“Le pedimos a nuestro pueblo que no desmaye en el empeño de trabajar duro”

Luis Antonio Torres Iríbar, máximo dirigente político en Guantánamo, conversa con Granma a propósito del otorgamiento a esta provincia de la sede del acto central por el 26 de Julio

JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN

FOTO DEL AUTORDespués de haber transcurrido los momentos iniciales de júbilo del pueblo guantanamero, tras el otorgamiento por el Buró Político del Comité Central del Partido de la sede para conmemorar el aniversario 59 del Día de la Rebeldía Nacional, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en Guantánamo, tuvo la deferencia de dialogar con nuestro diario.

—Secretario, ni los guantanameros, ni quienes han visitado la provincia en los últimos años se han podido sustraer de exaltar el cambio para bien que experimenta Guantánamo, especialmente su ciudad cabecera. ¿A qué atribuye este salto?

Esa pregunta es un poco incómoda de responder porque pudiéramos parecer inmodestos, pero es verdad que en los últimos tiempos el guantanamero y todo el que viene a la provincia habla jubiloso de nuestros avances socio-económicos.

El periodo especial impactó profundamente en la vida de los cubanos y especialmente en la de los guantanameros, por eso necesitábamos levantar la autoestima y el acervo de cosas buenas y grandes que tiene este pueblo, de tradiciones históricas, patrióticas, revolucionarias y productivas. Para ello enarbolamos el principio de que si trabajábamos duro, podíamos salir adelante.

Junto a esa voluntad estuvo el apoyo de la dirección del país para acometer un grupo de pequeñas inversiones que, sin embargo, elevarían el nivel de vida de la población a corto plazo.

Con tal financiamiento construimos o remodelamos más de 200 obras socio-económicas, no solo en la ciudad cabecera sino en los diez municipios de la provincia, las cuales beneficiaron a los diferentes sectores. Ese programa, denominado de Desarrollo Local, que ya cumple su sexto año y sigue lleno de vida, involucra prácticamente a todos los organismos y entidades del territorio y se chequea semanalmente.

La mayoría de las obras se han ejecutado con fuerzas constructoras no especializadas, organizadas en los propios organismos o colectivos. Ese elemento le da mayor mérito a la belleza alcanzada en cada realización, reflejo de la cultura del detalle exigida por el Partido y el Gobierno en el territorio.

Junto a ese salto favorable en lo socio-económico también ha cambiado la espiritualidad y la autoestima del guantanamero, algo que perciben con claridad los visitantes. Tenemos muchas cosas que transformar en Guantánamo y yo creo que las condiciones están creadas, como nunca, para continuar con ese propósito.

—Concretamente, ¿cómo han impactado esas obras en la revitalización de los servicios y la economía del territorio?

Si tenemos en cuenta que el Programa de Desarrollo Local ha estado enfilado al incremento de la producción y los servicios, como sostén del avance social, podemos afirmar entonces que su impacto ha sido sustancioso para ambos objetivos. Eso es muy importante, pues si estuviese solo encaminado a lo social se convertiría en un programa de gastos meramente.

Hace seis años en la ciudad de Guantánamo funcionaban muy pocas unidades confortables y con un servicio de calidad.

Ya hace bastante tiempo dejó de ser un problema asistir aquí a un restaurante cualquier día de la semana, posibilidad que tienen también los pobladores del resto de los municipios en sus propios territorios, aunque no con la amplitud de la capital provincial.

El mencionado Programa también ha favorecido el desarrollo de las producciones agrícolas y de la Industria Alimentaria, convirtiéndose ambas en soporte del avance experimentado por los servicios gastronómicos y comerciales. Estos últimos deben crecer más este año con una mejor organización de la venta de materiales de construcción, de los insumos agropecuarios y de los productos industriales, acciones favorecedoras de la producción mercantil, la cual, por cierto, hemos sobrecumplido en los últimos años.

Somos de las provincias que más crece en el país en la circulación mercantil minorista, indicador económico de gran significación en la regulación de las finanzas internas.

En el Comercio es donde se han hecho más obras nuevas y donde se han reparado más también, por eso ese sector se ha convertido en la imagen del desarrollo local, en la locomotora que haló al resto de los sectores.

