Ante la belleza natural de la región y sus perspectivas, surgió
en 1967, tras la primera visita del Comandante en Jefe Fidel Castro,
la idea de crear el parque Escaleras de Jaruco, en la provincia de
Mayabeque —hoy enfrascado en su renacer— y de propiciar, junto al
turismo, la siembra y repoblación forestal y maderable.
En los inicios de 1969 el Jefe de la Revolución orientó, al
terminar otros de sus varios recorridos por la zona, comenzar en
pequeños valles la cría y recría equinas para mejorar la clase
mediante cruces de ponis canadienses y animales de raza de otros
países.
Estos equinos, obtenidos de los cruces, sirven para su monta por
los visitantes en zonas señaladas del territorio, como parte de la
recreación campestre.
El parque Escaleras de Jaruco tiene como interés fundamental
servir al desarrollo socio-económico de la nación y su máxima divisa
es la recreación y el esparcimiento sano del pueblo.
Después de una larga etapa de inactividad, el colectivo está
empeñado en insuflarle el esplendor que tuviera en pasados años y
colocarlo a la altura de su inauguración y posterior desarrollo.
La reactivación se hace más visible los sábados y domingos, y el
año precedente es un ejemplo: en tal periodo atendían en esos dos
días a unas 400 personas y en el actual ya rebasan las 3 000.
A finales del 2009, la dirección del Partido y del Gobierno del
territorio, con el apoyo de entidades de la provincia, diseñó un
plan para la gradual renovación del parque.
De nuevo prestan servicios cafeterías, merenderos, cabarés,
ofertas familiares dirigidas y unidades emblemáticas como el
restaurante especializado El Árabe, inaugurado por Fidel en 1974.
Muestra de la reanimación es que el plan de ingresos está por
encima de lo previsto.
La satisfacción mayor de todo el colectivo es, junto al adelanto
que experimenta el centro, afirmar que nunca han ocurrido problemas
gracias al ambiente de disciplina y armonía donde cada quien
selecciona, para su disfrute, la zona que más le agrade y la
convierten en una improvisada acampada.
Escaleras de Jaruco, enfrascada hoy en su plan perspectivo, es
como un balcón abierto a nuestro pueblo y al resto del mundo para
admirar una de las majestuosas formas de belleza con que la
naturaleza distinguió a los cubanos.
La extensión aproximada del Plan Turístico Escaleras de Jaruco es
de unas 3 355 hectáreas, en las que predomina el sistema montañoso
bordeado de pequeños valles y sus áreas se enriquecen con un
manantial fértil y un arroyo caudaloso.