El cáncer de mama no es un asunto exclusivo de las mujeres, pero son ellas las más afectadas, teniendo en cuenta que el primer factor de riesgo para padecer esta enfermedad es justamente pertenecer al sexo femenino. Ese padecimiento constituye la primera causa de incidencia y la segunda de mortalidad en las mujeres cubanas.
«Debemos como sociedad ganar en conciencia de que no tiene por qué fallecer una mujer con posibilidades de curación, si ello depende de su diagnóstico temprano y acceso oportuno a un tratamiento, para lo cual el autocuidado, autorresponsabilidad con la salud, el realizarse el autoexamen de mamas y la percepción de riesgo son esenciales», precisó la doctora María Caridad Rubio Hernández, Jefa del Programa Nacional para el Control del Cáncer del Ministerio de Salud Pública.
Estudios poblacionales demuestran que, en comparación con el mundo, Cuba tiene una alta sobrevida en relación con esta dolencia. «El 75 % de los pacientes con cáncer de mama se diagnostica en etapa temprana. Sin embargo, alrededor de un 25 % llega a los servicios especializados en una etapa avanzada de esta enfermedad, lo cual demuestra que aún hay mucho que educar en cuanto a la prevención», dijo la especialista.
El cáncer en dicha localización —refirió la también Máster en Atención Integral a la Mujer— continúa creciendo en el número de casos y se aprecia una estabilidad o meseta en la mortalidad, con una tendencia discreta a la disminución de muertes en el país por esta causa.
Al cierre de 2018, se diagnosticaron en el país 3748 mujeres con cáncer de mama y de estas fallecieron 1519 mujeres, según datos del Anuario Estadístico de Salud.
Rubio Hernández llamó la atención sobre el acelerado proceso de envejecimiento demográfico que vive el país, pues «tenemos más mujeres que cada vez deben ocuparse más de prevenir esta enfermedad», dijo.
La doctora Rubio Hernández señaló entre las acciones para el control del cáncer de mamas, la dispensarización, que debe hacer el médico de familia de su área de salud con el propósito de definir su población de riesgo, practicar un examen anual a estas mujeres y controlar a través de las consultas de genética sus subgrupos vulnerables.
Asimismo, mencionó el acceso de las mujeres a consultas especializadas, tanto en municipios como provincias o institutos.
«Para este programa tenemos preparados los recursos, pues cada año se diploman cirujanos, quimioterapeutas, radioterapeutas, entre otros profesionales», comentó la funcionaria.
Los cuidados continuos y el control de síntomas también forman parte del programa, refirió.
A su juicio, el diagnóstico temprano y la terapéutica oportuna en el cáncer de mamas es una de las localizaciones, donde más se invierte en recursos, y se encuentra a la vanguardia en la medicina personalizada, utilizando desde anticuerpos monoclonales, hasta terapias más personalizadas, que redundan en un aumento de sobrevida con calidad en las mujeres.
Para la experta, la toma de conciencia y de la percepción de riesgo para prevenir el cáncer de mamas es un mensaje también para los hombres, no solo porque esta enfermedad se puede presentar en un 1% en ellos; sino por la importancia de que participen junto a sus madres, esposas, hermanas, abuelas, amigas, compañeras…, procurando apoyarlas en la urgencia de acudir ante el especialista ante cualquier síntoma.
Hoy existen organizaciones como Alas por la vida, un proyecto de nuevo tipo, creado hace ya 15 años en la capital, con el objetivo de neutralizar o mitigar las secuelas sicológicas indeseables del diagnóstico y los tratamientos, proponiendo nuevas alternativas en el manejo de la mujer con cáncer de mama, mediante el apoyo a estas, su familia y la sociedad en general.
«El cáncer de mama es una enfermedad multicausal, asociada también a la genética—agregó—; se conoce que entre un 10 y 20 % de mujeres pueden tener mutaciones heredadas del cáncer de mama, es decir información genética, que se transmite de madre a hijas», explicó la doctora Rubio Hernández.
De acuerdo con la experta, ello significa que, si la mujer tiene un familiar como la madre o la abuela, que tienen un cáncer de mama, no puede descuidarse; porque por la línea genética está la posibilidad de que también lo desarrolle. Por supuesto, hay muchos otros factores de riesgo: la nuliparidad, el uso y abuso de anticonceptivos orales por más de 10 años no prescritos por facultativos, la obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo, la menarquia temprana y la menopausia tardía, entre otros.
Nuestra aspiración es que el cáncer se convierta en una entidad crónica y las personas puedan vivir muchos más años con calidad de vida, aún si padecen la enfermedad, dijo.
«Se trata de no permitir que perdamos tiempo, teniendo la oportunidad en un órgano como es la mama: externo, palpable, del que cada mujer puede conocer su individualidad, de poder realizar un diagnóstico temprano, que marca la diferencia de vivir», resaltó.
CÁNCER EN CUBA
- En Cuba, se espera que para el 2030 haya un aumento del número de pacientes con cáncer a más de 52 mil personas.
