
¿Incide negativamente en la salud humana el consumo de frutas a las que se han aplicado productos químicos para acelerar el proceso de maduración? Desde hace años, el tema preocupa a muchos lectores de este diario, quienes además de alarmarse ante los altos precios que alcanzan los alimentos en los agromercados, temen la repercusión que pueda tener para el organismo el uso de los llamados “maduradores” de frutas.
Opiniones como “considero que no es algo normal, lo natural es mejor” o “esas sustancias químicas deben afectar a las personas con el tiempo”, resumen algunas de las inquietudes percibidas durante un recorrido por varios mercados de la capital.
Roberto Arteaga, jefe de área del mercado ubicado en 17 y K, en el capitalino municipio de Plaza de la Revolución y abastecido por el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), comentó que “como es difícil detectar que una fruta viene con líquido, tratamos que todo lo que se venda aquí entre verde; la guayaba, la fruta bomba, el plátano, el mango, pero en otros lugares no sucede así”.
No obstante, otros dependientes entrevistados durante el recorrido dijeron no estar en desacuerdo con el uso de maduradores químicos, pues en otros países se emplean, siempre y cuando se utilicen en la forma adecuada.
Pero… como en cuestiones de ciencia la última palabra la tienen los especialistas, Granma conversó con algunos expertos, ante los disímiles criterios y especulaciones que existen sobre el tema.

¿DAÑINOS?
Gonzalo Dierksmeier, director de la Unidad Ciencia y Técnica Básica-Química del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal, indicó que existen tres productos que se utilizan en la agricultura cubana para lograr, mediante su aplicación en el campo, una mejor maduración fisiológica de los cultivos, un crecimiento parejo, un rendimiento superior y el control de malezas como la Orobanche ramosa en el tabaco, entre otros.
Dichos productos —Cletodim, Fluazifop-p-butilo y Etefon, conocido comúnmente como Flordimex— se incluyen en el listado oficial de plaguicidas autorizados por el Registro Central de Plaguicidas de la República de Cuba.
El especialista indicó que previo a su importación, esas sustancias han pasado por un proceso de registro en el país, realizado por una comisión científica integrada por 18 especialistas de diversos organismos como el Centro Nacional de Sanidad Vegetal (CNSV), el Ministerio de Salud Pública (Minsap) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Por su parte, Tomás J. Gómez Bernia, especialista de la Dirección Nacional de Salud Ambiental del Minsap, aclaró que las referidas sustancias no presentan propiedades acumulativas, ni efectos tóxicos como cáncer, trastornos nerviosos, trastornos teratogénicos (malformaciones en la descendencia), entre otros, siempre que se empleen en la dosis indicada y para lo que está indicado.
Según las regulaciones, en Cuba no está autorizado que ninguno de los tres se utilice como madurador en la etapa de poscosecha. Sin embargo, a nivel internacional, apuntaron diversos especialistas entrevistados, sí es permitido el empleo del Etefon con ese fin.
Con respecto a esta última sustancia, apuntó la directora del Instituto Nacional de Sanidad Vegetal (Inisav) Marlene Veitía Rubio, cuando decimos que no está autorizada que se utilice para la maduración de frutos, nos referimos a que su uso en el país aún no ha sido registrado con ese fin, lo cual no quiere decir que no se pueda emplear para ello, pues en otros países sí se utiliza con este objetivo.
“En el caso del Cletodim y el Fluazifop, explicó Dierksmeier, el efecto que tienen es de desverdización, es decir, el fruto está verde y se pone amarillo, pero no ocurren las transformaciones fisiológicas propias del proceso de maduración, entonces no tiene todo el sabor. En cambio, el Etefon es un producto capaz de madurar adecuadamente cualquier fruta.
“Al sumergir una fruta en Etefon, esta incorpora una parte de él a su tejido y entonces el producto se descompone en etileno —gas que produce el efecto madurador—, ácido clorhídrico y ácido fosforoso. Ninguno de ellos es tóxico, cualquier persona tiene una cantidad de ácido clorhídrico en el estómago muy superior a la que generan estas sustancias”.
Afirmación similar sostuvo Jacinto Gil Michelena, director de plaguicidas de la Dirección de protección de plantas del CNSV, quien corroboró que “no está demostrado que tenga ningún efecto nocivo a la salud pues con el Etefon se induce una cantidad de etileno para acelerar un proceso que la planta realiza naturalmente”.
