La importante obra, lastrada durante varios años por
insuficiencias en el proceso inversionista, como la espontaneidad,
la improvisación, la superficialidad, el incumplimiento de los
planes y la carencia de integralidad, comenzó a enderezar su rumbo
desde abril último, con el cambio del colectivo constructor y la
adopción de numerosas medidas organizativas por las partes
involucradas en la inversión.
A partir de ese mes asumió la ejecución del centro una brigada de
trabajadores de la Empresa de Desmonte y Construcción de la
provincia de Granma (apoyada por jóvenes baracoenses contratados),
en sustitución del colectivo perteneciente a la Unidad Básica de
Construcción de la Empresa de Logística Agropecuaria en este
territorio.
Wilberto Arias Madrigal, jefe de la obra, informó que han fundido
los primeros 10 patios de secaderos (de 42 metros de largo por 12 de
ancho cada uno), trabajan en el número once y deben sumar otro más,
antes de concluir el año.
Esta cantidad —precisó— debió ser mayor, pero lo impidió el
atraso existente cuando nos hicimos cargo de la tarea, la
inestabilidad en el suministro de cemento y áridos, más unos 12 días
de noviembre y diciembre que no pudimos trabajar por las lluvias.
Explicó el directivo de la brigada granmense que están en fase de
terminación el dormitorio, el tanque elevado, la cocina-comedor y la
garita de entrada a la instalación. "Todos esos objetos de obra
pueden concluir este año, si disponemos en tiempo de los recursos
necesarios, como falso techo, mosaicos y el completamiento de la
carpintería", aseguró para indicar seguidamente que también avanzan
en la ejecución del primer almacén de materias primas.
Osmar Navarro Breffe, especialista de servicio ingeniero y
representante de la Empresa Nacional de Proyectos Agropecuarios (ENPA)
en Guantánamo, quien se mantiene a pie de obra, explicó que hay un
cambio muy positivo en la ejecución de la inversión, pues ahora se
trabaja con motivación, seriedad y calidad.
Señaló Osmar que por sus exigencias constructivas (solo los
patios de secaderos suman 72) la edificación del inmueble tendrá
continuidad el venidero año. "Aspiramos, no obstante, a secar cacao
en la próxima cosecha grande (abril-junio)", sentenció.
Cuando se concrete ese resultado se evitará el cruceteo de más
del 70 % de las cosechas de café y cacao desde Baracoa hasta el
centro de secado de San Antonio del Sur (unos 160 kilómetros ida y
vuelta), con lo que ello representa en ahorro de combustible,
transportación, preservación de la calidad del producto y la
reducción de brechas al desvío de ambos granos.