Venezuela- Petróleo para la integración

MARIO ESQUIVEL

CARACAS (PL).- El proceso integracionista de América Latina, caracterizado en la actualidad por el creciente peso de su componente social, encuentra en los hidrocarburos una pieza clave con vistas al avance hacia una verdadera complementación.

En ese entorno, los analistas destacan que se aprecia una evolución desde esquemas marcados sólo por aspectos comerciales –facilidades arancelarias, cuotas de productos y libre circulación de bienes y servicios- hacia estructuras donde ganan espacio los intereses de la población.

Las modificaciones, añaden, están relacionadas con el elemento que aporta la orientación política de los gobiernos en el área, como son los casos de Ecuador, Bolivia, Argentina, Nicaragua, Uruguay, Brasil y Venezuela.

Precisamente, en esa última nación la industria petrolera, respaldada por una de las mayores reservas de hidrocarburos en el mundo, surge como un factor que contribuye a la integración energética en América Latina.

Con los precios del crudo en torno a los 50 dólares el barril, los mayores vínculos en esa estratégica área surgen como alternativa para el desarrollo, pues crea opciones para reducir el impacto de la factura petrolera en las naciones importadoras de ese vital recurso.

La política oficial en esa dirección se refleja en la actividad de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), involucrada en un amplio espectro de iniciativas de cooperación en la región.

Entre las propuestas fomentadas por Caracas, los analistas destacan a Petrosur, la cual agrupa en sus filas a naciones como Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay.

Figuran asimismo Petrocaribe, instancia de reciente creación con vistas a fomentar la coordinación y articulación de las políticas de energía, el uso eficiente de la misma, la cooperación tecnológica y el aprovechamiento de fuentes alternas, entre otros propósitos.

Ese esquema es visto además como una iniciativa política destinada a brindar facilidades -financieras y estructurales- para garantizar el suministro directo hacia los países del área, donde el mercado de los hidrocarburos se ve afectado por la intermediación y la especulación A las anteriores se añade Petroandina, propuesta a los países que conforman la Comunidad Andina de Naciones y donde en fecha reciente se concretó además el ingreso de Ecuador.

Analistas del sector mencionaron además proyectos de envergadura como el Gran Gasoducto del Sur, cuyo primer tramo entre Sucre (Venezuela) y Fortaleza (Brasil) recibió el espaldarazo inicial de los gobiernos de ambas naciones.

La mencionada iniciativa es vista como la columna vertebral del proceso integracionista en la región, añadieron.

La XXXI Cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), realizada en Río de Janeiro, sirvió de escenario a la firma por los mandatarios Hugo Chávez (Venezuela) y Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) de una declaración que establece el cronograma de trabajo de la mencionada iniciativa.

Sobre el tema, el titular de PDVSA, Rafael Ramírez, señaló que se acelera la parte inicial que une a Venezuela con Brasil, pero "hay otras iniciativas que se están desarrollando de interconexión energética en la región".

Asimismo, destacó que se diseñan los mecanismos para generar además "planes de desarrollo social, que tengan que ver con actividades que permitan mejorar la situación económico y social de toda el área circundante al Gran Gasoducto del Sur".

Esto último refleja una realidad donde las diversas iniciativas amplían su influencia fuera del propio campo del petróleo y gas, para aportar el financiamiento con vistas a la ejecución de obras en beneficio de las comunidades.

En ese sentido, PDVSA y Petróleo Brasileiro (PETROBRAS) acordaron el calendario de los trabajos de ingeniería previos a la fase constructiva de la obra, unido a varias empresas mixtas para la explotación de campos de crudo y gas natural.

Compañías de la región como Enarsa (Argentina), ANCAP (Uruguay), Petroecuador (Ecuador) y YPFB (Bolivia) se vinculan también a la petrolera venezolana en negocios de interés mutuo, más allá de un simple propósito de carácter comercial en las operaciones.

De esa forma, los recursos petroleros, que en períodos anteriores beneficiaban sólo a una parte minoritaria de la población y aportaban ganancias multimillonarias a las transnacionales, ahora se colocan en propuestas directas de interés social, además de fomentar las relaciones solidarias entre los pueblos.

 

 

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