ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Y el barbudo hablaba frente a la multitud como si tuviera al Apóstol a su lado.

Acompañándolo. Guiando el camino. Porque más que la estatua perpetuada en mármol –esa que a los cubanos estremece cada fibra del alma–, lo que estaba detrás del predio, en la Plaza, era la continuidad de un mismo pensamiento, como si discípulo y maestro se hubieran puesto de acuerdo.

Los hombres mueren, al menos físicamente, pero las ideas quedan y pasan de una generación a otra, alimentando esa herencia histórica. Puede que haya otras coincidencias, otros nombres, pero cuando se habla de Martí y de Fidel es casi imposible no encontrar ese nexo, el hilo conductor que evidencia cómo la prédica martiana ejerció una gran influencia en la formación moral, humana y revolucionaria del Comandante en Jefe.

Incluso desde sus años de estudiante, el líder histórico de la Revolución Cubana sustentó sus ideales y criterios de soberanía apelando a las doctrinas del Apóstol, y no en pocas ocasiones recordó aquellas palabras martianas que aseguraban que la libertad costaba muy cara, y era necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio. Fue en la propia Universidad, como Fidel mencionó varias veces en sus discursos, donde se hizo revolucionario, porque también ahí se hizo martiano.

De igual modo que el Maestro desenmascaró en su época al reformismo y al anexionismo como enemigos de la independencia de Cuba, y proclamó la inevitabilidad de la guerra contra el colonialismo español, así el Comandante llegó a la conclusión de que solo quedaba un camino para conquistar la libertad: el de la lucha armada, recordaba el investigador e historiador cubano José Cantón Navarro, en el prólogo del libro José Martí en el ideario de Fidel Castro, de las autoras Dolores Guerra López, Margarita Concepción Llano y Amparo Hernández Denis.

«El mismo Fidel explicaría esa coincidencia en 1971, ante los estudiantes de la Universidad de Concepción, en Chile. “Una profunda tradición nos venía desde Martí.

Cuando hablaba de la guerra explicaba: la guerra inevitable, la guerra necesaria. Fue toda una filosofía para justificar por qué y explicar por qué en nuestro país se acudía a la forma extrema de lucha puesto que a la patria no le quedaba otra alternativa de obtener la libertad. Nuestra Revolución siguió siempre esa técnica, esa prédica y ese estilo martiano”.

«Así, todos los pasos de Fidel están presididos por la irrevocable decisión martiana de pelear hasta la conquista de la libertad o entregar la vida en el combate. Este es, quizás, el primer legado de Martí a las generaciones que le siguieron: el de la lucha a muerte contra la opresión extranjera y el despotismo», afirma Cantón Navarro.

Quizá no encontremos un suceso más revelador que el juicio a los atacantes del cuartel Moncada y, en particular, La historia me absolverá. Allí, en el alegato, hallamos momentos trascendentales de la gesta revolucionaria y nombres que conocemos muy bien: Maceo, Gómez, Agramonte. Céspedes…, pero es Martí, una vez más, el hilo conductor de las palabras de autodefensa que Fidel esgrimió desde el encierro y que sostienen, ante los acusadores, el derecho de los pueblos a la insurrección contra la tiranía y la legitimidad de la lucha por la independencia de Cuba.

Quedó bien claro cuando el Comandante en Jefe señalaba que habían prohibido que llegaran a su celda los libros de Martí. «(…) parece que la censura de la prisión los consideró demasiado subversivos. ¿O será porque yo dije que Martí era el autor intelectual del 26 de julio? Se impidió, además, que trajese a este juicio ninguna obra de consulta sobre cualquier otra materia. ¡No importa en absoluto! Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han defendido la libertad de los pueblos».

O cuando dijo: «Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo; hay cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en el alma de la patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!».

Y si no bastaran las continuas menciones, nos queda aquello que llamamos coincidencias, aunque en realidad sean fruto del influjo que uno tuvo sobre el otro.

Fidel concluyó su histórico alegato con la frase «la historia me absolverá». Martí también había hecho un pronóstico similar en el discurso del 17 de febrero de 1892, conocido como La oración de Tampa y Cayo Hueso, al finalizar su oratoria con palabras de claras resonancias para nuestra Revolución: «la historia no nos ha de declarar culpables».

