GINEBRA.—
Ante el Consejo de Derechos Humanos el delegado cubano, Yusnier
Romero manifestó el desacuerdo de nuestro país con el reclutamiento
y uso de mercenarios, ya que esas acciones son contrarias a la ley
internacional y afectan a personas, pueblos y naciones enteras, por
lo que deben ser prohibidas.
Romero explicó que a pesar de los esfuerzos de la ONU y de
organizaciones regionales interestatales para combatir esas
prácticas todavía no habían desaparecido.
Por un lado, dijo, se mantiene el tipo tradicional de
intervención mercenaria que afecta el ejercicio del derecho de los
pueblos a la libre determinación, mientras que por el otro, se ha
detectado un proceso de mutación que convierte a no pocos
mercenarios en una especie de personal multiservicio y
multipropósito que contratan algunos para cometer acciones
criminales y violar los derechos humanos.
El delegado cubano presentó ante el Consejo un proyecto de
resolución titulado "Uso de mercenarios como medio de violar los
derechos humanos e impedir el ejercicio del derecho de los pueblos a
la libre determinación", que expresa la preocupación por esas
acciones y solicita el establecimiento de una base de datos
actualizada con los nombres de los perpetradores en estado de
convictos.
La perspectiva de nuestro país, según Romero, es que la
iniciativa sea aceptada por la mayoría de las delegaciones y que el
proyecto sea aprobado, como en ocasiones anteriores, por la amplia
mayoría de los Estados miembros del Consejo.