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22 de Junio de 2001

Una premonición y una política transparente y diáfana expresada de antemano

Dos años y 8 meses antes de los hechos que hoy se analizan en torno a la monstruosa injusticia cometida contra cinco patriotas cubanos, Fidel, en entrevista sostenida con la CNN en Portugal el 19 de octubre de 1998, explicó con absoluta claridad y precisión la posición de Cuba con relación al derecho de nuestra Patria a defenderse de los actos terroristas contra nuestro pueblo organizados y financiados desde Estados Unidos, y cuáles eran los objetivos de esos patriotas que se jugaron la vida para obtener y transmitir información sobre dichas acciones criminales que se llevan a cabo con la tolerancia y complicidad de las autoridades de Estados Unidos. Por ello, Granma publica íntegramente la parte de esa entrevista donde se aborda el tema y que fue retransmitida en la Mesa Redonda de ayer.

LUCÍA NEWMAN (Periodista de la CNN).- Señor Presidente, como usted sabe, hace poco tiempo 10 cubano-americanos, personas de origen cubano, fueron arrestados en Florida, acusados de ser espías para su Gobierno. ¿Qué me puede decir al respecto?

Fidel Castro.- Lo primero que me llamó la atención, y así lo denunciamos en Naciones Unidas, fue que resultaba asombroso que el país más espiador del mundo acusase de espionaje al país más espiado del mundo.

Estados Unidos no solo tiene espías en cantidades industriales y gente de la CIA dedicada todo el tiempo a eso y a la subversión en su Oficina de Intereses en Cuba —cosa que nosotros conocemos perfectamente bien—, sino que sostiene relaciones con elementos y grupúsculos contrarrevolucionarios, con los cuales colabora y de los cuales recibe información. Tiene todo un sistema de espionaje montado, independientemente de que sus satélites son capaces de descubrir un gato en una azotea de cualquier casa de la Ciudad de La Habana o cualquier edificio; un espionaje técnico colosal por medio de satélites, por medios radioelectrónicos y de todo tipo, captando comunicaciones y buscando información. Capta todas las llamadas cubanas; no hay conversación que yo pueda sostener con cualquier dirigente latinoamericano o cualquier político en el exterior que no sea captada por Estados Unidos. Estamos sometidos a un espionaje total y feroz.

Entonces, lo que no entiendo bien es por qué han desatado este escándalo. Pienso que está un poco relacionado con ciertos hechos.

Me parece que las autoridades de Estados Unidos no han jugado realmente muy limpio, porque con motivo de todos los actos terroristas realizados por mercenarios centroamericanos, organizados y financiados desde Estados Unidos, se han producido ciertos cambios de informaciones entre autoridades norteamericanas y cubanas, y realmente yo no estoy muy seguro de que se haya hecho el mejor uso de los intercambios de informaciones sobre cosas que nosotros conocemos, y deben conocer que las sabemos por muy distintas vías.

Nosotros sostenemos la tesis de que el alquiler de los mercenarios y los programas terroristas son ideados, organizados y financiados desde Estados Unidos por la Fundación Nacional Cubano Americana, de lo cual hay pruebas, y una de ellas es esa que ha dado lugar al juicio famoso en Puerto Rico, donde, por cierto, al principal responsable no lo están juzgando, y se trata nada menos que de José Hernández, presidente de la Fundación, organizador del plan de atentado en la isla de Margarita y dueño de uno de los dos fusiles semiautomáticos calibre 50, con rayos infrarrojos y mirilla telescópica —ellos lo saben—; no lo han sometido a juicio. Sí, hay otros de la Fundación que están incluidos en el juicio; pero nos llama la atención que no hayan sometido a juicio al jefe. Y es muy raro que, incluso, a las informaciones que nosotros brindamos a la parte norteamericana se responda con una especie de cacería de brujas y con armar un gran escándalo en torno al tema de las personas arrestadas en Miami.

A nosotros nos llegan informaciones por distintas vías; nosotros recibimos informaciones porque hay muchos amigos de Cuba en Estados Unidos: hay norteamericanos que son amigos de Cuba, hay gente de países latinoamericanos que viven en Estados Unidos y son amigas de la Revolución, se oponen al terrorismo, se oponen a todas esas cosas. Hay personas que espontáneamente, de manera absolutamente espontánea —porque jamás Cuba ha obtenido información mediante empleo de dinero, ni ha tenido informantes pagados ni nada parecido—, han colaborado con nuestro país y han brindado informaciones a Cuba. Hay personas, entre las que se han marchado por distintas vías, en general las vías normales, que han viajado a Estados Unidos, eso lo admito francamente.

¿Pero qué nos interesa a nosotros de Estados Unidos? ¿Qué información nos interesa de Estados Unidos? Exclusivamente información sobre las actividades terroristas contra Cuba; información sobre los planes de sabotajes, de los que han realizado muchos; introducción de explosivos, de armas procedentes de Estados Unidos, de lo cual tenemos montones de pruebas; introducción de virus y bacterias desde Estados Unidos, es decir, guerra bacteriológica y, muy especialmente, graves actos terroristas organizados contra el país desde Estados Unidos.

