MADRID, 15 junio.— La Central Sindical Independiente y de
Funcionarios (CSIF) advirtió hoy al gobierno conservador español que
se opondrá a una nueva bajada en los salarios de los empleados
públicos sugerida por el FMI.
En un comunicado, la organización reaccionó así a un informe
difundido este viernes por el Fondo Monetario Internacional (FMI),
en el que pide a España futuros recortes en sueldos públicos y
aumentos en IVA impuestos especiales para alcanzar la consolidación
fiscal.
La CSIF afirmó que los trabajadores del sector estatal no están
dispuestos a pagar los platos rotos del derroche y los excesos en la
gestión, realizados durante los últimos años por los responsables
políticos tanto en el Gobierno central, como en los autonómicos.
Esperamos que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no vuelva a tener la
tentación de cuadrar las cuentas a costa nuestra, alertó Miguel
Borra, presidente del CSIF, afiliado a la Confederación Europea de
Sindicatos Independientes (CESI).
Recordó que los empleados públicos llevan a sus espaldas varias
bajadas de remuneraciones y dos años de congelación salarial.
Borra denunció que estos recortes les están conduciendo a una
situación límite, la cual redundará de manera negativa en el empleo,
el consumo interno y, por encima de todo, en el destino de miles de
familias que ya han afrontado demasiados sacrificios.
Comentó que hoy se reunió en Bruselas con el secretario general
de la CESI, Klaus Heeger, interlocutor en el diálogo social europeo,
para intercambiar impresiones sobre la actual coyuntura económica y
las medidas impulsadas en el seno de la Unión Europea (UE).
Según el CSIF, las centrales obreras trabajarán conjuntamente
para evitar que la situación financiera de la UE no se traduzca en
nuevas medidas que perjudiquen el funcionamiento de los servicios
públicos esenciales.
En el caso concreto de España, los sindicatos compartieron su
preocupación ante el eventual impacto que tendrá sobre el sector
público el rescate europeo a la banca nacional.
Temen que la administración de Rajoy prepare nuevas medidas de
ajuste a corto plazo, como contrapartida al préstamo de hasta 100
mil millones de euros que recibió de la UE para salvar a las
endeudadas entidades financieras de este país.
Además de la rebaja de sueldos y la subida inmediata del Impuesto
sobre el Valor Agregado, el FMI reclamó a Madrid que acelere la
privatización de empresas del Estado y reduzca el gasto sanitario,
entre otras imposiciones.