Las obras Elogio de la altea o las paradojas de la racialidad
(Casa de las Américas), de Zuleica Romay Guerra; Esplendor y
decadencia del azúcar en las Antillas Hispanas, de Oscar Zanetti
Lecuona (Editorial Nuevo Milenio y Ruth Casa Editorial); Urología,
del Dr. Jorge Luis Sagué Larrea (Editorial Ciencias Médicas); La
regla de Palo Monte. Un acercamiento a la bantuidad cubana, de
Jesús Fuentes Guerra (Ediciones Unión); La dimensión espacial del
desarrollo sostenible: una visión desde América Latina, de José
Manuel Mateo Rodríguez (Editorial UH y Científico-Técnica), y
Ciudad del Nuevo Mundo, de Carlos Venegas Fornias Editorial
Marinello) recibieron ayer el Premio Anual de la Crítica
Científico-Técnica, 2012, que otorga el Instituto Cubano del Libro (ICL).
En presencia de Rafael Bernal, ministro de Cultura y de Edel
Morales, vicepresidente del ICL, el lauro, que pretende estimular el
trabajo de las editoriales así como el de los autores, fue entregado
en el capitalino Centro Cultural Dulce María Loynaz.
Arturo Sorhegui, presidente del jurado, se refirió en las
palabras de elogio a la difícil labor del equipo de trabajo por la
alta calidad de los títulos premiados y por el marcado interés que
mostró en escoger una muestra representativa de lo que dentro de la
especialidad científico-técnica se realiza en el país, lo cual se
manifiesta en la variedad de las obras presentadas.
Zanetti, en nombre de los premiados, agradeció la ardua faena del
jurado, que deslindó entre 39 obras las galardonadas, y reconoció la
labor de editores y diseñadores que trabajan también en la factura
del libro, por lo que consideró el reconocimiento como un premio muy
especial.