Expertos
de Las Tunas señalaron que el comportamiento atípico de las lluvias
y el bajo acumulado de los embalses en el inicio del período seco,
incrementan la probabilidad de que la provincia se enfrente a una
intensa sequía el año próximo.
En el período húmedo, que comenzó en mayo y
concluirá el próximo mes, se han registrado lluvias que están sobre
la media histórica, sin embargo los aguaceros fueron locales,
alejados de las cuencas hidrográficas y de poca significación,
dijeron a la AIN directivos de la Delegación Provincial de Recursos
Hidráulicos.
Camilo Mas, investigador del Centro Meteorológico en
Las Tunas, explicó que la provincia es la de menor índice de
precipitaciones del país y con un clima eminentemente seco, sin
embargo en los últimos 30 años ha habido un incremento de los
fenómenos extremos de carencia de agua.
El especialista señaló como causas una mayor
presencia del anticiclón del Atlántico Norte en el área geográfica,
que inhibe la formación de lluvias, así como también la influencia
del calentamiento global y el incremento de la presión social y
natural sobre las reservas acuíferas.
De acuerdo con una investigación de la institución
científica, en los últimos tres años se han encontrado evidencias
del cambio climático en el territorio, como el aumento de las
temperaturas, el corrimiento de las estaciones y la inversión de los
regímenes de lluvias entre las zonas norte y sur.
La realización de grandes obras para el trasvase de
agua, la introducción de nuevas especies agroproductivas resistentes
a la sequía y la rehabilitación del acueducto y el alcantarillado,
forman parte de las medidas preventivas ante la inminencia de la
sequía intensa.
A juicio de los expertos, aún es insuficiente la
percepción del riesgo de la población y los organismos implicados,
además del poco uso de los estudios de peligro, vulnerabilidad y
riesgo en la toma de decisiones para el ordenamiento territorial y
económico.