Esa identificación de ideales hace que el primer objetivo, expresado una y otra vez por los revolucionarios del Moncada, sea el de dar cumplimiento a los sueños nunca realizados de Martí, menciona Cantón Navarro. «En la memorable madrugada del 26 de julio de 1953, cuando llega la hora suprema y los jóvenes combatientes esperan las últimas instrucciones, se alzan las notas de nuestro Himno Nacional, y en la breve alocución de Fidel se destacan estas palabras: Si vencen mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí».

Pero la historia también hizo de las suyas pues, aunque fue una orden y no una casualidad –tal y como ha narrado la periodista Marta Rojas, premio nacional de Periodismo José Martí–, Fidel Castro fue fotografiado ante un afiche de José Martí en el Vivac de Santiago de Cuba, o cárcel municipal, luego del asalto al Cuartel Moncada.

Cuenta la periodista que casi fue un escarnio para los elementos del Vivac ordenarle que posara allí para lo que podríamos llamar «la foto oficial», donde el asaltante tuviera detrás al Martí que había ofendido, cuando en verdad estaban exaltando algo más que un símbolo para él.

Aquella emblemática imagen no solo ha quedado perpetuada en los libros de historia, sino que al verlos juntos y mirar la obra de cada uno, sabemos entonces por qué dos hombres separados por los anales del tiempo tienen tanto en común, como si estuviéramos hablando de uno solo.


CUBA Y NUESTRA AMÉRICA

El programa del Moncada era fundamentalmente martiano y esa continuidad en el pensamiento está en cada paso, en cada acción de Fidel, que nos enseñaría con el proyecto revolucionario toda la dimensión ética, humana, política, ideológica, internacionalista y antimperialista de José Martí.

Ambos, desde muy temprano, comprendieron que la Revolución Cubana ha sido una sola desde aquellas campanadas del ingenio Demajagua, un 10 de octubre de 1868, cuando Carlos Manuel de Céspedes otorgó la libertad a sus esclavos y dio el grito libertario de independencia.

Un 10 de octubre también, pero de 1899, el Apóstol se presentaría ante la emigración cubana en el Hardman Hall, de Nueva York, y expresaría: «(…) Tribunal somos nosotros aquí, más que tribuna: tribunal que no ha de olvidar que cumple al juez dar el ejemplo de la virtud cuya falta censura en los demás, y que los que fungen de jueces habrán en su día de ser juzgados. El que tacha a los demás de no fundar, ha de fundar. Entre nosotros, que vivimos libres en el extranjero, el 10 de octubre no puede ser, como no es hoy, una fiesta amarga de conmemoración, donde vengamos con el rubor en la mejilla y la ceniza en la frente: sino un recuento, y una promesa».

Fidel lo comprendió con claridad y lo expresó en el discurso pronunciado en el resumen de la velada conmemorativa de los cien años de lucha, el 10 de octubre de 1968. «No hay, desde luego, la menor duda de que Céspedes simbolizó el espíritu de los cubanos de aquella época, simbolizó la dignidad y la rebeldía de un pueblo –heterogéneo todavía– que comenzaba a nacer en la historia.

«(…) Esas banderas que ondearon en Yara, en la Demajagua, en Baire, en Baraguá, en Guáimaro; esas banderas que presidieron el acto sublime de libertar la esclavitud; esas banderas que han presidido la historia revolucionaria de nuestro país, no serán jamás arriadas. Esas banderas y lo que ellas representan serán defendidas por nuestro pueblo hasta la última gota de su sangre».

Fidel se inspiró igualmente en el ideario latinoamericanista e internacionalista de Martí y esbozó lo necesario de la unidad en Cuba, pero también en toda América como escudo ante los deseos expansionistas de Estados Unidos.

