Allí no se han erradicado la espontaneidad, la improvisación, la
superficialidad, el incumplimiento de los planes, la falta de
profundidad en los estudios de factibilidad y la carencia de
integralidad al emprender una inversión, como está mandatado en el
lineamiento 116.
Esas son las causas por las cuales desde que en el 2009 la
Empresa Nacional de Proyectos Agropecuarios terminara la
documentación técnica, no se haya hecho nada hasta febrero de este
año, en que comenzó la ejecución de la obra, a cargo de la Unidad
Básica de Construcción de la Empresa de Logística Agropecuaria en la
provincia.
Lo anterior es fiel reflejo de no priorizar la trascendencia de
una tarea como esta, que favorece el de-sarrollo sostenible de esos
renglones exportables, sobre todo el cacao. Y aquí aparece otra de
las de-savenencias con los lineamientos, específicamente con el 118
del propio capítulo IV, en el que se lee: las inversiones se
orientarán prioritariamente hacia la esfera productiva y de los
servicios para generar beneficios a corto plazo, así como hacia
aquellas inversiones de infraestructura necesaria para el desarrollo
sostenible del país.
Estas incongruencias son las causantes de que esa obra, prevista
para dos años y medio, tenga, además de empezar tarde, otros 90 días
de atraso en general.
Si hoy inversionista y constructores argumentan que el estado
actual del Centro de Beneficio se debe a la carencia de equipos de
la unidad ejecutora, tales como hormigoneras, cargador frontal,
compactador, motoniveladora, ¿qué se hizo en el proceso de
preparación de la inversión?
El financiamiento apareció también como el problema clave en las
demoras para apuntalar que de los 11 objetos de obra iniciados, diez
presentaban atrasos, según dijo a Granma Miguel Guzmán Matos,
especialista principal de inversiones y proyectos de la Empresa de
Café y Cacao Baracoa.
Y volvemos a preguntarnos ¿problemas de financiamiento ahora,
después de dos años? ¿Nadie sacó la cuenta de lo que costaba, nadie
chequeó si la inversión era capaz de recuperarse con sus propios
resultados?
Otra deficiencia es la evaluación del proceso de calidad. En la
parte que han podido concluir, es decir, un segmento del primer
secadero, son palpables los problemas constructivos, al no darle la
debida terminación a la superficie pulida ni la curación al
hormigón.
Varios integrantes del colectivo transmitieron su preocupación
por los bajos ingresos que reciben como consecuencia de las
frecuentes paradas y por la extensión de la fecha de cobro. El día
de nuestra visita todavía no habían recibido su remuneración (sus
directivos desconocían incluso cuándo ello podría concretarse) y ya
habían transcurrido dos días desde la fecha límite.
¿Cómo cobrar sin trabajar, sin tener un rumbo o un cronograma por
etapas, que permita ir haciendo una evaluación del resultado, máxime
si se tiene en cuenta que el sistema de pago allí es el de ingreso
menos gastos? Los responsables de esta otra consecuencia que
perjudica al trabajador son los inversionistas.
No contar con este Centro de Beneficio ocasiona el cruceteo de
más del 70 % de las cosechas desde Baracoa a San Antonio del Sur
(unos 160 kilómetros ida y vuelta), lo cual representa un elevado
costo a la empresa baracoense, sobre todo en transportación, sin
descartar la afectación de la calidad del producto (no pocas veces
demorado en su traslado) y la brecha que se abre al desvío de ambos
granos.
Si la obra hubiera transcurrido por los cauces de un eficiente y
eficaz proceso inversionista, ya estuviera beneficiando todo el
cacao y el café producidos en Baracoa, sin el gasto antes señalado.
Cane es una comunidad rural ubicada a algo más de una decena de
kilómetros al norte de la Ciudad Primada de Cuba. La construcción
del Centro de Beneficio de Café y Cacao en este lugar obedece, sobre
todo, a su régimen de precipitaciones (moderado si se compara con la
mayoría de las zonas del municipio), a la buena infiltración del
agua y a la alta incidencia de la luz solar.
Su necesidad nadie la pone en duda, tiene valor para la economía,
pero más dañinas que no contar con ese Centro, son las deficiencias
que pudimos constatar allí.
Justamente, coincidiendo con nuestra presencia en Cane, un grupo
de trabajo de la Dirección Integrada de Proyectos (DIP) en
Guantánamo iniciaba una visita a la obra para evaluar,
pormenorizadamente, las causas de los atrasos, empleo correcto de
los recursos recibidos y la calidad de lo realizado. Nunca es tarde
cuando la dicha... , pero lo que se impone es replantearse la
inversión, porque otro refrán reza que árbol que nace torcido... y a
esta inversión no hay quien le enderece el rumbo. Hay que detener en
esta y en cualquier otra, el divorcio con la política inversionista
aprobada por el Sexto Congreso que, como el resto de los
lineamientos, fue obra de uno de los debates más ricos en el que
todo el pueblo, con su participación, expuso el destino de nuestra
economía.