Brasil vs. Chile y Holanda vs. México, los primeros octavos

Con Holanda, Chile y Brasil (que antes de jugar ayer también tenía pie y medio) en los octavos, solo faltaba discernir al segundo pasajero del grupo A entre México y Croacia. Y el Tri, desatado, destrozó a su oponente —pese a que le bastaba el empate— para sellar su pase a esa instancia por sexta edición consecutiva.

Ya durante la previa el técnico croata Niko Kovac y el mediocampista Luka Modric se habían encargado de echarle “picante” al encuentro al afirmar que ellos eran mejor equipo y tenían la fórmula para vencer a los mexicanos. No debieron hacerlo. En el fútbol nada espolea más a un equipo que el menosprecio del adversario y las declaraciones incendiarias terminan cobrando efecto de boomerang.

De ahí que los jugadores aztecas salieron más enchufados si cabe y poco a poco, con la paciencia de las estalagmitas, se le acabaron metiendo por los ojos a Modric, Rakitic y compañía hasta desquiciarlos con las dianas de Rafa Márquez, Guardado y el Chicharito, que pudieron ser más si el árbitro uzbeco Irmatov hubiera pitado un penal por unas manos clarísimas de Srna en el área y el zurdazo que Herrera mandó a la escuadra hubiera terminado siendo “el gol del Mundial”.

Croacia, que apenas alcanzó a rubricar el tanto de la honrilla y acabó jugando con uno menos, se convirtió en otra selección europea que se marcha a casa temprano, mientras en la Arena Pernambuco los hinchas mexicanos la despedían haciendo la ola al ritmo del conocido “Ay, ay, ay, ay, canta y no llores...” No por gusto, con esa renta, el Tri festejaba su clasificación, optando incluso al liderato del grupo, aunque esto último no se diese.

Simultáneamente, a fin de cuentas, en el estadio Mané Garrincha, el día que Brasil afrontaba frente a Camerún su partido centenario en los Mundiales, la canarinha de Scolari decidió soltarse el pelo: emitió por momentos algunos chispazos de jogo bonito, Neymar —que firmó el gol número 100 de esta Copa— se quedó como máximo artillero en solitario con otro doblete, y Fred perforó al fin la portería contraria.

Su único punto bajo si acaso fue Dani Alves que, lejos de la forma que lo hizo ser el mejor lateral derecho del mundo, acabará yéndose este año probablemente a París (no se sabe bien si para jugar en el PSG o comenzar otra brillante carrera como estilista).

El próximo rival de México, por tanto, será Holanda, que sin despeinarse demasiado —en su nueva versión resultona— supo encontrar también las fisuras del contrario solo con Robben y le soltó a Chile la “patata caliente” de tener que cruzarse en octavos con los anfitriones, precisamente la selección que más veces los ha eliminado (1962, 1998 y 2010) y a la que nunca en su historia ha podido derrotar como visitante.

Mientras, en su partido de trámite frente a Australia antes de irse al aeropuerto, España dio al fin en Curitiba con una victoria para mitigar en algo la decepción de su despedida prematura, con el suntuoso gol de tacón del “Guaje” Villa —viéndolo marcar uno se pregunta por qué el Bigotón Del Bosque no lo puso antes— y las florituras de Iniesta sobre el césped. En tanto, Xavi y Casillas otearon el encuentro desde el banco, confirmando el adiós de un equipo irrepetible que ha marcado un ciclo y ha sentado pautas. Se va un gran campeón, sí. Y ahora queda ver quién le toma el testigo.

Resultados. Grupo A: Camerún, 1 – Brasil, 4 (Matip, min. 26 - Neymar, 17, 35; Fred, 49; Fernandinho, 85); Croacia, 1 – México, 3 (Perisic, 87 - Márquez, 71; Guardado, 75; J. Hernández, 82). B: Holanda, 2 - Chile, 0 (Fer, 77; Depay, 90);  Australia, 0 - España, 3 (Villa, 36; Torres, 69; Mata, 82).