Este macizo montañoso es una unidad geográfica de gran complejidad, tanto desde el punto de vista físico-geográfico como socioeconómico, lo que ha influido a través de los años en su ocupación y poblamiento. Permaneció con muy baja densidad de población hasta finales del siglo XIX, aunque desde finales del siglo XVIII algunos colonos de procedencia francesa ya habían iniciado aisladas plantaciones de café hacia la parte oriental de la Sierra. Dicho proceso incentivó la ocupación de tierras, a inicios del siglo XX, por parte de campesinos del llano, con la idea de aprovechar la vocación de los suelos en el cultivo del café, producto que ya poseía una significativa demanda en el mercado.
Progresivamente se produjo la migración de miles de campesinos pobres hacia ese territorio. Desplazados por la expansión de la economía azucarera ocuparon, incluso, las zonas más altas donde establecieron de manera precaria sus cultivos de subsistencia.
Luego del triunfo revolucionario de 1959, se priorizaron diversas acciones para revertir la pésima situación del campesinado de la Sierra Maestra: la campaña de alfabetización, las dos reformas agrarias, la construcción de escuelas, instalaciones de salud, viales, asentamientos y la electrificación.
Con la creación –por el Consejo de Estado– del Programa de atención a las montañas, conocido como Plan Turquino, el 2 de junio de 1987, se inició una nueva etapa de desarrollo integral en áreas de difícil acceso, sin descuidar la protección de la naturaleza y el interés para la defensa del país.

COMENTAR
maguero dijo:
1
12 de enero de 2018
10:43:23
Responder comentario