Dicen que Cuba es un eterno verano. Quizá sea por las altas temperaturas que nos acompañan casi los 12 meses del año. O por el ambiente festivo que se respira en las calles. O porque siempre hay un buen pretexto para darse el chapuzón en la playa, escuchar música y compartir con los amigos. Sin embargo, julio y agosto tienen su propia distinción.
Más allá de las graduaciones, las fiestas de fin de curso, los chiquillos correteando por toda la cuadra, y la aglomeración de personas que de pronto te encuentras en cualquier parte de la ciudad, durante este periodo estival la familia cubana suele, por lo general, pasar más tiempo fuera de casa. Entonces, recurre la misma interrogante:
¿A dónde vamos? Porque, lamentablemente, en ocasiones algunas ofertas más asequibles, ya sean gastronómicas o culturales, adolecen de buen gusto y calidad, y la experiencia termina siendo un dolor de cabeza –y de bolsillo– para los padres.
Durante un recorrido realizado por Granma a diferentes instalaciones recreativas en la capital, pudimos comprobar que para este verano se ha desarrollado toda una estrategia en función de que las opciones sean mejores y diversas, aunque los aseguramientos y la eficiencia del servicio apuntan siempre como el eslabón de la cadena más propenso a romperse, y sobre el cual habrá que insistir una y todas las veces necesarias.

CON EL FRESCOR DE LOS PARQUES TEMÁTICOS
Hacía 25 años que no funcionaban las fuentes y canales del Parque Almendares, los paseos en bote por el río habían quedado detenidos en el tiempo, y el anfiteatro –lugar de peñas y actividades infantiles– dormitaba en soledad. Pero eso pertenece al pasado. Ahora, cada una de estas áreas se presenta remozada y con nuevas posibilidades de esparcimiento.
Y es que desde noviembre del 2016 la instalación y sus predios –que forman
parte de las más de 700 hectáreas del Parque Metropolitano de La Habana– viven un proceso de rehabilitación y mantenimiento que incluyó además la reconstrucción del muelle y el embarcadero, la habilitación de diferentes servicios gastronómicos, la colocación de luminarias en exteriores, así como la reparación de zonas de juegos infantiles y del local de exposición de aves afectivas. Así comenta a nuestro diario, María Bianchi, directora en funciones.
Tales remodelaciones, que terminaron en febrero pasado, han hecho más agradable para el público asistir a espacios como las animaciones con payasos, los conciertos musicales, el alquiler del mini-golf, o las tardes habaneras en compañía de artistas de la talla de Ivette Cepeda, Osdalgia y Frank Delgado, entre otros.
En cuanto a las ofertas gastronómicas, un tema siempre de interés para el visitante, Carlos González, administrador de Recreatur en este parque temático, refiere que la cobertura de confituras y líquidos ha sido priorizada, especialmente por la afluencia de niños.
Al momento de nuestra visita (en la primera quincena de julio), estaban dispuestos para la comercialización cerca de 12 componentes en confituras y toda la gama de enlatados de Ciego Montero, además de los refrescos Coracán y Coral y los jugos de frutas naturales que se elaboran en la propia cafetería central.
La instalación cuenta además con una pizzería, una cremería y una parrillada. «En cuanto a los abastecimientos, si comparamos con años anteriores, la variedad es mayor pero los precios también son más bajos; por ejemplo, las pizzas tienen un rango de cinco a 12 pesos, y los espaguetis más caros cuestan diez pesos», asegura Carlos González.
Por otra parte, el Parque Ecológico Monte Barreto, ubicado en Playa, ofrece en estos días una imagen de acampadas, niños jugando fútbol, alquiler de ponis y parrilladas bajo los árboles.
Según expresa María Antonia Mesa Toledo, especialista principal de gastronomía del municipio, las áreas de la instalación fueron igualmente remodeladas con vistas a la inauguración del verano, el pasado 1ro. de julio, y se mantienen diferentes opciones gastronómicas como entrepanes, arroces mixtos, dulces, brochetas, refrescos y cervezas, ofertas que si bien pueden verse superadas por la demanda, cuentan con un plan de aprovisionamiento por parte de la Unión del Comercio y la Gastronomía.
