el genio colectivo, la experiencia acumulada por las masas en la épica de nuestro devenir histórico, y sobre todo la sabiduría de Fidel, quien siempre insistió en el hábito de no dejar de pensar y pensar hasta encontrar la solución de un problema, no habrá empeño que no pueda lograrse. En ese clima debemos juntarnos todos para lograr los objetivos de la próxima rendición de cuenta de los delegados a sus electores.

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motivado dijo:

1

18 de septiembre de 2014

20:12:58


Es un hecho irrebatible, que después del 59 nuestro pueblo participó de forma protagónica en cuanto quehacer había en el país guiado por las “organizaciones de masas” y el gobierno local, hace un grupo importante de años que no es así, es pertinente cuestionarse ¿por que? con urgencia antes de que el último motivado deje de estarlo.

miguel dijo:

2

18 de septiembre de 2014

21:07:38


Para nadie es secreto que el sistema de delegado de circunscripcion no funciona ni nunca funciono porque en realidad el delegado es un vecino que aunque tenga buenas intenciones no tiene poder de decision y su unico papel es hacer las reuniones en las cuales en el mejor de los casos se habla de los salideros de agua, de los huecos en la calle o de la falta de iluminacion y la respuesta que los vecinos reciben siempre es la misma. Las reuniones se programan y reprograman y solo hay un horario en que se pueden hacer que es a la hora del noticiero porque en horario de novela o deportes no hay un vecino que asome la cabeza. Este personaje que es el unico que el pueblo escoje es tambien el unico que nada soluciona. No creo que hay que esperar por el ultimo desmotivado creo que hace bastante rato los problemas de la poblacion nada tienen que ver con el delegado o las asambleas municipales ni nacional si no los resuelven cada persona por si solo le llega la vejez y todo sigue empeorando

guillermo dijo:

3

18 de septiembre de 2014

22:11:27


muy bueno este articulo , ahora necesitamos gue nuestros dirigentes lo estudien y lo hagan realidad

Alejandro González dijo:

4

19 de septiembre de 2014

02:11:42


El delegado de la circunscripción es un "suicida" que no puede resolver ningún problema y se encuentra entre dos fuegos: el de la población por una parte y el de los funcionarios estatales por la otra. El sistema ha demostrado que no funciona en más de 40 años. Hace falta establecer la elección directa de los jefes de gobierno en todas las instancias (municipal, provincial y nacional) y las cosas comenzarán a cambiar. Gracias.

Juan José dijo:

5

19 de septiembre de 2014

03:18:56


Me gasta ese comentario, es objetivo y claro, además me parece que en el momento histórico en que estamos, donde se hacen cosas y se toman medidas que descontentan al pueblo, como las Resolución Aduanera....Y ahora con la venta de las llamadas "Cajitas Decodificadoras", para la TV Digital, donde se han manifestados comentarios en contra de la Resolución y en contra del precio decretado al decodificador, es ahí en La Asamblea, donde el pueblo pone su voz y se pueden debatir, todos nuestros problemas de forma democrática y organizada....Y eso es lo que desea nuestro pueblo fidelista y revolucionario.....Qué así sea......

Bernardo Victor dijo:

6

19 de septiembre de 2014

03:48:09


Buen artículo. Pero vale apuntar que la asistencia a las reuniones de rendición de cuentas dejaría de disminuir si los electores sintieran que en ellas resuelven algo importante o sucede algo significativo en solución de los problemas que enfrenta la población. De igual modo, ganarían en fortaleza si los electores se sintieran más cercanos e involucrados con la Asamblea Municipal, si las reuniones de éstas fueran abiertas a la observación del público, si se anunciaran con anterioridad y si el pueblo viera en ellas rendir cuentas a los directivos de empresas, de establecimientos comerciales, de escuelas, de las direcciones provinciales de educación, salud y comercio interior, si rindieran cuenta allí a los delegados, pero frente a la población los dirigentes de nivel nacional. El Poder Popular es un sistema político sólidamente concebido, pero su potencial no se explota al máximo.