De esta forma, y aun cuando, contrario a lo establecido, el Cletodim, el Fluazifop y el Etefon se empleen como maduradores después de cosechado el cultivo, el doctor Dierksmeier afirmó que ninguno de los tres tiene efecto acumulativo ni resulta perjudicial al organismo, pues presentan muy bajos niveles de toxicidad según la escala de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un trabajo publicado en Granma hace algunos años, el doctor en Ciencias José Carrera, quien por aquel entonces se desempeñaba como especialista del Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos del Minsap, manifestó que no estaba registrado en la literatura disponible que los residuos presentes luego de la aplicación del Etefon provoquen intoxicaciones agudas, “ya que se requiere de niveles elevados y consumos altos diariamente”.
Sin embargo, en la calidad de las frutas y la cantidad de vitaminas y minerales que aportan, sí repercuten desfavorablemente las altas dosis que aplican algunas personas para apresurar la maduración de los frutos, especialmente cuando son cosechados sin tener condiciones óptimas para ello.
“Si a una fruta bomba que no está madura, ejemplifica el doctor Dierksmeier, pero que tiene todos los componentes que requiere pues ha llegado a lo que se llama maduración fisiológica, y le faltan diez o 15 días para hacerlo espontáneamente, se le aplica el producto, madura adecuadamente y sabe normal.
“Pero si recogen una fruta bomba chiquita, muy tierna, y además de eso la maltratan en el traslado, pues se producen golpes y compresión al amontonar una encima de otra, entonces cuando se le añade el Etefon no se distribuye como debe y se originan las llagas y las quemaduras”.
El doctor Carrera también argumentaba en el trabajo referido anteriormente que el uso en dosis elevadas de esta sustancia provoca la fitotoxicidad del fruto (cambios de coloración) o deshidratación por excesiva maduración, lo que conlleva a la pérdida de sus propiedades. Los niveles de sólidos solubles y azúcares totales disminuyen, así como los de vitamina C y carotenoides.
Y qué decir del bolsillo del consumidor, el cual se ve notablemente afectado pues al llegar a casa luego de adquirir una mercancía, percibe que el color exterior en realidad no se corresponde con el sabor y calidad de la fruta.

¿INCONTROLABLE?
La Resolución no. 23 del 2000, del Ministerio de la Agricultura (Minag), establece en su artículo primero que los plaguicidas son planificados, balanceados y controlados centralmente por el Departamento de Plaguicidas del CNSV, que debe velar porque dichos productos sean distribuidos a los organismos que tienen autorizado su uso y porque se empleen de forma adecuada.
La Fiscalía General de la República informó que aquellos involucrados en el desvío, apropiación y utilización ilícita de este tipo de productos pueden incurrir en delitos de hurto, u otras conductas delictivas.
De acuerdo con el artículo 198 del Código Penal, referido a los delitos contra la salud pública, “todo el que se apodere, trafique, almacene, facilite, procese, reciba, emplee, transporte o exporte sustancias u objetos contaminados o contaminadores, o destinados a ser inutilizados o desinfectados, o los retenga indebidamente en su poder, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a dos años, o multa de 200 a 500 cuotas, o ambas”.
En un recorrido realizado por periodistas de este diario al Mercado de Abasto Mayorista El Trigal, algunos vendedores confesaron haber usado un madurador en los alimentos que ofertaban.
“El producto lo compramos por la calle”, manifestó a Granma uno de los comerciantes, señalando hacia un camión de fruta bombas, todas maduradas artificialmente, utilizando —según él— muy bajas dosis.
“Echamos una tapita de Flordimex dentro de 20 litros de agua, mojamos la fruta bomba y le damos un tiempo de cinco días para que madure”, explicó el vendedor.
Ante este panorama, es evidente que algunos mecanismos de control no funcionan, pues la trazabilidad de los productos escapa de las manos de los inspectores, sobre todo durante el proceso de comercialización.
ADEMÁS DE MADURADORES… ¿OTRAS SUSTANCIAS?
Algunos de los especialistas entrevistados manifestaron su preocupación por la posibilidad de que además de maduradores, personas inescrupulosas estén mezclando y aplicando productos inadecuados a las frutas, sin conocer a ciencia cierta con qué función se utilizan.
“Se han abierto nuevas formas de comercialización —comentó Tania Mulkay, investigadora del grupo de poscosecha del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT)— y entonces… ¿cómo se chequea o regula este fenómeno de los maduradores y de otros productos químicos o mezclas inadecuadas que las personas pueden aplicar?
