Heredad y acento musical
Dilbert Reyes
Rodríguez
La misma noche en que Fidel pensó y materializó la creación de
los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Miguel Cisnero Tornés
era uno entre el grupo de vecinos que, en una calle de Manzanillo,
salió tras el discurso a opinar cómo concretar allí la idea del
líder cubano.
Miguel
Cisnero (al centro) y sus hijos, al recibir el premio.
Hoy tiene 81 años, y hace pocos días las palabras se le anudaron
en la garganta cuando, en nombre de la familia que fundó —la esposa
ya fallecida y sus seis hijos—recibió el nacional Premio del Barrio.
En los últimos 52 años, el árbol familiar Cisnero-Gil se hizo
frondoso a la par de la mayor organización de masas en Cuba, y en la
historia de vida de estos padres e hijos puede contarse muy bien la
evolución cederista en la urbe costera de la provincia de Granma.
"Como casi todos los cubanos que vivimos la fecha histórica del
28 de septiembre de 1960, María (la esposa) y yo fuimos fundadores,
y aunque los niños estaban lejos de la edad para el ingreso, nunca
estuvieron ajenos al Comité.
Pachi
Naranjo, esencia de pueblo en el escenario y en las calles.
"Ellos maduraron simultáneamente con la Revolución, conocieron
los peligros que la amenazaban, y comprendieron la necesidad de
defenderla desde la propia casa. El CDR fue la mejor trinchera.
"Crecieron al calor de mi ajetreo en la organización. Mis hijos
crecieron viendo la seriedad de ese compromiso, y quizás por eso los
seis lo asumieron igual. Todos han sido o son dirigentes de los CDR
en diferentes niveles, y fieles cumplidores de los deberes que
entraña ser miembro de la organización. Digamos, por ejemplo, el
humanísimo acto de donar sangre. Cada uno de nosotros lo hace y
entre todos acumulamos casi 400 donaciones.
"El premio es para mí en extremo emocionante, pero a la vez
alimenta un sano orgullo de padre y revolucionario. Tener a mis
hijos juntos es motivo de felicidad, y si los CDR han sido un modo y
una expresión de nuestra unión familiar, agradezco doblemente la
oportunidad de ser parte de ella".
CREACIÓN CON ESENCIA POPULAR
Pero el término familia —cuando el carácter es humilde y la
actitud siempre afable— suele trascender del lazo consanguíneo a la
simple convivencia, a la amistad sincera o a la admiración profunda
de un "seguidor" anónimo.
Eso ha pasado con el maestro Wilfredo "Pachi" Naranjo, merecedor
también este año del Premio del Barrio; quien confiesa que nada en
su carrera musical, sobre todo al frente de la Original de
Manzanillo, ha estado ajeno al carácter del pueblo.
"Es que nació de él y se debe a él. En su seno encontró la razón
de ser. Si la orquesta trascendió, ha sido precisamente por su
invariable arraigo popular durante los 49 años de existencia",
afirma.
"Para comprobarlo véanse en sus conciertos como reúne a toda la
familia, desde el niño hasta el abuelo; una mezcolanza genuina que
evidencia cuántos se identifican con nuestra música.
"Tal vez la organización que ahora cumple 52 años, sea uno de los
argumentos más fuertes que le confirmen a la Original el apelativo
de Orquesta de la Familia Cubana.
"Si esta se escucha y hereda en la casa, si está en cada fiesta
popular, en cada aniversario cederista, si la mayoría de las
actuaciones son en el reparto urbano y en la comunidad montuna donde
también funciona el Comité, si en cada espacio de reunión familiar
está la Original¼ , entonces puedo asegurar que la vinculación con
los CDR es total; pues ¿qué otra cosa son los Comités de Defensa de
la Revolución sino una gran familia formada por muchas otras?". |