RÍO DE JANEIRO, 15 junio.— El secretario general de Naciones
Unidas para la Cumbre de la Tierra, Río'92, el canadiense Maurice
Strong, criticó hoy aquí duramente el incumplimiento de los
compromisos asumidos hace 20 años con el desarrollo sostenible.
"Estamos en una celebración, pero sinceramente no hay mucho que
celebrar", aseveró Strong en un acto para recordar los 20 años de la
Cumbre de la Tierra, efectuado en Riocentro, en el que también
participó el expresidente brasileño Fernando Collor de Mello, el
jefe de estado en 1992.
"Por eso quiero no solo hablar de celebración. Me temo que nos
hemos alejado más de la vía que se necesita seguir y en la que nos
encontrábamos 20 años atrás. La Río 92 logró mucho en cuanto a los
acuerdos que se concertaron y que era más de lo que se esperaba",
señaló el canadiense.
Pero se preguntó qué paso después y en respuesta dijo que en
términos generales las condiciones han empeorado en algunos países y
se sigue negando la importancia del tema.
Vengo de uno de esos países y sin entrar en detalles, no estoy
satisfecho con lo que Canadá ha hecho, no es un buen ejemplo,
sostuvo.
En contraposición destacó a China como el paladín del desarrollo
sostenible y a Brasil como otro buen ejemplo.
Se sabe que ha habido una serie de incumplimientos de las buenas
decisiones tomadas en Río 92, una falta de aplicación de los
compromisos, que es inquietante, apuntó el secretario general de la
ONU para aquella Conferencia.
Recordó que en el planeta Tierra las condiciones que se necesitan
para la vida humana solo han existido durante un período muy corto
de la historia, y los actuales habitantes piensan que eso es algo
normal porque hemos vivido en esa corta etapa.
Sin embargo, alertó, los actos humanos están poniendo en peligro
el futuro de la civilización y la capacidad de la Tierra de sostener
la vida.
La situación, explicó, es peor ahora porque la brecha entre los
ricos y los pobres se ha profundizado, incluso en los países ricos,
y la brecha entre las naciones ricas y pobres aumenta cada vez más.
Asimismo, indicó que no se ha logrado el acceso a los recursos
financieros y la tecnología, tal como lo aprobamos en 1992, y agregó
que los países más industrializados no han estado a la altura y no
han cumplido.
Por ello, Strong propuso el establecimiento de un sistema de
rendición de cuentas para supervisar los acuerdos de esta cumbre, ya
que -subrayó- no podemos depender nada más de los gobiernos, tenemos
que tener un sistema de fiscalización que garantice que se haga lo
que dicen que van a hacer.
Abogó por asegurar que los pueblos les pidan cuentas a sus
dirigentes por lo que hagan, por lo que prometieron hacer en la
Cumbre de la Tierra y no han hecho.
Sobre la Río+20, dijo que no la ve como otra cumbre sobre el
medio ambiente y la sostenibilidad, sino como un momento importante
en la historia de nuestros esfuerzos para garantizar una forma
sostenible y justa para todos los pueblos de este planeta.
"No podemos permitir que continúe aumentando la brecha entre los
ricos y los pobres, no es viable. La historia lo demuestra, los
movimientos de masas y las revoluciones pacíficas son muchas veces
la única forma para conseguir el cambio", aseguró Strong.