Jack Ripper dijo:

7

19 de septiembre de 2014

05:18:57


Muy interesante el artículo, es esencial que el pueblo participe en todas las decisiones por medio de sus delegados y diputados....Se trata de mejorar la gobernanza y que el pueblo vea que sus preocupaciones se atienden a todos los niveles. En ocasiones no queda claro como el pueblo puede influir en las decisiones de la Asamblea Nacional ni que se tomen en consideración sus preocupaciones y opiniones en regulaciones e instrucciones que emanan de los OACE. Debe lograrse que el poder, para que sea popular, esté más cercano al pueblo y el delegado no sea un mero tramitador de quejas y sugerencias para las cuales en la mayoría de los casos no tiene ni respuesta, ni recursos ni "autoridad para resolverlos.

Mabel Suárez dijo:

8

19 de septiembre de 2014

06:02:37


El artículo no responde ni a su título. ¿Quién es la máxima autoridad de la circunscripción? Evidentemente no es el Delegado y tampoco otras estructuras del Poder Popular. La vida diaria dice que no son ellos. Es el Estado que con sus Leyes quien debe hacer que sean de manera efectiva lo sean. Hoy no es así.

eduardo jose mejias ramirez dijo:

9

19 de septiembre de 2014

06:28:24


EXCELENTE COMENTARIO.DEPOJAR EL PODER POPULAR QUE ES EL PODER DEL PUEBLO,EXPRESION DE NUESTRA DEMOCRACIA DE TODO FORMALISMO .LA ASAMBLEA DE RENDICION DE CUENTA TIENE QUE SER EL EXCENARIO PRINCIPAL DE LA VIDA DE NUESTRO PAIS DONDE LA DIRECCIONES ADMINISTRATIVA INDEPENDIENTEMENTE DE SU SUBORDINACION LE RESPONDA AL PUEBLO CON RESPONSABILIDAD,SIN BUROCRATISMO,CON RAPIDES Y CREATIVIDAD

Santiago dijo:

10

19 de septiembre de 2014

06:44:46


Muy bueno el articulo, ahora hace falta que ahi se palique lo que se plantea y que no se quede solo en el papel. Uno de los municipios que sea el primeron que revisen es el Cerro donde el poder popular se ha convertido en una caricatura de mal gusto: Delegados que van a la circuncripcion solo el dia de la rendicion de cuenta y despues hasta la proxima no te enteras ni si esta vivo (Circunscripicon 60 de LAs Cañas), quitan a los que vedaeramente trabajan y ponen a marionetas como presidente de consejo popular. Y mas que evidente AL PRESIDENTE DEL PODER POPULAR DEL CERRO no le interesa nada de esto. Tres veces he llamado a su oficina para analizar esto conel y nunca puede recibir a un elector. Y los de atencion a la poblacion VIOLAN FLAGRANTEMMENTE LA CONSTITUCION DE LA REPUBLICA EN SU ARTICULO 63. Asi que de poder popular hablamos?

dr orlando gutierrez boza dijo:

11

19 de septiembre de 2014

07:41:38


importante articulo ,es preciso que los funcionarios,algunos sensibles a los problemas de la pooblacion y una gran mayoria insensibles en la practica a estas problematicas se vean como servidores publicos y sus organismos tengan diseñadas las vias para enterarse de los problemas de las comunidades y no esperar por los famosos planteamientos,para no dar respuesta ,sino enterarse de los mismos ,que se vean como servidores publicos ,que los problemas que plantea el soberano no es mas quer un termometro de su funcionamiento,,,,que el delegado fiscaliza y controla,que la poblacionb debe hacer uso de sus derechos constitucionales sobre todo del articulo 63 que le permite llegar a cualquier funcionario y obtener una respuesta ,en fin seria interminable la lista ,pero ademas desburocratizar la palabra PLANTEAMIENTO,que se elimine el papeleo que lleva esta actividad y que los gobiernos ,hoy, excepto las nuevas provincias, juez y parte ,tome medidas efectivas con aquellos directivos que hacen caso omiso a los delegados electos por el pueblo y no en pocos casos atienden inadecuadamente e incluso maltratan ,claro a nlos que se dejan maltratar,a nuestros delegados,lideres comunitarios y maxima autoridad del poder del pueblo en su circunscripcion ,sus demandas no son problemas son resposabilidades que no detectan los entes administrativos que separados de las masas en su accionar diario no cumplen su rol de servir al pueblo,,,pero nuestra revolucion suigeneris,socialista popular y esencialmente democratica sabra con la participacion de todos transformar de acuerdo a las condiciones actuales nuestro sistema de gobierno,nadie tiene que darnos lecciones,,nosotros mismos lo haremos

