La Comisión Disciplinaria de la FIFA (CDF) aplicó un severo castigo al delantero uruguayo Luis Suárez por morder al zaguero italiano Giorgio Chiellini en el partido decisivo del grupo D, en el cual los sudamericanos ganaron su boleto a octavos de final de la Copa Mundial con tanto clave de Diego Godín.
El organismo rector del fútbol acordó una sanción de nueve partidos oficiales con su selección y cuatro meses sin “ejercer cualquier clase de actividad relacionada con el futbol (administrativa, deportiva o de otra clase)”, de acuerdo al artículo 22 del CDF, que castiga las violaciones de los apartados 48 (agresión a otro jugador) y 57 (cometer una ofensa contra la deportividad de otro jugador) del propio reglamento disciplinario.
Después de recibir la defensa del ariete y la Federación Uruguaya, en la que alegaron que fue un choque y que no hubo intención alguna de morder, el comité se reunió el miércoles por la noche en un hotel de Copacabana por alrededor de una hora para deliberar sobre el asunto, y concertó el escarmiento.
De esta forma, Suárez se pierde lo que resta del Mundial de Brasil, y también quedará excluido de la selección uruguaya que intervendrá en la Copa América el año próximo en Chile. Además, no podrá actuar con su club, el Liverpool inglés, hasta finales de octubre, ni tampoco tendrá opción de ser traspasado hasta que cumpla la sanción, detalle que frustra su hipotético fichaje por el Barcelona o el Real Madrid, conjuntos que andan tras su pista.
En otro orden, deberá pagar una multa de 100 000 francos suizos (82.229 euros), y queda prohibido entrar en los recintos de todos los estadios durante el periodo de duración de la prohibición, y podrá acceder a los parques donde su selección dispute un encuentro.
La Federación Uruguaya ya ha anunciado que recurrirá, pero la reducción de la medida se antoja como una opción improbable, pues el comité disciplinario considera que fue una jugada de suficiente gravedad y también alega que el protagonista es de notoria reincidencia.
Es la tercera vez que Luis Suárez es sancionado por algo parecido, ya que anteriormente le pusieron siete partidos cuando mordió a Bakkal, siendo jugador del Ajax, y después otros diez choques cuando repitió la agresión contra Branislav Ivanovic, vistiendo ya la camiseta del Liverpool.
“No se puede tolerar este tipo de comportamiento en un terreno de juego, especialmente durante el Mundial, cuando millones de personas tienen la vista puesta en los jugadores. La Comisión Disciplinaria ha tenido en cuenta todos los elementos del caso y el grado de culpabilidad de Luis Suárez de acuerdo con lo estipulado en el Código Disciplinario. La decisión ha entrado en vigor en el momento en el que se ha comunicado”, ha declarado Claudio Sulser, presidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA.










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