La
XI edición de los Juegos Florales, dedicada a los escritores cubanos
Virgilio Piñera y Mirta Aguirre en el centenario de sus natalicios,
finalizó con la entrega de premios y menciones en cinco géneros.
Unas 140 obras en décima, y en poesía y cuento breve para niños y
adultos respectivamente, compitieron en el certamen literario,
efectuado durante tres días en la ciudad de Matanzas.
Este foro, con raíces en el siglo XIX, incluyó intercambios
académicos en comisiones de trabajos, recitales de poesía,
actuaciones del grupo Danza Espiral, presentación de materiales de
las editoras Matanzas y Vigía y conversatorios.
Hace 151 años la prominente poetisa cubana Gertrudis Gómez de
Avellaneda (1814-1873) presidió el acto de premiación de los I
Juegos Florales del Liceo Artístico y Literario de Matanzas, urbe
conocida desde ese siglo como la Atenas de Cuba.
Los Juegos Florales en la Matanzas de la centuria 19 estuvieron
estrechamente vinculados al desarrollo y esplendor de la localidad.
Con origen en Grecia y Roma antiguas, estas citas llegaron a
Barcelona-Cataluña en 1395, y aparecieron en la mayor de las
Antillas en 1859 con gran significación para el movimiento literario
local de la época, según estudiosos del tema.
En Matanzas, el Centro de Promoción Literaria José Jacinto
Milanés retomó en el 2002 estos encuentros considerados por
especialistas como fiestas de la inteligencia, la sabiduría y el
espíritu.