
La necesidad y validez de la creación de un registro nacional e internacional sobre muerte súbita cardiovascular (MSC) emergía como una preocupación de los profesionales de la salud hace apenas un año, en el primer simposio cubano celebrado sobre la temática.
De ahí la importancia de la reciente celebración del I Taller sobre Registros Médicos y Estadísticas de MSC en nuestro país. Al respecto declaró a Granma el Doctor en Ciencias Luis A. Ochoa Montes, presidente de la Sección de Investigación en Muerte Súbita, adscrita a la Sociedad Cubana de Ateroesclerosis, que el encuentro constituye un logro estratégico fundamental, que abrirá el camino hacia una mejor comprensión de la MSC. “Sin dudas este tributará a las transformaciones necesarias para desarrollar una estrategia común que permita —a las autoridades de salud— alinear las políticas sanitarias para responder a una de las principales emergencias médicas de la salud pública mundial”.
El Grupo de Investigación en Muerte Súbita (GIMUS), que cumple este año su vigésimo aniversario, tuvo la oportunidad durante el taller de poner a disposición de la Dirección Nacional de Registros Médicos y Estadísticas de Salud del Ministerio de Salud Pública, los resultados de dos décadas de investigación en una temática hasta el momento poco abordada por la comunidad científica cubana.
La muerte súbita cardiovascular se define como toda muerte natural debido a causas cardiacas, que se presenta con pérdida de conciencia brusca (muerte instantánea) o por síntomas de agravamiento del estado cardiovascular. Se produce en el plazo de una hora, tras el comienzo de estos síntomas agudos, en un individuo que presenta una cardiopatía, conocida o no por el paciente; pero el tiempo y modo de la muerte son inesperados.
Explicó el también profesor titular que el paro cardiaco súbito que evoluciona a la MSC, se constituye como un medidor esencial para determinar la magnitud del fenómeno, pues representa una forma de presentación en el espectro de la MSC.
Por otro lado, la carencia de elementos de organización y diseño educacional en este particular determina que una vez acontecido el evento no se desarrollen acciones como las maniobras básicas de reanimación cardiopulmonar —de parte de la población general y de los sistemas de rescate— que permitan disminuir los indicadores de mortalidad por este concepto.
El doctor Ochoa Montes explicó que a diferencia de la mortalidad cardiovascular total, la muerte súbita de origen cardiaco se ha incrementado. “Los reportes de Europa y Estados Unidos informan entre 400 mil y 500 mil episodios por año, lo cual representa mil muertes diarias y un evento cada minuto.
“El 80 % de los casos se presentan en el medio extrahospitalario. De ahí que la cultura de la población sobre cómo proceder ante la ocurrencia de un paro cardiaco súbito e inesperado, donde los primeros cuatro minutos son decisivos, así como contar con sistemas de emergencias que den respuesta inmediata, son premisas esenciales para lograr disminuir la epidemia de MSC”.
Las enfermedades cardiovasculares representan en Cuba actualmente la segunda causa de muerte, superadas solamente por las enfermedades malignas. Sin embargo, no existe hoy un registro oficial para la muerte súbita cardiovascular, que permita conocer la magnitud de esta entidad.
Estudios realizados por la Sección de Investigación en Muerte Súbita cifraron, para el 2012, una tasa específica de fallecimiento inesperado en el rango de 89,6 a 99,5 por 100 mil habitantes, lo que equivale del 11,2 % y al 12,4 % de las muertes naturales (un evento cada 48 minutos), señaló el entrevistado.
En la Clasificación Internacional de Enfermedades, a la mayoría de las muertes súbitas cardiacas se les incluye en el código 410, (infarto agudo del miocardio), lo cual influye en un registro estadístico deficiente que dificulta los estudios poblacionales y conocer la real incidencia de estos eventos.
Precisamente esta cita, que tuvo como sede la representación en Cuba de los laboratorios Sanofi Aventis, sirvió de escenario para favorecer el estudio de acciones encaminadas a favorecer su registro, lo cual permitirá aproximarse al conocimiento de su verdadera incidencia y contribuirá a la adopción de políticas de salud encaminadas a enfrentar, directamente, esta problemática. Una sociedad bien informada responde mejor a lo inesperado.








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Agustin dijo:
1
8 de octubre de 2014
09:36:07
Severo dijo:
2
9 de octubre de 2014
16:42:11
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