WASHINGTON, 15 junio.— Desoyendo las críticas de los
republicanos, la administración del presidente de Estados Unidos
Barack Obama anunció hoy que podría poner fin a las deportaciones de
hasta 800 mil inmigrantes ilegales.
Bajo el plan, los indocumentados serían inmunes a la deportación
si fueron traídos antes de cumplir los 16 años, son menores de 30, y
han completado la escuela secundaria, asistido a la universidad o
servido en el Ejército.
Para aspirar al proceso de solicitud que se iniciará en 60 días,
deben cumplir, sin embargo, con el requisito adicional de haber
vivido en el país durante al menos cinco años continuos y poseer un
registro penal mínimo.
La decisión del gobierno, anunciado por la secretaria de
Seguridad Nacional, Janet Napolitano, no concede estatus legal a los
jóvenes, pero evita su expulsión al menos durante los próximos dos
años y les permite solicitar un permiso de trabajo, reportó el
diario USA Today.
Durante los últimos años, los demócratas del Congreso han
intentado aprobar la llamada Dream Act, iniciativa que otorgaría
estatus legal a los indocumentados que fueron traídos de pequeños
por sus padres.
La férrea oposición de los conservadores mantiene estancada la
legislación.
El anuncio trae a colación el debate sobre migración en plena
campaña electoral, ya que tanto demócratas como republicanos
intentan conquistar el cada vez mayor y más importante voto latino.
Asimismo, pondría presión sobre el eventual candidato republicano
Mitt Romney, quien ha dicho que vetaría la última versión del Dream
Act de convertirse en presidente en noviembre, destacó la
publicación.
Con este paso, el gobernante buscaría capitalizar en su favor a
los presuntos electores de la mayor minoría étnica de la nación,
estimada en más de 50 millones de individuos.
En 2008, Obama llegó a la Casa Blanca con el respaldo del 67 por
ciento de los votos de la comunidad latina, frente al 31 por ciento
de su rival conservador, el senador por Arizona John McCain, de
acuerdo con el Pew Hispanic Center.
Sin embargo, el Ejecutivo ha ido perdiendo el respaldo abrumador
de los hispanos, afectados por las consecuencias de la recesión
económica, el incremento del número de deportados durante el actual
gobierno -unos 400 mil por año-, y el incumplimiento de la promesa
de legislar una reforma migratoria integral, recordó el rotativo.