«(…) Cuando defendemos a nuestro país, tenemos la sensación de que estamos defendiendo también a nuestros pueblos hermanos de América Latina. Si aquella trinchera cayera, sería una tragedia para los pueblos de América Latina. Porque Martí lo dijo hace mucho tiempo, hace 95 años, y Martí fue uno de los más grandes pensadores de este hemisferio, uno de los más grandes profetas y visionarios. El día antes de su muerte, escribiéndole una carta a un amigo mexicano, lo dijo: “En silencio ha tenido que ser, y todo lo que he hecho hasta hoy y haré, será para impedir, con la independencia de Cuba que Estados Unidos se extienda como una fuerza más, sobre los pueblos de América. Es decir, una Cuba en manos de Estados Unidos habría sido esa fuerza más”.

«Si en Cuba la Revolución fuera derrotada, desaparecería la independencia de nuestro país. Revolución, independencia y soberanía son cosas inseparables en Cuba. No la pudieron conquistar en el siglo pasado; creyeron que caería como una fruta madura, como lo proclamaron una vez (…) El Apóstol nos trazó la imagen de una América Latina unida frente a la América imperialista y soberbia, revuelta y brutal, que nos despreciaba», señaló Fidel durante un encuentro con intelectuales brasileños, en el Palacio de las Convenciones de Anhembi, Sao Paulo, Brasil, el 18 de marzo de 1990.

Pero incluso mucho antes, en La historia me absolverá, ya el líder anunciaba que la política cubana en América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del continente. Y así lo hemos visto cumplir, no solo con América, sino en cada país que ha necesitado una mano amiga.

Angola, Etiopía, Sudáfrica, Namibia…, los sueños libertarios de estas tierras tienen sangre cubana en su historia, pues fueron miles y miles los combatientes que dejaron atrás lo conocido, su país, porque como dijo Fidel, ser internacionalistas es saldar nuestra propia deuda con la humanidad.

La colaboración fraterna de médicos, maestros, entrenadores deportivos, constructores y otros profesionales deja pocos espacios vacíos en el mapa del mundo. Y tales gestos de solidaridad son hoy parte de nuestra esencia, de lo que nos define como cubanos, y también como martianos.

UNA SOCIEDAD CON TODOS Y PARA TODOS

La entrega total, sin ambiciones, a la causa revolucionaria; los anhelos de conquistar la justicia para su pueblo y para todos los pueblos del mundo; la conjugación en su persona del heroísmo con la sencillez y naturalidad del ser humano; la inmensa capacidad como estadista político; lo oportuno de saber hacer en cada momento y lugar lo que corresponde; la convicción y la praxis de que las trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras… todo ello, al igual que en Martí, lo supimos cierto en Fidel.

Y si sentimos la presencia de Martí en el Moncada, en el yate Granma, en la Sierra, fue a partir del triunfo revolucionario de 1959 que empezaría a materializarse aquel sueño del Apóstol de una República donde la ley primera fuera el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.

Con la guía de Fidel, la Revolución construyó una sociedad de los humildes y para los humildes, con todos y para el bien de todos. La Patria se hizo soberana, independiente, democrática, justa. Comenzaría también la obra de transformaciones, de creación, de mejora en todos los campos y sectores.

«¡Al fin, Maestro, tu Cuba que soñaste, está siendo convertida en realidad!», anunciaba el Comandante en Jefe en un discurso pronunciado en 1960 en la Plaza de la Revolución, porque nuestro proceso revolucionario abolió los privilegios y la explotación, elevó las condiciones de vida del hombre y permitió a los cubanos soñar con un mejor mañana.

Como Martí, Fidel comprendió la necesidad de crear un partido de la unidad, que no fuera fuente de privilegios sino de sacrificios y de consagración total a la causa revolucionaria. «Martí hizo un partido –no dos partidos, ni tres partidos, ni diez partidos–, en lo cual podemos ver el precedente más honroso y más legítimo del glorioso Partido que hoy dirige nuestra Revolución: el Partido Comunista de Cuba, que es la unión de todos los revolucionarios, que es la unión de todos los patriotas para dirigir la Revolución y para hacer la Revolución, para cohesionar estrechamente al pueblo», sentenció el Comandante  en Jefe durante la velada solemne por la caída en combate del Mayor General Ignacio Agramonte, el 11 de mayo de 1973.

