Gesler tiene 21 años. Apenas empieza a vivir, dirían algunos ancianos. Ve, desde la lejanía de la televisión y las redes sociales, los esfuerzos que hacen los bomberos en la zona del desastre en Matanzas.
Sabe que algunos han desaparecido y que eso implica la pérdida de colegas valiosos. Pero no ha aprendido a tener miedo, lo que escogió para su vida no se lo permite. Está listo al igual que sus compañeros para ir hacia allá, a enfrentarse a ese monstruo. Lo dejaron claro desde el primer momento.
— ¿Subteniente del cuerpo de bomberos con esa edad? – le pregunto.
— Sí, y Jefe del carro de bomberos del Comando Provincial de Sancti Spíritus Número 1, responde.
Sabe que la tarea es compleja, pero marcha junto a otros 12 bomberos espirituanos. Cuando pregunté a quién podría entrevistar, enseguida todos señalaron a Gesler Morell Lumpuy: sus jefes superiores y sus compañeros saben que ese muchacho «vale oro».
«Vamos a una tarea compleja —me dice— a trabajar en la extinción del incendio, a relevar a nuestros compañeros y a regresar con la tarea cumplida, con la satisfacción de un deber bien cumplido», añade como si toda su vida hubiese sido bombero.
Y quizás no sea así, pero sí ha crecido.
Por estos días una vertiente de opinión en las redes sociales trata de manchar el trabajo realizado en el desastre de la base petrolera de Matanzas: se alega que jóvenes sin experiencia fueron los que enfrentaron el fuego, atacando la estrategia del Cuerpo de Bomberos ante esta catástrofe.
Gesler tiene 21 años, lo repito, pero lleva siete de experiencia en los cuerpos de bomberos porque eligió desde los 14 ser voluntario. Luego pasó dos años en la Escuela de Bomberos en La Habana.
Su esposa, Rosabel Reyes, lo ve partir con orgullo. Entiende que es su deber porque ella también es bombera voluntaria y quizás guarda algún temor; pero dice que es la vida de él: «la vida de él es ser bombero».
Gesler vuelve a mirarme, erguido, con una seguridad que pocas veces he visto, antes de marchase, comennta: «Hemos visto a nuestros compañeros trabajando duro y nos preocupábamos por ello, porque somos una gran familia. Nos sentimos mal por los familiares de los que han muerto, pero allá vamos».
– ¿Qué dejas por acá Gesler?
– Es complicado. Cuando uno dice que va hacia ese lugar y mi familia está viendo las noticias: preciben el peligro. Mi mujer lo entiende, ella también es bombera; pero dejo una niña de tres meses, nuestra bebé, nos tenemos que separar unos días porque tengo que cumplir mi deber.
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gabriel perez dijo:
1
12 de agosto de 2022
19:30:45
Blas suarez dijo:
2
13 de agosto de 2022
16:13:16
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