- El cáncer continúa siendo la segunda causa de mortalidad en Cuba y las estadísticas registraron en el 2018 el diagnóstico de 44 452 pacientes, de los cuales fallecieron 24 902.
- La tipología más frecuente es el cáncer de piel, aunque para ambos sexos el que aporta mayor mortalidad es el cáncer de pulmón y en el caso de la mujer, el cáncer de mama.
- La mortalidad por cáncer de pulmón hace más de dos años que tiene una sobremortalidad femenina.
- Según el Registro Nacional de Cáncer ocho provincias concentran el 42 % de la mortalidad por cáncer en el país: Granma, Holguín, Las Tunas, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Cienfuegos, Artemisa y Pinar del Río.
- Ocho provincias concentran el 72 % de la incidencia de cáncer en el país: Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Camagüey, Sancti Spíritus, Villa Clara y La Habana.
- El 20, 4 % de la población cubana tiene 60 años o más. En la mayoría de las localizaciones, el cáncer tiene como pico de incidencia la edad a partir de los 45 años, por lo cual es preciso prepararnos como sistema, para una mayor incidencia y mortalidad.
- Cuba emplea guías de tratamiento y medicamentos del primer mundo y apuesta cada vez más por tratamientos personalizados de acuerdo con las características de cada paciente.
- Existe garantía en el país de medicamentos y equipamiento necesario para la atención a los pacientes con cáncer, con especial atención en la población infantil aquejada de esta enfermedad.
PARA GANAR TIEMPO
El autoexamen de mama, y el haberse palpado algún nódulo, hoy es el principal motivo por el cual las mujeres llegan a las consultas de control de cáncer. No obstante, es importante insistir en que se realice con sistematicidad, señaló la especialista.
En ese sentido, los expertos recomiendan estar alertas y desarrollar con frecuencia acciones como el autoexamen mensual de mamas, una semana o diez días luego de la menstruación, con el fin de detectar cualquier irregularidad. En aquellos casos en los cuales la mujer no menstrúa, fue sometida a una histerectomía, está embarazada o en la etapa de menopausia, debe escoger un día fijo al mes en que se hará el autoexamen. Igual importancia debe dársele a exámenes como la mamografía, cuando esta es indicada por el médico.
AUTOEXAMEN DE MAMAS
Basta con estar un poco atenta a cualquier cambio en los senos y en el caso de que se aprecie alguno, no dude en acudir con rapidez al médico, que es el único profesional capacitado para valorar por medio de pruebas específicas si se trata de un cáncer de mama.
La autoexploración puede realizarse ante un espejo, para apreciar cualquier cambio en el color y textura de los senos. Una vez observadas ambas mamas, el examen se completa con una palpación.
¿QUÉ ESTAMOS BUSCANDO?
- Un bulto del tamaño de un guisante o una avellana (no tiene que ser doloroso). Una masa dura y densa, inmóvil al ser palpada.
- Anomalías asimétricas. Generalmente solo aparecen en uno de los senos.
- Pezón retraído (en una posición invertida a la normal).
- Cambios en el color de la areola (la piel de tonalidad oscura que rodea al pezón).
- Alteraciones en la textura de la piel de la mama (piel de naranja, rojeces, grietas).
- Incremento del número de venas visibles en uno de los senos.
- Asimetrías en el tamaño de las mamas.
¿CÓMO HACER EL AUTOEXAMEN?
- Colóquese delante de un espejo con los brazos caídos y compruebe que sus mamas se mantienen con el tamaño y la forma de siempre, su piel es lisa y no tiene arrugas ni asperezas y que el borde inferior es regular.
- Levante los brazos lentamente hasta ponerlos verticales y observe si encuentra alguna diferencia notable entre ambos pechos (como depresiones de la piel) o en las axilas.
- Con los brazos en alto gire su cuerpo y compruebe que no hay alteraciones en el perfil de sus mamas.
- Para proceder a la palpación, debe estar acostada. Imagine que su mama está dividida en cuatro partes o cuadrantes. Explore sucesivamente los cuatro cuadrantes de cada mama del modo siguiente:
- Lado izquierdo: Tumbada en la cama, levante el brazo izquierdo y ponga la mano debajo de la cabeza y con la mano derecha con los dedos juntos y estirados, vaya palpando sucesivamente los cuatro cuadrantes.
- Lado derecho: Levante el brazo derecho y con la mano izquierda reconozca los cuatro cuadrantes de su mama derecha. Explore las axilas detenidamente con las puntas de los dedos ligeramente curvados.
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Claudia Stevens dijo:
1
18 de enero de 2020
20:26:07
Murat dijo:
2
13 de marzo de 2020
07:53:38
lic: Miriam Castro Ávila dijo:
3
31 de marzo de 2020
13:55:40
Caridad Respondió:
15 de abril de 2020
09:06:54
lic: Miriam Castro Ávila dijo:
4
31 de marzo de 2020
13:59:51
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