El presente curso, para satisfacción de muchos, se ha
desarrollado con rigor, transparencia y disciplina absolutas, aunque
todavía se requiere trabajar más, porque no estamos satisfechos. Así
expresó a Granma René Sánchez, director de Ingreso y
Ubicación del Ministerio de Educación Superior (MES).
Precisó que en el actual año "se constata una mejoría
cuantitativa y cualitativa en la concurrencia a los exámenes y en el
número de aprobados; también en cuestiones formales como la
vestimenta para asistir a las pruebas, y en la puntualidad y orden
con que se realizaron". Indicadores que revelan el respeto de los
estudiantes, los claustros, la familia y la sociedad en general
hacia este proceso, refirió.
En materia de cifras, explicó que "como tendencia crecimos en un
17 % con respecto al año anterior en el número de aprobados. Las
asignaturas de Matemática e Historia de Cuba mostraron el mayor
incremento, mientras se presentaron más descalificados que el curso
pasado como consecuencia de los errores ortográficos". Este
constituyó quizás el único punto de inflexión negativo en el éxito
con que se ha conducido hasta ahora el proceso de ingreso al nivel
superior.
Los datos sobre los resultados de la primera convocatoria
arrojaron que en Matemática aprobó un 53 % de los aspirantes,
mientras en el 2011 lo hicieron un 36 %; en Español un 79 % contra
un 74 % correspondiente al año pasado; y en Historia de Cuba
aprobaron en esta oportunidad el 81 % de los estudiantes,
considerablemente por encima del 65 % que lo hizo en igual
circunstancia en el 2011.
Sin embargo, 4 927 alumnos en total fueron desaprobados en las
tres pruebas por faltas de ortografía, lo que representa 2 000 más
que el año anterior. Datos que llaman a una profunda reflexión.
Al respecto, Juana María Brito, secretaria ejecutiva de la
comisión de ingreso de Cienfuegos, apuntó que las dificultades
ortográficas y el uso incorrecto del lenguaje constituyen una
debilidad incipiente en la formación de los estudiantes, marcada en
algunos territorios más que en otros, pero que se muestra como una
tendencia evidente en el país.
"Ciertamente, el problema con las faltas de ortografía está
limitando al educando en el acceso a la educación superior, aun
cuando tiene pleno dominio sobre los conocimientos que se miden en
estos exámenes, por lo que es necesario tomar serias medidas al
respecto, no solo en el preuniversitario sino desde niveles de
enseñanza precedentes", acotó.
Para Manuel Domínguez, secretario ejecutivo de la comisión de
ingreso de Matanzas, también es preciso habituar al estudiante a
revisar el examen desde todas las aristas, "para eso se determinaron
las cuatro horas de duración de cada prueba, pues con frecuencia los
jóvenes abandonan las aulas apenas pasadas las dos horas y no
detectan muchos errores", aseguró.
Además, llamó la atención sobre la necesidad de prepararlos no
solo para enfrentar con fortuna este proceso, sino para transitar
con éxito por la enseñanza universitaria. No obstante, se ha ido
ganando confianza en los mecanismos creados en el sistema nacional
de educación, para conducir el acertado entrenamiento de los alumnos
de todas las fuentes de ingreso, con el fin de superar las tres
pruebas. Gracias a ello, se constata un avance paulatino en los
resultados, lo cual constituye un logro crucial.
Marta Luisa Montano, secretaria ejecutiva de la comisión de
ingreso de la provincia de Sancti Spíritus, territorio que alcanzó
los mejores índices en la primera convocatoria, destacó que se
evidencia un mayor compromiso de las familias con la preparación de
sus hijos de cara a las pruebas, y un esfuerzo más profundo de los
profesores por revertir los resultados de años precedentes, que se
mostraban muy deprimidos.
Entre otros aspectos relevantes de la conducción del proceso en
el presente periodo lectivo, Sánchez señaló que las notas entre 90 y
100 puntos, y las de 100, crecieron de manera sustancial en las tres
materias y para los alumnos de todas las fuentes de ingreso. Sin
dudas, señales de una preparación de mayor calidad de cara a los
exámenes.
La gran tarea ahora, insistió, es mantener esta calidad en las
convocatorias extraordinaria y especial, que se aproximan, y por
supuesto para los años venideros. La segunda convocatoria es, por lo
general, un proceso más tenso para los jóvenes, las familias y los
claustros de profesores, indicó, porque en esta oportunidad, como es
lógico, las posibilidades de acceso a la Universidad son más
reducidas.
En este orden adelantó que está previsto que se presenten a la
convocatoria extraordinaria (a efectuarse Matemática el 11 de junio,
Español el 14, e Historia de Cuba el 19) más de 20 mil estudiantes.
Para realizar esta segunda oportunidad de examen están creadas
las condiciones de aseguramiento precisas, y confiamos en que se
llevará a cabo con la misma eficiencia y buenos resultados que
obtuvimos en esta ocasión inicial, afirmó.