De picnic también se puede ir al Parque Lenin, ya más alejado del centro de la ciudad, pero sin dudas una de las mayores zonas recreativas del país. Sin embargo, es su parque temático La Mariposa el que con frecuencia atrapa la atención de los visitantes, especialmente de los más pequeños que prefieren pasarse el día dando vueltas y vueltas en el carrusel o en las sillitas voladoras.
Cuando el equipo de Granma llegó al parque de diversiones, se encontraban funcionando 14 de 20 equipos con que cuenta la instalación; y entre los interruptos se encontraba el hidrodeslizador, el cosmonauta, la montaña rusa, el remolino de béisbol, el columpio gigante y el trencito, puntualiza Marisol Martínez, subdirectora de cultura del Parque Lenin. «No obstante, pretendemos llevar esa cifra a 19 antes de que finalice el año, y solo estaría quedando pendiente la montaña rusa que tiene un problema de estructura».
En las áreas del parque La Mariposa se han incorporado otras prestaciones como una cancha para la venta de comida italiana y un ranchón especializado en el pollo a la brasa, en tanto se mantienen otros de gran aceptación como la cremería, cuyo helado se produce en las propias instalaciones del Lenin, al igual que los pasteles, torticas, cakes y biscochos que sirven de acompañamiento.
«Los últimos meses han sido decisivos, de inversiones. No solo aquí en La Mariposa, sino que también concluimos la restauración capital del Acuario –con sus peces de agua dulce–, reabrieron las piscinas populares y La colina de los muñecos, y el complejo Rodeo se vio beneficiado con acciones de mantenimiento».
Asimismo, los monumentos a Celia y a Lenin, y el restaurante La Casa de la Amistad, tuvieron una expresión tangible en cuanto a las reparaciones.
Una obra que se encuentra todavía en fase de ejecución es el Anfiteatro, cuya estructura nos evoca a los foros griegos y romanos, pero que con el paso de los años, y el abandono, dejó de ser aquel inmueble en donde la población podía disfrutar de espectáculos al aire libre, en una patana que flotaba sobre el agua y desde bloques de piedra en forma de sillas y butacas. Ahora, entre la maleza y las rocas, se distinguen además obreros, buldócer y maquinarias de construcción.
Según indica la subdirectora de Cultura, una vez concluya el periodo de reparación, que se extenderá por los próximos meses, el anfiteatro debe mantener sus camerinos, baños y equipos de audio, con la única diferencia de que el escenario será fijo.
Cada una de estas instalaciones recuperadas puede, sin dudas, cambiar la imagen que muchas veces construimos alrededor de las ofertas estatales. Porque las condiciones materiales sí están creadas y se ha trabajado, desde el gobierno y el Partido provincial, para que prevalezca el sentido de servir bien al cliente. Acciones que no se concentran únicamente en los parques temáticos, sino que llegan también a los Círculos Sociales Obreros, balnearios, habilitación de nuevos servicios en zonas de playa, hasta las excursiones que se organizan desde los municipios capitalinos para el disfrute de niños y jóvenes.
Por supuesto, poco vale el esfuerzo antes concebido si una semana o un mes después de la visita de un equipo de prensa no se mantienen estos lugares como se concibió en un inicio; por ello no se pueden dejar de la mano el control y la calidad.
A medida que transcurra julio y agosto, será la propia población quien juzgue si los aseguramientos fueron realmente efectivos, si no escasearon los líquidos y las confituras, y si el trato del personal de servicio –quizá el factor más subjetivo, pero uno de los más determinantes– cumplieron las expectativas en este verano.
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Randy dijo:
1
14 de julio de 2017
07:23:33
MARICELA dijo:
2
14 de julio de 2017
07:40:42
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