A 125 AÑOS DE LA CAÍDA EN COMBATE DEL TITÁN DE BRONCE
Maceo, al caer la noche
¡Si hubieran sabido a quién mataban! ¡y quien era el muerto que allí yacía! Los cinco guerrilleros de Cirujeda se entregaron al despojo de los cadáveres como buitres que llegan primero, oliendo el botín, a quienes ya no espantan los truenos de la batalla. El campo estaba en silencio








