Musicando
¿Plagio con patente de corso?
Cuando hace unos días la icónica canción Ojalá del trovador Silvio Rodríguez fue mutilada e incrustada dentro de otra, pero de corte menor y sin ningún ápice de poesía (salvo el citado fragmento) asistimos no a un legítimo acto de creación musical o de préstamo artístico, sino a un temible y burdo movimiento en contra de toda norma de la industria y de la ética








