Vacuna cubana contra el cáncer del pulmón: supervivencia y calidad de vida

Luis, Pedro Pablo, Eugenio, Olga, y Ramona reciben su ciclo de tratamiento con vacunas contra el cáncer de pulmón en el Hospital Neumológico Benéfico Jurídico de La Habana y manifiestan tener una vida social intensa con una supervivencia de más de tres años, después de ser diagnosticados con la maligna enfermedad.

Otra paciente, Virginia Mustelier Laborde, de 59 años, es principiante en el programa, vive en el municipio capitalino del Cerro, y vino remitida a esta institución asistencial por la doctora que atiende su centro laboral, un hogar de niños sin amparo filial.

Comenta que ya concluyó otros tratamientos con quimioterapia y radioterapia, por lo cual probará con las vacunas terapéuticas.

Ninguno de los pacientes conocen el precio del medicamento, tampoco lo han preguntado, y refieren recibir una atención esmerada por parte de los médicos, el personal de enfermería y los trabajadores del hospital.

Antes de aplicarse la vacuna esperan en un salón acondicionado con televisor, sillones, literatura variada y allí se conversa de cualquier tema, menos de enfermedades.

En la primera dosis el doctor Manuel Díaz Toledo, especialista en neumología y Jefe del Servicio en el hospital, le pide eliminar el hábito de fumar; comer una dieta sana, abundante en frutas y vegetales; usar cocimientos medicinales, que ayudan a las vías respiratorias; estar muy atentos a la reacción medicamentosa, aunque se conoce de la baja toxicidad de la vacuna con una mínima ocurrencia de efectos adversos.

Los pacientes llegan al hospital de forma espontánea o remitidos por su médico de la familia, se les hacen una consulta de clasificación y lo trasladan al servicio de quimioterapia, donde son tratados, en su mayoría con las vacunas. Todos son valorados por un equipo multidisciplinario de especialistas para verificar su diagnóstico y decidir los esquemas de tratamientos correspondientes, puntualiza Díaz Toledo.

Los ensayos clínicos sobre un fármaco cubano de este tipo datan de más de 25 años hasta obtener la CIMAvax-EGF® y VAXIRA® (también conocida por racotumomab), que fortalece la respuesta inmunológica del organismo ante el padecimiento, obtuvo su primer registro en Cuba en el año 2008 y forma parte del cuadro básico de medicamentos desde el 2012.

En la actualidad, CIMAvax-EGF® está registrada en Perú, Paraguay y Colombia.

“No constituye un medicamento curativo, pero estabiliza el tumor y lleva la enfermedad a una patología crónica no transmisible. – advierte el neumólogo- Es un tratamiento con durabilidad en el tiempo y se le administra al paciente mientras su organismo se lo permita. Al concluirse los primeros ciclos se observa buen estado general, con una incorporación a sus actividades sociales sin reacciones adversas de importancia”.

Con él coincide el doctor Sergio Fernández García, especialista de 2do grado en neumología, quien asegura que tratar a un enfermo con cáncer de pulmón es bien difícil, pues los pronósticos se hacen muy reservados, porque suele ocurrir metástasis a distancia en algún otro órgano.

“Cuando llegan al servicio, los pacientes disfrutan de la televisión, traemos películas y músicas para distraerlos. Hacemos interconsultas con psicología y practicamos dinámicas de grupo. Intercambiamos como familia para transmitir experiencias, apoyo y para mitigar la depresión”, señala el médico.

El hospital ostenta la condición de Referencia Nacional, por lo cual todo su personal se inserta en un programa de investigación dedicado a la neumología. Se imparten clases a estudiantes nacionales y extranjeros, en pregrado y postgrado, principalmente a los que se preparan como futuros neumólogos.

A su vez, desarrollan convenios de trabajo con varios países, entre los que se encuentran Venezuela, Colombia, Ecuador, y varias naciones africanas.

“A los especialistas foráneos les explicamos nuestras experiencias según el nivel en que se encuentren cursando. Le enseñamos la terapéutica y el manejo de estos casos. Le brindamos el conocimiento alcanzado y cómo buscar más en la literatura actualizada, además tutoreamos sus trabajos de investigación. A su vez participamos en los eventos nacionales e internacionales, dentro como fuera del país, donde se tratan las temáticas del cáncer y socializamos los resultados científicos. Nos interesa un aprendizaje mayoritario entre todos los profesionales para que cada uno aporte al conocimiento”, afirma el galeno.

Sus investigaciones la llevan en conjunto con el Grupo de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas, BioCubaFarma, principalmente con el Centro de Inmunología Molecular, donde se producen las vacunas.

Además las desarrollan con el Centro Nacional de Genética Médica y otras entidades cubanas dedicadas a las ciencias.

En la asistencia, el paciente se somete a análisis clínicos, imagenológicos y hemoquímicos para determinar si son candidatos vacunales. Luego aplican la medicación y observan atentamente la respuesta clínica del enfermo en la inmediatez.

Se citan con frecuencia y se miden los síntomas respiratorios, buscando determinar si hay estabilidad o progresión. Ante la respuesta dada por cada paciente se reajusta en el tiempo la medicación. “Nosotros llevamos un proyecto de investigación referente a la supervivencia de los pacientes y hemos concluido que la respuesta es alentadora”, asegura el doctor Fernández García.

Expone además, que el medicamento es “un producto inocuo, se asimila con facilidad. Se inyecta por una enfermera especializada y se somete a una observación por dos horas. Se valora la huella de la administración, la reacción inmediata, y el teléfono del servicio siempre está disponible. Acudimos de inmediato ante cualquier llamada. Le planificamos una consulta de neumooncología una vez a la semana. En fin, sentimos una cooperación entre ellos y nosotros, hasta convertirnos en familiares”.

La enfermera Teresa Zambrano Argumedo, con más de 40 años en la profesión y fundadora del programa de vacunas contra el cáncer del pulmón, se encarga de aplicar las inyecciones y también participa en los cursos y talleres referidos al tema.

“Las vacunas se suministran en los músculos de los brazos y los glúteos en el horario de la mañana. Hemos escogido el lunes para aplicar este tipo de tratamiento, en cuatro ciclos cada 14 días. Después se abren los ciclos a una vez cada 28 días y no debe ponerse la inyección fuera de las instituciones médicas. He visto muy poca reacción adversa, quizás temblores por unos cinco minutos. Recomendamos al paciente no tocarse la zona, ni masajearse, ni rascarse”, relata la enfermera.

Estos profesionales coinciden en destacar el hábito de fumar como la principal causa para desencadenar la enfermedad y recomiendan no iniciarse, ni siquiera por curiosidad. Para ellos, la voluntad de la persona en ser conscientes y responsables de la vida, vale para ser saludables y vivir por mucho tiempo.