Pensar como país es sentir a Cuba como una casa
Pensar como país debería ser el ejercicio cotidiano de izar las velas de la innovación, de la creatividad, en lo más alto del mástil; potenciar la reservas de hacer que habitan en cada persona; limpiar de la mentalidad todo atisbo de herrumbre; abrirles las puertas de par en par a los jóvenes, sin que medien prejuicios