Sí, a veces hemos enviado ciudadanos cubanos que se han filtrado en organizaciones contrarrevolucionarias, para informar de actividades destructivas contra nuestra Patria, y creo que tenemos derecho a hacerlo mientras Estados Unidos tolere que desde allí se organicen sabotajes, incursiones armadas, ametrallamiento de instalaciones turísticas, introducción de armas, explosivos y, sobre todo, brutales atentados terroristas.

Sí, a veces han marchado cubanos pero a buscar exclusivamente la información que nos interesa. Creo que la mala fe en esto consiste en haber pretendido presentar el problema como una búsqueda de información sobre las fuerzas armadas y sobre las actividades del ejército de Estados Unidos. Ahí es donde ha estado la pérfida intención, ahí es donde ha estado la trampa que han querido armar en torno a esto.

Yo sí te puedo decir que nosotros, en primer lugar, no estamos en guerra ni tenemos ninguna animadversión contra las fuerzas armadas de Estados Unidos; por el contrario, incluso se han producido algunos contactos accidentales. Cuando los acuerdos sobre las cuestiones migratorias se produjeron contactos e intercambios allí en la base con distintos oficiales, contactos respetuosos y públicos, delante de la prensa, de la televisión y otros medios, y se mantienen, incluso; cuando ha habido un problema, ha surgido cualquier cosa, se han establecido esos contactos.

Algunos prestigiosos militares retirados de Estados Unidos han estado de visita en Cuba más de una vez, legalmente, con permiso. Se han reunido con los dirigentes de nuestras fuerzas armadas; en nuestro propio país se les ha llevado a las academias, se les ha llevado a instalaciones militares, se les ha dado un excelente trato, y se ha desarrollado un mejor conocimiento, creo que útil, positivo, constructivo, que destruye prejuicios. Algunos de ellos han asumido actitudes valientes; algunos han planteado, incluso, críticas al bloqueo de Cuba, y, sobre todo, han expresado con claridad que Cuba no constituye ningún tipo de peligro para Estados Unidos o para la seguridad de Estados Unidos. Eso lo saben ellos muy bien, eso es ya una historia tan ridícula que no se le puede hacer creer a nadie.

Hay otro antecedente: el Pentágono analizó la cuestión, se le solicitó el análisis e hizo un informe bastante objetivo. Inmediatamente se produce una reacción: se retiene el informe, se intenta cambiar el informe del Pentágono por razones estrictamente políticas, hubo escándalo. Ya estaban acusando al Pentágono de mentir en relación con Cuba, que estaba ocultando la realidad, al extremo que se tardó varias semanas, hasta que publicaron el escándalo; yo no sé muy bien si hubo alguna modificación o no, pero sí leímos lo publicado sobre la introducción al mismo, interpretando, distorsionando, sembrando confusión. Es decir, por razones políticas se trató de menoscabar y restar objetividad al informe.

Es bueno decir aquí que a nosotros no nos interesa ningún tipo de información sobre cuestiones estratégicas de Estados Unidos, ni nos interesa ningún informe sobre su dispositivo militar, y no nos interesa en absoluto, porque carecen de utilidad práctica para nosotros. ¿Para qué queremos saber, por ejemplo, dónde están situados los cohetes estratégicos de Estados Unidos, qué instalaciones, qué protección, qué órdenes, qué sistemas de empleo, qué concepciones operativas? Nosotros lo que sabemos es lo que sobre eso se publica, y por lo que se publica se sabe muchísimo: del pensamiento militar, de las ideas, de tales estrategias de los proyectos de desarrollo de nuevas armas. No somos gran potencia, ni somos potencia nuclear, ni naval, ni aérea. Sabemos solo cómo debemos defendernos en cualquier circunstancia frente a la abrumadora tecnología de nuestro adversario principal.

Pero te voy a decir algo más. Pueden interesarnos los movimientos de instalaciones militares muy próximas a nuestro país. Por ejemplo, la base de Guantánamo; pero no hace falta tener ningún espía en la base de Guantánamo. Se ha convertido hasta en un lugar turístico: hay un observatorio donde, a través del telescopio, se observa allí todo; nosotros los observamos a ellos y ellos nos observan a nosotros.

No tenemos satélites en Estados Unidos de ninguna clase, y si acaso pudiera interesarnos algo con relación a algunas instalaciones de Estados Unidos próximas a Cuba, serían los movimientos de tropas que pudieran preceder una agresión a Cuba. Pero estamos conscientes de que en este momento no es esa la línea fundamental del gobierno, que la línea fundamental es otra: la de producir un desgaste, a través de la Ley Torricelli, de la Ley Helms-Burton, de la guerra económica, asfixia de la economía, la subversión por todos los medios posibles. En eso tienen puestas sus principales esperanzas, sin que descarten por ello, en determinado momento, el empleo de las fuerzas armadas. Pero los movimientos de tropas y unidades importantes se pueden obtener perfectamente por medios radioelectrónicos. No hace falta satélite, ni hacen falta espías, ni invertir tiempo en eso o cosa parecida. Esa es nuestra política.

                                               (Continuación...)

 

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