Instalaciones Panamericanas

Mantenimiento constructivo no es llover sobre mojado

HAROLD IGLESIAS MANRESA

Podrán pensar que es un camino trillado hablar sobre el deterioro de las instalaciones deportivas que se construyeron al Este de La Habana para los Juegos Panamericanos de 1991, pero no. Cada palabra escrita al respecto tiene el único afán de ayudar.

Foto: Yaimí Ravelo
El Complejo de Piscinas Baraguá entre las instalaciones sometidas a reparación.

Es difícil resistir los embates del tiempo, condiciones climatológicas no idóneas producto del salitre y otros efectos costeros, y explotación tras 22 años. Esas cuestiones, sumadas a la ausencia de una política de mantenimiento acentuada por la escasez económica causada por el periodo especial, hicieron colapsar a finales de diciembre del 2012 el Complejo de Piscinas Baraguá.

Pocos días antes se habían desarrollado con éxito los eventos correspondientes a los IV Juegos Cerro Pelado, con estabilidad en la recirculación del agua en las tres albercas, luego de haberse sustituido los intercambiadores. Justo entonces, una brigada eléctrica, con la misión de cambiar las luces, detectó la situación crítica existente en los pasagatos del techo, estructura a la cual se le desprendió un pedazo entre el área de la enfermería y la piscina olímpica, según explicó a Granma José Valdés, director de la instalación desde noviembre último.

"Ante ese llamado de atención se cerró el centro y se movieron los atletas de clavados hacia el velódromo, y los de polo acuático y nado sincronizado hacia el Centro de Entrenamiento de Alto Rendimiento (CEAR) Cardín, estableciendo sus áreas de entrenamiento en la EIDE de Matanzas y las piscinas de la Ciudad Deportiva, respectivamente", ahondó Valdés.

Lo cierto es que muchos coinciden en que no era preciso esperar por una situación extrema o un incidente de tal magnitud para emprender una obra de envergadura en el Complejo. Su estado era del conocimiento de todos, especialmente el del techo y sus estructuras metálicas, pues desde que se avista el lugar desde la carretera, la herrumbre y otras "heridas", captan la atención del visitante.

En ese contexto, desde el 11 de marzo último y proyectado hasta noviembre, la brigada de desmontaje del contingente Julio Antonio Mella entabló su combate con el techo. Ese será el primer paso de una acción inversionista que prevé para el 2014 cambiar la cubierta de dicho escenario.

EL ESTADIO PANAMERICANO

"Tenso es el panorama en el Estadio Panamericano, especialmente en lo concerniente a las torres de iluminación y el graderío. Se hizo un diseño y dictamen estimado para presupuestar el desmontaje de las primeras y en el caso de las gradas se requiere de una evaluación profunda en función de remodelarlas.

"Por sus características, es una instalación de envergadura, con disímiles afectaciones, pero es nuestro interés reparar lo reparable", argumentó Julio Falcón, director del CEAR Cardín, que además del Estadio y Complejo, comprende el velódromo Reinaldo Paseiro, las canchas 19 de Noviembre, el gimnasio de taekwondo y la Escuela Marcelo Salado, todas con afectaciones en mayor o menor medida, que van desde las pistas y superficie de las canchas, hasta el estado constructivo de piletas, dormitorios y otras áreas de dichos inmuebles.

NO TODO PINTA GRIS

El deporte para todos como una práctica de sano esparcimiento constituye una de las conquistas de nuestra Revolución. De no haberse diseminado por toda Cuba esta máxima, no habríamos alcanzado los resultados ni la condición de potencia mundial que aún hoy exhibimos.

"En 1959 apenas se contaba con 959 instalaciones de acceso restringido. En la actualidad hablamos de 5 000. Es verdad, el 70 % de ellas, según su estado constructivo, están evaluadas entre regular y mal, aseveró Antonio López Cubillas, vicepresidente de inversiones del INDER. El elevado nivel de explotación más una carencia total de una política coherente de mantenimiento conllevaron a su deterioro creciente", profundizó.

"Las limitaciones económicas impidieron que se acometieran obras de magnitud. No fue hasta el 2004 que se comenzaron a reparar las EIDE, proceso que abarcó cuatro años. Luego se trabajó en las residencias de nuestros atletas de alto rendimiento (entiéndase Cerro Pelado y CEAR Cardín), ante la necesidad de mejorarles sus condiciones de vida, proyecto en el que aún estamos inmersos y que se ha extendido a las áreas de entrenamiento", explicó Cubillas.

"En ese sentido, en el 2012 se realizaron 80 acciones significativas de mantenimiento, y en el año en curso se prevé continuar con el remozamiento del Latinoamericano, culminar la climatización del coliseo de la Ciudad Deportiva, acompañado de la reparación de su domo; concluir la primera casa-vivienda de la Marcelo Salado, además del rescate de la Mariposa del Fajardo y atender, de manera emergente, las torres de iluminación del Estadio Panamericano, acción no prevista, como tampoco lo estaba Baraguá en el plan de inversiones del año", concluyó el directivo del INDER.

 

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