ramon dijo:

12

19 de septiembre de 2014

07:55:34


La visión del país comienza por el barrio, ese mismo barrio donde se mueve el Delegado y persisten los problemas sin resolver, sin que lo vea y sin que salgamos adelante. Yo sé que el delegado no tiene recursos, que tiene la autoridad que nosotros le dimos, pero el funciona en la Asamblea Municipal donde le dan tareas y lo convierten en un funcionario más, por tanto más carga en medio de las que ya tenía. Al pueblo hay que llegar, compulsarlo, motivarlo y eso , al menos en mi entorno no lo veo.

ggg dijo:

13

19 de septiembre de 2014

08:38:28


En mi opinión la gente no asiste a las reuniones del PP y a otras por FALTA DE MOTIVACION, todos son problemas sin solucion reunion tras reunion. Lo que hace falta dilucidar de quien es el PODER. Ejemplo: un delegado tiene como principal planteamiento REITERADO en su zona asfaltar las calles que estan bien deterioradas hace años. Recien se mudo un pez grande a la zona y pavimentaron la avenida XX completa, en otra calle asistieron a una fiesta peces grandes, y al otro dia toda la cuadra pavimentada, entonces con que cara el delegado se enfrenta a sus electores cuando dice que no hay recursos?

Eusebio dijo:

14

19 de septiembre de 2014

08:51:57


Veo al delegado del Poder Popular en un cuento porque todo es un cuento El Último de los Moicano El ultimo de decidir todo y no decide nada

Alberto Dominguez Suares dijo:

15

19 de septiembre de 2014

09:01:45


Buenos días hace ya mucho tiempo que no asisto a reuniones, le diré por qué. “deje de confiar” no en los delegados ellos no tienen la culpa, están entre nosotros y andan a pie sufren las mismas carencias que nosotros, el problema está en las personas que están más arriba que hacen mal uso de su cargo que no le dan soluciones a nuestros delegados. Y ellos si no dan la cara al pueblo. No soy una persona que se para en la reunión y expone lo que piensa solo me limito a mirar cómo se desarrolla, analizar todos los puntos de vista y veo la solución a lo cubano: por ejemplo mi pedacito de cuadra (La Salud Calle 68a %29 y 31 municipio Quivican (Mayabeque) desde que se construyó en el año 1989 nunca se ha asfaltado (tan solo 50 metros de largo) reunión tras reunión año tras año es lo mismo y nunca se ha hecho nada. En la actualidad ya tengo 2 niños y es un calvario llegar a la calle sin que se ensucien los zapatos para ir a la escuela. ¿Si un problema tan sencillo como 50 metros de calle no le ha podido dar solución en 25 años creen que se debe confiar y asistir? ¿Si usted le pide a una persona el mismo favor durante años y no le cumplen usted confiaría en esa persona? Saludos y mis respetos a los lectores. Nota: Donde digo favor quiero decir OBLIGACION.

abelboca dijo:

16

19 de septiembre de 2014

09:03:51


Este es un artículo muy bueno, pero tiene mucha tela por donde cortarlo. Llevamos 40 años con el mismo sistema de Poder Popular que se ha mantenido estático, no ha evolucionado para bien de todos nosotros. El problema principal de la ineficiencia del P. Popular en la base estriba en la forma de conformar el Presupuesto Económico en la APPP y las prioridades que ésta define en cada Municipio. Las asignaciones económicas y de inversiones son lineales y "caprichosas" y no contemplan en lo más mínimo la asignación de recursos financieros al municipio proporcionalmente al monto de sus ingresos ((impuestos, Etc.). Del presupuesto del municipio el delegado no tiene derecho utilizar recursos financieros y materiales de ese presupuesto para resolver los problemas en su Circunscripción. Por esto el Delegado es un simple trasmisor de quejas y justificador ante sus electores que no hay recursos y dinero para nada. Así no se puede ser representante del pueblo; es como ir a una batalla SIN BALAS.

