WASHINGTON, 14 de junio.— Estados Unidos está expandiendo sus
operaciones secretas de Inteligencia en África, con el
establecimiento de una red de pequeñas bases aéreas para espiar
"escondites terroristas", según informa The Washington Post.
El programa cuenta con aviones turbopropulsores pequeños,
desarmados, camuflados como aviones privados y equipados con
sensores ocultos que pueden registrar videos, rastrear evidencias de
calor infrarrojo e interceptar señales de radio y telefonía móvil.
Alrededor de una docena de bases aéreas se han establecido en
África desde el 2007 y sus operaciones se han intensificado en meses
recientes, indica el rotativo.
La vigilancia es supervisada por las Fuerzas de Operaciones
Especiales de Estados Unidos, aunque depende de contratistas
militares privados y de tropas africanas.
El diario menciona un programa de vigilancia clasificado, llamado
en clave Creek Sand, que opera afuera de Ouagadougou, capital de
Burkina Faso, donde decenas de personal y contratistas
estadounidenses han establecido una base aérea pequeña, en la parte
militar del aeropuerto internacional.
Desde el lugar, los aviones espías de Estados Unidos desarmados
volaron cientos de millas al norte, hacia Malí, Mauritania y el
Sahara, donde alegan buscar combatientes de Al Qaeda en el Maghreb
Islámico. El programa ha tomado importancia adicional por las
consecuencias turbulentas del reciente golpe de Estado en Malí.