Hace más de 120 años que el Maestro cayó en Dos Ríos. Hace poco más de un año, toda Cuba se estremeció con la partida física de su mejor discípulo. Pero al igual que Martí no pensó solo para su tiempo, sino para el nuestro, Fidel dejó las líneas del camino a desandar, pues también tenía esa capacidad única de observar el horizonte, saber hacia dónde íbamos, llegar allá, y regresar para contarnos.

Diseño: Claudia García Martínez
COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Eddis Armin Perez Calzadilla dijo:

1

25 de enero de 2018

23:09:48


Sin dudas tenemos a esos dos grandes de nuestra historia, que nos guían cada día. No hay un sólo acontecimientos para el cual, no encontremos la respuesta de cómo enfrentarlo, qué hacer. Por eso siempre estataran junto a su heroico pueblo cubano, guiándonos y ganando nuevas batallas.

Ramón dijo:

2

26 de enero de 2018

01:49:11


Basta con decir y sentir: ¡YO SOY FIDEL!

michael vazquez dijo:

3

26 de enero de 2018

03:07:01


Para mí Cuba ha tenido el inexplicable privilegio de tener a hombres como Martí, Cespedes,Gomez, Maceo,Agramonte entre otros y a Fidel que sintetiza en sí mismo las cualidades de todos en una etapa historica en que Cuba más lo neesitaba.

Miguel Angel dijo:

4

26 de enero de 2018

04:20:58


Estupendo trabajo periodístico, maravilloso. Es uno de los mejores que he leído en nuestro querido Granma. Resulta muy difícil en tan corto espacio expresar tanto. Tenemos la honra y el privilegio histórico de contar con dos hombres extraordinarios, universales. Martí fue uno de los grandes pensadores del siglo XIX, nuestro invicto Fidel lo perpetuó en el siglo XX. Martí lo esbozó y Fidel lo llevó a cabo, teniendo las particularidades de la época histórica. Una casualidad de la histórica?, pienso que no, es una consecutividad histórica, una causalidad. Tenemos la fortuna de contar con un poderoso legado en el cual apoyarnos para construir una Patria bella y próspera para todos los cubanos. Es deber de las presentes y futuras generaciones inmortalizar sus ideas y su acción. Vivan eternamente Martí y Fidel!!!!! Gracias por el trabajo, excelente infografía. Puede ser utilizada en la enseñanza.

Jasón dijo:

5

26 de enero de 2018

05:52:04


José Martí fue el líder de la lucha contra el imperialismo español; y, Fidel Castro fue el líder de la lucha contra el imperialismo yanqui. No solo son referentes de sumo prestigio para Cuba, ambos lo son para el mundo. La búsqueda de un reparto más equitativo de la riqueza es lo que define a los buenos políticos y a las buenas personas en general.

Juana dijo:

6

26 de enero de 2018

08:01:48


Lo más hermoso al recordarlos es el humanismo que ambos le caracterizó, esos sueños de José Martí, impulsaron su pluma, dio fuerza a su voz, fue un visionario de su época, Fidel desde su juventud los retomó, como toda esa generación que en el 53 no permitieron que muriera el maestro en el año de su centenario de nacido, ha sido la continuidad y aún más profunda en un tiempo moderno, enfrentando adversidades. Fidel Castro, visionario también, pensador, ideólogo, estratega no solo cumplió esos sueños y anhemos de nuestro José Martí, sino que los sobrecumpió, dejó un ancho camino de posibilidades y herramientas para que las nuevas generaciones no pierdan la brújula desde esa vocación de que Patria es humanidad. Ahí están los hechos: viviendas, tierra, salud, educación. Bienestar para todos y por todos, creación en innovaciones en un país bloqueado con grandes intentonas de desestabilizadoras desde EU, ese gobierno de aves con garras que tanto denunciara nuestro Martí. Dos hombres que han marcado no solo para Cuba sino para el mundo el verdadero camino del progreso, la fortaleza en la unión, la solidaridad. Una ética escasa en estos tiempos difíciles de tantas avaricias y revanchismos. Dos hombre: Martí y Fidel, que siguen haciendo historia. MEMORIA ETERNA. CONTINUIDAD.