—En el sector agropecuario, el de más peso en la provincia, se desarrollan millonarias inversiones y se potencian producciones tradicionales como café, cacao y coco. ¿Qué nos puede comentar sobre el tema?

Después de que Guantánamo tocó fondo en la producción cafetalera, ahora trabaja arduamente en la recuperación de ese cultivo, partiendo de la ejecución de un ambicioso programa de siembra. Aunque en la pasada zafra sobrecumplimos el plan de acopio en más de 200 mil latas, aún distamos de las potencialidades. Este territorio llegó a cosechar más de cuatro millones de latas y hoy apenas alcanza el millón. Como se aprecia, nos queda mucho por hacer.

Guantánamo es el territorio mayor productor de cacao en el país. La zafra de este año marcha bien y debemos cumplir el plan. El propósito es acercarnos en las próximas cosechas al récord productivo, de algo más de 2 000 toneladas. En esta rama se ejecutan importantes inversiones y ya la inmensa mayoría de las bases productivas está creando sus viveros de cacao, práctica que se había perdido.

También existe un programa para la recuperación del coco, aunque en honor a la verdad hay que decir que no marcha con el mismo ritmo que el del café y el cacao. Junto con la producción hay que diversificar la industria del coco, aprovechar más las utilidades que aporta al hombre el bien llamado "árbol de los 100 usos".

En el sector agrícola se desarrollan otras inversiones de gran significación para la provincia y el país, como son las del valle de Caujerí. En ese polo productivo se concluyó hace casi dos años el trasvase que traslada agua por gravedad Sabanalamar-Pozo Azul, que desde entonces tiene valor de uso y ahorra al país anualmente casi un millón de dólares al eliminarse la estación de bombeo de Palmarito, alta consumidora de electricidad; se moderniza y rehabilita un sistema de riego de algo más de 85 kilómetros que permitirá crecer en áreas irrigables y desarrollar la ganadería. Allí, además, está en marcha la construcción de una industria para el procesamiento de tomate y frutas, cuyo equipamiento se encuentra en el país y pronto debe trasladarse al valle de Caujerí.

La existencia del trasvase nos permite preparar otra inversión: el desarrollo del valle de San Antonio del Sur. La idea es destinar unas 1 060 hectáreas de esa llanura a la producción de leche, carne y cultivos varios, de las cuales alrededor de 537 hectáreas recibirían el agua por gravedad desde la presa Los Asientos, actualmente sin uso.

En la Empresa de Cultivos Varios Niceto Pérez, por otra parte, se instalaron recientemente cinco nuevas electrobombas en la estación La Yaya, lo que permite que hasta el momento el 60 % de las áreas disponga de riego. Esa inversión continúa con la construcción de una conductora de cuatro kilómetros.

También existen proyectos agrícolas en Lajitas, La Jabilla, San Vicente-Jamaica-San Carlos, Chapala, Costa Rica. Se trabaja, asimismo, en los proyectos del Trasvase Yateras-Guaso, con el propósito de llevar el agua por gravedad al valle de Guantánamo y de ser necesario a la presa Faustino Pérez, principal fuente de abasto a la ciudad de Guantánamo.

—¿Qué representa para los guantanameros el otorgamiento de la sede del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional?

Significa un alto compromiso, el cual debe traducirse en superiores resultados de trabajo. El propósito es lograr que todas las inversiones, los mantenimientos, las conservaciones, las reparaciones que nos hemos propuesto se conviertan en obras de movimiento de masas, para llegar al 26 de Julio con la mayoría de ellas terminadas y las restantes bien adelantadas. Hasta el momento pasan de 190 las acciones comprometidas por los diferentes organismos, empresas y entidades en saludo a la memorable fecha.

—¿Algún mensaje para el pueblo?

El mensaje es de felicitación, de compromiso, de trabajo, por la importancia que reviste el acuerdo del Buró Político de otorgarnos la sede del Acto Nacional por el 26 de Julio. Le pedimos a nuestro pueblo que no desmaye en el empeño de trabajar fuerte, que sienta como suya cada obra, cada tarea que se gesta, que siempre lleve en su corazón las ideas de Fidel y Raúl.

 

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