Nancy dijo:

17

19 de septiembre de 2014

09:14:56


El poder popular, su concepcion como nueva forma de gobierno en su primera etapa, pienso que cumplio su cometido los delegados tenian la posibilidad de dar respuesta directa a los problemas de los electores, luego del período especial, sufrio como organo nueva forma de administracion, ya que el delegado no tenia recursos para administrar, esto además de las estructura de las asambleas fracionada con una distribuccion , pienso que lacera en gran medida la objetividad de estas ya que el delegado se desgasta en reuniones que no cumplen su competencia, la participacion de los directivo que tienen que dar respuesta objetiva a los no se cumple y se pierde la confianza, porque el problema no se resuelve y todo igual hasta la proxima rendicion, este mecanismo pienso que se tiene que analizar para que el pueblo mantenga la confianza en esta forma de gobierno y se mantenga a tono con los lineamientos PCC.

artemiseño dijo:

18

19 de septiembre de 2014

09:18:40


Buen artículo. Creo que hay que pensar en renovar el sistema, buscar más conexión entre los que toman las decisiones (el delegado no lo hace) y el pueblo: ...Una de las insatisfacciones de la ciudadanía está relacionada con las respuestas a muchos de sus planteamientos, porque no se le dan, no resultan convincentes, quienes las dan no las explican bien, no dominan la materia o sencillamente no se apegan a la verdad. Hay que lograr que los que den las respuestas sean los que toman las decisiones y no los delegados. Exigir que sean respuestas por escrito. firmadas por el funcionario responsable y después pedirles cuenta de los resultados. Habría que considerar la elección directa del Presidente de la Asamblea y la potestad del mismo para designar y destituir al Pdte del CAM (gobierno municipal) por malos resultados.

Katniss dijo:

19

19 de septiembre de 2014

09:22:08


El delegado es un simple mensajero, al cual se le utiliza cuando conviene- tema epidemiologico- pero nuestras leyes no le dan ninguna autoridad. No controla ni tiene conocimiento de los presupuestos o fondos territoriales asignados, y muchas veces tiene que ir a mendigar soluciones a la puerta de las mismas entidades estatales que crean los problemas con su mal trabajo. Es inaudito que en zonas de alta actividad económica, con ingresos considerables - ejemplo:habana vieja, centro habana, vedado y hasta miramar- las aceras estén inservibles, haya problemas con el agua y existan los mayores deficits de vivienda del país. Por esto nadie quiere ser delegado y las personas no van a las reuniones, donde algunos demagogos ha llegado al punto de decir que no se le pueden plantear problemas a la Revolución, sino soluciones.

Ana Hernández dijo:

20

19 de septiembre de 2014

09:43:03


Agradezco que aparezca este tema y se reflexione sobre él. No es de los temas asiduos en nuestros medios de comunicación y es una pena. Se hace muy necesario que todos conozcamos y comprendamos nuestro Sistema del Poder Popular. El delegado es el representante de sus electores, quien atiende sus inquietudes y puede organizarlos en función de encauzar las soluciones. No es un administrativo para resolver directamente las cosas. La asamblea de rendición de cuentas es un espacio que debe asumirse con la seriedad que lleva; es un espacio de diálogo entre el delegado y sus electores sobre los asuntos que le incumben. En este sentido, es bien importante tener conciencia de a quién elegimos para esta función. El elegido, a su vez, debe ser consciente de su responsabilidad como representante de sus electores y como miembro de la Asamblea Municipal.