“Hay fungicidas específicos para las etapas de precosecha y poscosecha. Existen productores que los aplican indistintamente, porque tienen un desconocimiento total y al final están usando una sustancia que no les resuelve el problema, porque no debía utilizarse en esas etapas”, añadió la ingeniera agrónoma.
El doctor Dierksmeier también se sumó a esta preocupación, pues prácticamente se desconoce qué otros productos puedan estarse usando para inducir la maduración o la desverdización de las frutas.
“Hemos sabido que hierben el aguacate, eso es cocinarlo, no madurarlo. La temperatura a la cual se ablanda destruye las enzimas que producen los azúcares, los almidones y las vitaminas. Entonces las personas se están comiendo una cosa blanda que sabe a hierba, no a aguacate. También sabemos que se usan otras cosas, algunas benignas como el carburo de calcio”.
Luis Alberto Camejo, administrador del mercado ubicado en 9na. y F, municipio de Plaza de la Revolución, manifestó sentirse preocupado pues no tiene forma de comprobar si a las frutas que adquiere de otras cooperativas les han sido aplicado o no, productos químicos.
Yamila Correa, especialista en Higiene y Epidemiología que atiende la zona y visita el recinto una vez al mes, alegó que su función es verificar la correcta manipulación de los alimentos y la higiene de los locales donde se expenden, es decir, solo puede analizar la mercancía desde el punto de vista bacteriológico.
“La comercialización de frutas se realiza de acuerdo con las normativas y regulaciones de los mercados —respondió la ingeniera Mulkay al referirse a los procedimientos existentes a nivel nacional e internacional— si en la etapa de poscosecha hay que aplicar un producto determinado con una dosis específica, debe hacerse así, porque cuando llegas al mercado internacional si detectan niveles de residuos por encima de lo que está permitido o trazas de productos fungicidas no permitidos, te rechazan la mercancía”.
El jefe del departamento de plaguicidas del CNSV, Jacinto Gil, corroboró que en el caso de la exportación, a los productos con ese destino se les realizan análisis fitosanitarios, donde se deben cumplir una serie de requisitos para que los países interesados los adquieran.
A los productos que circulan a nivel nacional, en cambio, no es posible realizarles todos los análisis, pues desde el punto de vista material no existen las condiciones.
“En teoría todas las provincias deben tener un laboratorio de sanidad vegetal para prestar esos servicios, pero en la inmensa mayoría de los lugares, no están en condiciones de brindarlos porque no cuentan con el equipamiento o con los reactivos necesarios para poder hacer los estudios de toxicología”, aclaró Gil. Eso sin contar que dadas las numerosas formas de comercialización que existen actualmente, resulta prácticamente imposible realizar este chequeo a todos los productores y vendedores.
La doctora Marlene Veitía explicó que existen laboratorios en el país acreditados con todas las regulaciones y parámetros que exige la Unión Europea para realizar análisis de residuos en las mieles que se exportan.
“Recientemente hubo un proceso (…) donde fueron acreditadas algunas técnicas para el análisis de residuos pero específicamente en mieles. Ya sabemos qué productos son los que hay que determinar en esas mieles, sin embargo cuando se reciben altos volúmenes de muestras es necesario emplear otras técnicas analíticas y aumentar la capacidad de procesamiento. En estos momentos los laboratorios tienen que pasar por un proceso de perfeccionamiento de algunas de las técnicas, pues no llegan a donde queremos”.
La doctora añadió que entre las acciones que actualmente se prevén para enfrentar el fenómeno se encuentran ampliar y mejorar las técnicas analíticas de los laboratorios en aras de detectar qué sustancias pudieron ser aplicadas a las frutas, mediante análisis multiresiduales.
También agregó que no siempre el aspecto físico o dulzor que tenga un producto puede definir que se haya utilizado un madurador. “Existen determinadas afectaciones en los frutos, dígase por problemas de enfermedad que le han ocasionado una sintomatología no acorde con las características que debe tener; o por presencia de virus, bacterias, hongos… que propician que la población infiera que el fruto ha sido madurado de forma artificial”. Es por ello que determinar a simple vista si la fruta contiene alguna sustancia de este tipo, es prácticamente imposible hasta para los especialistas, de ahí la necesidad de analizarlas en laboratorios adecuados.
