CARACAS.— El presidente Nicolás Maduro denunció planes de
magnicidio contra su persona, promovidos desde Estados Unidos y con
la participación del exmandatario colombiano Álvaro Uribe, en
conjugación con la derecha venezolana.
Durante una reunión con trabajadores del Metro de Caracas, Maduro
expuso la complicidad de Uribe en la tentativa homicida junto a
sectores de la oposición venezolana y el exembajador de Estados
Unidos ante la Organización de Estados Americanos Roger Noriega y el
exembajador norteamericano en Venezuela Otto Reich.
Álvaro Uribe está detrás de un plan para asesinarme: Uribe es un
asesino y hay sectores de la derecha venezolana en comunicación con
él para eso, afirmó.
Que lo piense bien la burguesía si ellos llegaran a hacerme algún
daño físico ya que sería difícil controlar a nuestro pueblo, pues
saldrían por millones a las calles a demostrar su fuerza con la
Constitución, a defender la Patria y la paz, dijo.
Ellos (la oposición) van a tratar de banalizar esta denuncia,
agregó Maduro al revelar que "están tratando de penetrar por vía
selvática paramilitares, pues han entrenado gente para esas cosas".
Pero a mí no me van a sacar de las calles yo ahora voy a gobernar
más desde allí junto al pueblo, expresó el mandatario, quien de ese
modo ratificó su disposición de continuar su Gobierno de calle,
nueva forma de gestión centrada en identificar los problemas de la
nación en contacto directo con la población.
Asimismo, criticó las provocaciones de la derecha que pretendían
desestabilizar al país "primero promoviendo la violencia en la
Asamblea Nacional y después atacando a su propia gente durante la
marcha del 1 de mayo, para culpar a los simpatizantes del gobierno".
Todo ello en aras de buscar una intervención extranjera en
Venezuela bajo la base de una supuesta ingobernabilidad de la
nación, aprovechando la visita del presidente estadounidense, Barack
Obama, a Latinoamérica, acotó.