Ángel Parra dijo:

7

26 de enero de 2018

08:51:51


Fidel fue un Revolucionario original que evolucionó adecuadamente con los tiempos ,reconoció y admiro los aportes de su maestro Marti, los respeto y puso en práctica sus enseñanzas en todos los órdenes . Con la Dictadura de Bastista, Fidel vio los sueños de Marti , de la Independencia y contra el imperialismo, así como el bienestar del pueblo cubano, totalmente en peligro. Por eso se embargo en ese ambicioso y duro propósito de enfrentar la Férrea dictadura de Batista y el imperio que lo protegía y lo logró . Pero el alumno no se paró ahí arriesgaron sus vidas el y los suyos y superaron el Maestro y entendió que la garantí histórica para garantizar la libertad,bienestar e independencia del pueblo Cubano había que luchar por el Socialimo también .

estadounidense-cubano dijo:

8

26 de enero de 2018

10:10:50


PARA MI MODICO CRITERIO,CUBA HA TENIDO UNA SUERTE BIBLICA,DIOS,JESUCRISTO,ESCOGIO ESTA HERMOSA TIERRA,COMO ,OTRAS,ELEGIDA POR SU PODER DIVINO,PARA QUE NACIERA DOS HOMBRES TAN GRANDES,EN TODOS LOS ORDENES,POLITICO,SOCIAL,LITERARIO,HUMANISTICO.FILOSOFICO,DE ESTOICISMO,DE DESPRENDIMIENTO DE TODO LO MATERIAL,DE AMOR AL PROJIMO Y A LOS MAS DESPOSEIDOS , DE UN VALOR ESPARTANO Y UNA INTELIGENCIA DE GENIO.ESTAS PERSONALIDADES TAN GRANDE EN LA HISTORIA,SE DAN MUY POCA EN LOS SIGLOS.ESTOS HOMBRES,QUE HA SU VEZ ERAN TAN MODESTOS Y SIMPLES EN SU DIARIO ACCIONAR Y SE RELACIONABAN CON LAS GENTES,ENTRE MAS HUMILDES,MEJOR SE SENTIAN.ME REFIERO, LOGICAMENTE AL GRAN APOSTOL DE LA INDEPENDENCIA,JOSE MARTI Y AL LIDER DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCION MAS HERMOSA Y HEROICA DE ESTE HEMISFERIO OCCIDENTAL,FIDEL CASTRO.QUE ORGULLO PARA LOS CUBANOS DE SER COTERRANEOS DE ESTAS GENIALIDADES REVOLUCIONARIAS,QUE DIERON SU VIDA,PARA EL BIENESTAR DE LOS MAS HUMILDES,TANTO DE CUBA Y COMO DEL RESTO DEL MUNDO........ENRIQUE R. BALDOQUIN...DE LA CLOACA MAFIOSA,TERRORISTA Y CORRUPTA DE LA DICTADURA BANANERA DE MIAMI.......YO SOY FIDEL...YO SOY FIDEL

Osmany Martínez Díaz dijo:

9

26 de enero de 2018

10:27:14


Cuba es una tierra de grandes héroes y hombres extraordinarios que han sacrificado hasta la vida en aras de que la libertad e independencia cubanas fueran una realidad;ninguno ha sido olvidado porque todos han contribuido de una manera u otra a consolidar lo que somos hoy en día.Pero para nadie es un secreto que sobresalen dos gigantes en nuestra historia:el apóstol y el líder histórico de la Revolución Cubana;porque han sido determinantes como nadie lo ha sido para la historia cubana,dos hombres separados en el tiempo pero con un mismo ideal,ambos con el poder y la visión de preveer el futuro y regresar para contarlo.Martí es el más universal de todos los cubanos y Fidel su más fiel seguidor.

marlen-edupinar dijo:

10

26 de enero de 2018

11:36:19


Excelente artículo, todo lo que se diga de estos dos grandes hombres será insuficiente para explicar la grandeza de pensamiento y corazón. Cuando leo, escucho cosas como estas, me siento más orgullosa de ser cubana y además, educadora.

emilio Fernández lobeiras dijo:

11

26 de enero de 2018

13:30:59


Prohombres de la historia, unidos por la estrella solidaria, libertaria e independista soberana. Verdaderamente que en un siglo surgen lideres mundiales destacados, pero no, de la magnitud y talla de Nuestro Apóstol por la Independencia Cubana, y El Gigante de todos los Tiempos "El Comandante Fidel". A ambos, además, de unidad, patria, solidaridad, educación y antimperialismo, les une esa gran humanidad por el sufrimiento humano, sin protección y expoliado, y discriminado por esas oligarquías, y ricos envilecidos que despreciaban la dignidad, de los pobres. Denominador común diría yo, sentimiento Patrio, latinoamericano de unidad y antimperialismo. Mientras unos destruyen, al decir de Martí, otros construyen. Fidel y Martí, dos épocas de nuestra historia con un denominador libertario ¡VIVA CUBA LIBRE!

jesus ceballos trujillo dijo:

12

26 de enero de 2018

13:47:53


"Este 28 de Enero,se conmemora el natalicio de nuestro querido Apostol Jose Marti,que luchó y ofrendo su vida por la independencia de nuestra Patria Cuba, contra el "yugo esclavizador español".siempre lo recordaremos de generacion en generacion.Tambien tuvo la claridad de conocer,lo que se avecinaba peligrosamente contra los pueblos de nuestra America Latina,incluyendo a Cuba:"El Imperialismo Yankee".Recordemos siempre esta historica frase de Marti:"Conozco al monstruo,porque viví en sus entrañas! y mi honda es la de David".Gracias a nuestro querido Cmdte en Jefe Fidel,que siguio las enseñanzas de nuestro Apostol,recibimos nuestra libertad el 1ro de Enero del 1959,lo mas hermoso de nuestra Patria,donde vivimos orgullosos y libres por siempre.Amo a mi Revolucion,a mi hermano pueblo,a Fidel,a Raul,a todo mi Gobierno,a mis compañeros que ya no estan,pero que siguen viviendo en mi corazon,a nuestros martires y combatientes internacionalistas.Viva Cuba,viva el Socialismo por siempre!.

Elsy Zaldivar Marrero dijo:

13

26 de enero de 2018

13:56:38


Martí y Fidel, un solo hombre, una solo pueblo, una sola Revolución, la vigencia martiana es la que ha mantenido viva la llama de la libertad, la obra de Fidel, la certeza de que somos un pueblo libre, capaz de levantarse siempre que alguien quieres derrotarnos, ellos están y estarán presente, unidos y victoriosos

González Aguilar dijo:

14

26 de enero de 2018

14:40:01


Martí y Fidel, dos grandes de nuestra historia cubana... Martí, estará siempre para los cubanos.

odalis-edupinar dijo:

15

26 de enero de 2018

14:42:26


El privilegio del pueblo cubano es inclaculable, haber contado y contar con el más grande de los maestros y el mejor discípulo, multiplicador de su pensamiento y protagonista de la obra de la Revolución donde se materializó todo el ideario del maestro, son las armas con las que contamos para defender siempre nuestra Patria.

Liliam dijo:

16

26 de enero de 2018

14:50:04


Como dijera en su poema Nicolas Guillen Te lo prometio Marti y Fidel te lo cumplio esos son nuestros dos grandes hombres, donde su grandeza esta hoy presente en nuestros jovenes nuestros, pioneros en todo un pueblo.

Mireya dijo:

17

26 de enero de 2018

22:29:02


Marti es el mas grande de todos los cubanos para todos los tiempos

Guillen dijo:

18

27 de enero de 2018

15:40:34


Una continuacion de pensamiento y accion que debemos y juramos continuar no solo en el plano de la patria chica sino de la grande, la humanidad para que la gobalizacion como proceso natural no pierda de vista su esencia , El ser humano . Un tilin mejor y mucho menos egoista con el permiso de Silvio.

Miguel Garrido dijo:

19

29 de enero de 2018

07:19:21


Soy y siempre he sido Martiano,por lo tanto rebolucionario de pura cepa por lo tanto tambien Fedelista por que ambas ideas son las mismas.