TRAZABILIDAD, CUESTIÓN DE SEGURIDAD ALIMENTARIA
En reciente encuentro con la prensa, especialistas de entidades como el Minsap, el Inisav y la Fiscalía General de la República (FGR) se refirieron a la importancia de lograr una mayor trazabilidad en nuestro país, es decir, establecer procedimientos que permitan seguir el proceso de evolución de un producto en cada una de sus etapas.
“Debido a la cantidad de personas que participan en Cuba en la cadena de comercialización de un mismo producto, la trazabilidad llega hasta un momento determinado. El producto va del agricultor a las cooperativas agropecuarias o no agropecuarias, que pueden concurrir en el mercado El Trigal, ya ahí se perdió la trazabilidad. A los efectos de una investigación, es muy difícil establecerla”, comentó Reinaldo Cruz, Fiscal jefe de la Dirección de Verificaciones Fiscales.
Los especialistas alegaron que fue constituido un grupo de trabajo que labora actualmente en el diseño de una estrategia para enfrentar el fenómeno.
Tal como fue mencionado anteriormente, entre las acciones a realizar se prevé ampliar y mejorar las técnicas analíticas de los laboratorios. Pero ello no resulta sencillo debido a la incidencia de disímiles factores como el costo de las tecnologías; la insuficiente cantidad de laboratorios en comparación con las muestras de frutas que pueden recibirse (las cuales no deben demorarse más de dos días en ser examinadas, pues van perdiendo calidad), los gastos de transportación…
Como parte de este proceso, la directora del Inisav, Marlene Veitía Rubio, indicó que luego de varias reuniones entre las entidades que están vinculadas a las circunstancias en que se producen y comercializan las frutas, se estudia el registro en Cuba de uno o más maduradores (como el Etefon, reconocido internacionalmente con ese fin), así como el establecimiento de sus normas de uso.
“Ante la demanda que existe de madurar las frutas, existe necesidad de utilizar alguna sustancia para acelerar o acortar su proceso de maduración, sin que este producto cause daño a la salud de las personas.
“A nivel internacional (el Etefon) sí está registrado como madurador. En nuestro país la forma de maduración que está registrada es el etileno, el cual se aplica en cámaras, principalmente en la provincia de Ciego de Ávila, en plátanos destinados a la exportación o a la venta al turismo”.
La doctora Veitía agregó que actualmente se realizan gestiones con las firmas comerciales existentes en el país para registrar el uso del Etefon en un grupo de frutas.
Paralelamente, también urge revisar el marco legal relacionado con la comercialización, en lo referido a cuestiones como las normas de cosechas, manipulación y transportación; e incluir las normas de uso del o de los maduradores que se aprueben.
El uso de sustancias para madurar frutas (que pueden o no contribuir a este fin) constituye un tema polémico y que a todos preocupa. Gran cantidad de personas han dejado de comprar los frutos maduros, incluso hasta han eliminado algunos de ellos de su dieta básica por el temor a que contengan sustancias dañinas.
Como parte de los programas vinculados al sistema de la agricultura, en el país se viene incrementando la producción de frutales. También es prioridad rescatar aquellas variedades que desde hace años no se comercializan, teniendo en cuenta lo saludable y necesario que resulta el consumo de estos alimentos.
Pero como bien afirman los especialistas “no basta con aumentar la oferta”, también se requiere que los productos lleguen a la población sanos y que contengan los nutrientes que les son intrínsecos.
Registrar el uso de algún madurador para su empleo en la etapa de poscosecha, puede ser un paso para frenar la cantidad de productos que hoy circulan con ese propósito, utilizados en diferentes dosis y formas de aplicación. Aunque tampoco debe perderse de vista que ninguno de estos compuestos es una “varita mágica”, pues tampoco cumplen bien su cometido si la fruta no se cosecha en el momento apropiado.
Resulta imprescindible que todo ello también vaya acompañado de una mayor intencionalidad en la capacitación técnica de los agricultores —arista del fenómeno que resulta determinante— sobre el uso de estas u otras sustancias. A lo que tendría que irse sumando el necesario funcionamiento de mejores mecanismos de control fitosanitario que velen por la calidad e inocuidad de los productos y los derechos y la salud del consumidor.








    
    










COMENTAR
El plagueador dijo:
41
18 de agosto de 2015
17:46:08
MAgalys dijo:
42
2 de septiembre de 2015
10:57:37
Yaremy Álvarez dijo:
43
17 de febrero de 2021
19:19:01
Responder comentario