CARACAS, 2 de mayo.—El Gobierno de Venezuela repudió hoy las
"desmesuradas e injerencistas" declaraciones del secretario general
de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza,
sobre los sucesos ocurridos el martes pasado en la Asamblea Nacional
del país sudamericano, cuando diputados opositores desplegaron una
pancarta en la que se leía "Golpe al Parlamento", considerado como
un acto de provocación por la bancada socialista.
Insulza dijo que esos incidentes reflejaban "la ausencia de un
diálogo político para resolver, en un clima de paz y entre todos los
venezolanos, los asuntos pendientes en ese país".
En un comunicado difundido hoy por la Cancillería venezolana, el
Ejecutivo nacional dijo que las palabras de Insulza estaban "en
evidente y estrecha coordinación con voceros del Departamento de
Estado y de la Casa Blanca".
Tales pretensiones —indica el texto— son "absolutamente cínicas e
inmorales", pues provienen de "quienes han minimizado e
invisibilizado los graves hechos de violencia fascista, ocurridos
como consecuencia del desconocimiento de los resultados electorales
por parte del candidato perdedor (Henrique Capriles)".
El canciller venezolano, Elías Jaua, rechazó la injerencia de
Estados Unidos y otros países en los asuntos internos de Venezuela,
y les recordó que "aquí hay plena estabilidad social y política",
según PL.
Mientras, en una entrevista al diario francés Le Monde, el
presidente venezolano, Nicolás Maduro, pidió respeto a Estados
Unidos y alertó de un ascenso de la extrema derecha en su país,
donde dijo impedirá "que aparezca un nuevo Pinochet".
Por otra parte, la oposición venezolana impugnó hoy ante el
Tribunal Supremo de Justicia el proceso electoral del 14 de abril
último, en un reclamo que incluye el cuestionamiento a todos los
elementos de los comicios, informó PL. Esta medida ya había sido
anunciada antes por el candidato perdedor, Henrique Capriles.