
El Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) nace con la concepción de ser una institución para la humanidad. Sus avances en el estudio y tratamiento de las enfermedades tropicales y otras así lo demuestran.
Durante la primera sesión del VIII Congreso Cubano de Microbiología y Parasitología fue recordado el importante papel que ha desempeñado Cuba en la medicina tropical, a partir de la obra histórica del doctor Carlos Finlay, en lo referente a los descubrimientos de las enfermedades transmitidas por mosquitos, y otros profesores cubanos como Pedro Kourí, Gustavo Kourí, José Antonio Valdivia, Pedro Más Lago, y Pedro Morera, de Costa Rica.
Asimismo, por su trabajo en el control de la lepra y la participación de la Isla en la eliminación mundial de enfermedades como la viruela la poliomielitis, la rubeola y el sarampión.
SIDA: PREVENCIÓN Y RESPONSABILIDAD
Una puesta al día sobre el seguimiento y tratamiento a la infección del VIH/Sida tuvieron los participantes al V Seminario Internacional sobre esta enfermedad en Cuba.
El doctor Jorge Pérez Ávila, director del IPK, refirió la importancia de las estrategias combinadas de prevención y terapias, al tiempo que resaltó las ventajas de un tratamiento temprano, el cual reduce la mortalidad, aumenta la esperanza de vida y disminuye significativamente la transmisión.
Asimismo enfatizó en la necesidad de conductas sexuales responsables, donde la pareja se proteja, un elemento fundamental para cambiar el curso de la epidemia.
Por su parte, la doctora María Isela Lantero, jefa del Departamento de infecciones de transmisión sexual y VIH/Sida del MINSAP, explicó a Granma que hoy en Cuba esta enfermedad sigue siendo un problema de salud para el grupo de los hombres fundamentalmente, y dentro de este, para los que tienen sexo con otros hombres.
La especialista llamó la atención sobre la necesidad de que las personas sean conscientes de su identidad serológica y que se adhieran al tratamiento responsablemente.
Hasta la fecha en el país han sido diagnosticados con este virus alrededor de 21 mil personas, de las cuales unas 17 mil permanecen vivas, con cobertura de tratamiento garantizada.
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