Vaticinios de octavos 100 %, pero ¿y en cuartos?

Ya el mundial de Brasil está en cuartos de finales y todo aquel que se aventuró en vaticinios, como los que se dieron aquí con el artículo La jicotea visita Granma, provoca y se va hasta octavos de final, el pasado 13 de junio, y el de Vaticinios del mundial a partir de octavos, envíenos el suyo, de fecha 26 del mismo mes, debe haberse estrellado en la Copa del Mundo más letal con las grandes estrellas y los equipos historia.

De las aventuras de pronósticos mencionadas, a la primera le quedan cinco pabellones de los ocho que están en cuartos de final. Mientras que el segundo examen obtuvo calificación máxima, pues se trató entonces de decir cuáles selecciones serían triunfadoras en octavos. Todas las que señalamos salieron victoriosas.

Si algo ha demostrado el mundial, además de hacer trizas las profecías, es que una cosa es el abolengo con el que se llega y otro el que se alcanza en las exigentes canchas de torneos de este tipo. Y esta última apreciación se mostró con todas sus fuerzas en la fase de octavos de final, pues los ocho ganadores de los grupos, son los que todavía buscan avanzar en la justa.

Por supuesto que de cara a los cuartos de finales, mantenemos lo dicho el 26 de junio, cuando dijimos que Brasil sería verdugo de Colombia; Alemania pasaría a costa de Francia; Holanda sobre Costa Rica y Argentina pasando por arriba de Bélgica. Aunque a decir verdad, las mayores preocupaciones frente a la nueva “bola de cristal” son Francia y Colombia.

Lo cierto que ahora el mundial juega en las alturas. Cuatro de las ocho selecciones guardan 11 de las 19 Copas del Mundo celebradas. Otra, como Holanda, ha salido subcampeona tres veces, en tanto Bélgica ya fue en una ocasión tercera. Solo Colombia y Costa Rica son primerizas en la fase de cuartos, pero se han plantado con tanta propuesta y proyección, que se rehúsan a dejar de continuar haciendo historia, esa que se escribe con los pies, pero con una caligrafía tan bella que nos deja con las manos llenas de una sana envidia.